Una de las secciones que más disfrutamos en el blog es nuestro especial Historias de padres, a través de la cual los propios lectores comparten sus vivencias como padres enviándonos sus relatos a historiasdepadres@bebesymas.com.
Hoy les acercamos la historia de Andrea, una joven que nos cuenta cómo afrontó la maternidad ante la noticia de un embarazo inesperado.
Hola, me llamo Andrea tengo 23 años. Llevaba 5 años de noviazgo con el papá de mi hija cuando quedé embarazada. Se lo conté a él y lo primero que pensamos era en qué iban a decir mis familiares. Quisimos abortar, fuimos a Profamilia y alli senti que el que nos hablo fué Dios y no el psicólogo. Salimos de alli y luego nos abrazamos y supimos que debíamos tener esa princesa. Fue muy duro pues no estaba dentro de mis planes quedar embarazada.
Seguí adelante, trabajé hasta el ultimo día, lo más tenaz fue lo demorado que estuvo mi parto.
Entré el 15 de agosto a la clínica a las 6 pm y mi hija nació el 16 a las 4 pm. Fue por cesárea y cuando salí me enteré que mi esposo no había dejado de llorar pues me demoré muchísimo.
Cuando vi a mi hija era la niña más linda que Dios me habia regalado, pero mi alegría sólo duro 2 días cuando nos dijeron que teníamos que hospitalizarla porque tenia la bilirrubina baja. Fue lo más triste que nos hayan podido decir, lloramos tanto con mi esposo que la misma gente de la clínica nos ayudó, pues cada dia en la clínica nos costaba mucho dinero. Lo peor era que yo no podía caminar por la cesárea, tenía que andar en silla de ruedas y alimentarla sólo en el horario de la mañana pues me dolía mucho para volver en la tarde. A mi esposo le tocaba ir y llevarle la leche que yo recogia.
El primer día que la vió lloró como nunca pues la niña tenia los ojos vendados con cinta y sólo basto que él le hablara y ella empezó a moverse muchisimo como con ganas de salir de allí... fué tan doloroso para él.
En esta prueba que nos tocó vivir fue que aprendimos a que un hijo es el mejor regalo que tenemos como padres. Hoy Mariana ya va a cumplir 4 años y es una niña tan inteligente... El año pasado tuvo mención de honor por la mejor estudiante, voltee a mirar a mi esposo y quiso llorar pues es una alegria como padres grandísima. Sólo les doy un consejo a las madres solteras, su esposo y el padre de su hijo es Dios, aférrense a él y verán las grandes bendiciones.