Hablábamos, la semana pasada, dentro de nuestro Curso de maternidad y paternidad, de la preparación para el gran cambio que va a suponer la llegada de un hijo, centrándonos en los aspectos emocionales de esta vivencia y en esta os hemos hablado de los cursos y formación que nos sería conveniente tener.
Hoy trataremos las cuestiones prácticas, pues hay también algunas cosas que es conveniente tener previstas, habladas y organizadas antes ser padres, incluso, algunas, antes de buscar el embarazo.
Consulta pre-embarazo
Antes de que la mujer busque el embarazo es aconsejable que realice una consulta con su médico de cabecera y, si es posible, también con su ginecólogo: la consulta pre-embarazo.
Es necesario revisar los hábitos de salud y nutrición de la madre y que comience, antes de quedarse embarazada, a tomar ácido fólico. Además, en la consulta pre-embarazo, el médico contemplara otras circunstancias que pueden ser causa de dificultades durante la gestación, como la obesidad, la hipertensión o la diabetes.
Opcional: elegir un seguro médico privado
Muchas mujeres, cuando deciden ser madres, se plantean el hacerse un seguro médico privado para asegurarse más comodidad en el hospital, habitación individual y más flexibilidad a la hora de elegir un profesional o hacerse pruebas médicas.
Se trata de una decisión muy personal, pero, especialmente cuando se quiere tener un seguimiento o un parto por un médico en concreto suele ser una buena opción.
Es importante comparar las prestaciones, asegurarnos de que el médico que queremos trabaja con ese seguro y tener en cuenta los posibles períodos de carencia sobre el parto que apliquen.
Elegir bien a nuestro ginecólogo y matrona
La elección del ginecólogo y la matrona que van a hacer el seguimiento del embarazo o que van a atendernos en el parto es una decisión importante. La comunicación debe ser buena, la mujer sentirse respetada y escuchada, y, por supuesto, tener confianza en su médico. Por eso merece la pena hablar con el ginecólogo y considerar si es el profesional más adecuado para nosotras, estimando datos concretos de su práctica y también la sensación que nos produce.
La elección del lugar del nacimiento
Quizá lo primero sería decidir, estudiando a fondo todas las opciones, si queremos parir en nuestro hospital de referencia, si queremos acudir a una clínica privada, si queremos un lugar con un protocolo que atienda específicamente los partos naturales y, por supuesto, si queremos que nuestro hijo nazca en casa.
Aunque la atención al parto en España está mejorando notablemente, siempre es conveniente informarnos sobre el hospital que "nos toca": su índice de cesáreas, sus protocolos, la flexibilidad que tienen para aceptar planes de parto. Todo cuenta para que podamos tener el parto que queremos.
En el caso de haber elegido un médico privado es importante saber como se organiza para la atención al parto: la clínica que usa, la posibilidad de asegurar que, en principio, sea él quien nos atienda, si será la persona de su equipo o si, aunque haga él las consultas el parto lo atenderán directamente los profesionales de la clínica que estén de guardia.
Si queremos un parto en casa es importante hablar mucho con la matrona o ginecólogo que van a atendernos. No todos los partos pueden programarse en una casa, y otros que comienzan en casa pueden tener que ser derivados al hospital en caso de necesidad. Además hay que saber, y preferiblemente conocer en persona, a los profesionales que nos vendrían a atender si nuestra primera elección tiene algún problema. Normalmente suelen tener un equipo para cubir estas eventualidades aunque sean poco frecuentes. También, por supuesto, tendermos que hablar con ellos sobre el hospital al que se haría el traslado y la forma de realizarlo.
Una doula
Cada vez son más las mujeres doulas en España y, aunque no es una titulación oficial, si existen organizaciones que se ocupan de darles una formación adecuada.
Los servicios que ofrecen son muy variados: acompañamiento en el pre y post parto. La ayuda que ofrece la doula es de carácter profesiona. A lo largo del embarazo hablará con la madre, le ayudará a prepararse psicológicamente, le explicará cuestiones sobre el cuidado en el embarazo, la lactancia, el parto y el cuidado del bebé. También hablará con el padre, para acompañarlo en las dudas que pueda tener.
El número, frecuencia y duración de las visitas es algo que pactaremos con nuestra doula, aunque, como en el caso anterior, es conveniente conocerla antes para poder elegir a la persona más adecuada para nosotras.
En algunos casos, también esta previsto que la doula esté presentes en el parto, aunque nunca van a substituir ni al ginecólogo ni a la matrona, pues su función es estar atenta y actuar para que la mujer tenga un buen recuerdo de su parto. Le habla, ofrece sugerencias a la parturienta o a su acompañante, ayuda a interpretar las explicaciones médicas, le puede ayudar a moverse o a tomar otra postura más cómoda. Su función es cuidar el estado emocional de la mujer y velar para que el ambiente de su parto sea íntimo y seguro.
Las doulas son más habituales en los partos domiciliarios, pero se puede pactar con el hospital que nos acompañe durante todo el tiempo posible.
Hay, como hemos visto, algunos temas importantes que sería aconsejable plantearnos antes del embarazo, para poder llegar a él con las cosas importantes planificadas. Seguiremos hablando de la preparación para ser padres dentro de nuestro Curso de maternidad y paternidad.
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