Este mes de marzo lo hemos dedicado a la paternidad en Bebés y más. Y hemos querido entrevistar a varios padres comprometidos con un cambio en la crianza y que reflexionan sobre el hecho de ser padre en blogs, actividades asociativas y en su labor profesional. La semana pasada hablamos con Ernesto Juan, presidente de la asociación Besos y Brazos y hoy vamos a entrevistar a Elvis Canino, creador de la página "No me maltrates, soy un niño".
Elvis es el papá de Eva Daniela y se define como músico, bloguero y escritor, además de activista por los Derechos del Niño y la Humanización del Parto. Actualmente realiza su formación como doula y administra, junto con su esposa Janeth Ivimas, la página “La Crianza con Apego es mi forma de cambiar el Mundo”.
Querido Elvis, ¿puedes contarnos cómo nació “No me maltrates, Soy un niño”?
Empezó con mi Paternidad. Abrazaba un día a mi hija y de repente sentí una necesidad inmensa de decir a todos que el maltrato infantil ya no tiene cabida en este mundo.
La única forma de salvarnos como Humanidad es convertir el respeto a los niños en una prioridad Universal, es como si ella me lo hubiese susurrado al oído… aún no se explicarlo.
¿Y cómo comenzaste el trabajo como activista?
Comencé escribiendo e imprimiendo volantes que yo mismo repartía en los vagones del metro cuando me dirigía al trabajo, pero me di cuenta que no era suficiente. Por lo que decidí crear un blog, por lo que el mensaje comenzó a llegar a rincones donde jamás pensé ser leído.
Hoy día seguimos repartiendo volantes y escribiendo en el blog, pero también dirigimos grupos de apoyo para mamás y papás; damos charlas y dictamos talleres.
Todo en pro de la erradicación total de la violencia en la crianza de nuestros hijos, el apego como estilo revolucionario de crianza y la humanización del parto, que considero un punto clave para erradicar la violencia de nuestro mundo.
¿Cómo crees que vive cualquier padre el inicio de la lactancia y esa unión entre madre e hijo?
Lo más difícil para cualquier padre es comprender, sin sentirse excluido, que la madre se debe totalmente al bebé, especialmente en los primeros meses de vida.
La entrega y la fusión deben ser totales, y eso no es fácil de asimilar especialmente en este mundo machista y patriarcal.
Se nos ha acostumbrado a que el varón debe recibir atención total de su mujer.
Imagínate, vivimos en un mundo que prepara a las mujeres desde niñas para servir y atender a su marido Fíjate en lo que predomina en los juguetes, programas infantiles de Tv, y hasta en las canciones para niños.
Pero cuando llega el bebé el hombre puede sentir que queda relegado a un segundo plano, ¿verdad?
Si, Mireia, eso es. De repente este papá, que en la mayoría de los casos ha sido criado con estos preceptos, se queda relegado porque su pareja debe dejar de prestarle atención exclusiva para atender a tiempo completo a su bebé, quien de hecho sí que la necesita.
¿Tan duro se les hace cambiar su esquema mental y emocional a los padres?
Pienso que la paternidad es una oportunidad que la vida da a los hombres para crecer y terminar de salir del cascarón de nuestra propia infantilización.
Muchos llegamos a la adultez con una muy mala relación con nuestro niño interior, con muchos conflictos no sanados con nuestros padres, con mucho resentimiento e inseguridad muchas veces inconsciente y casi siempre producto precisamente del tipo de crianza que se nos dio.
¿Y qué mejor oportunidad para sanar que cuando nos vemos frente a frente con nuestro propio niño interno?
Eso ocurre con intensidad en el mismo momento en que abrazamos la paternidad, aunque en la mayoría de los casos lamentablemente no nos demos cuenta.
¿Entiendes, entonces, Elvis, que haya padres que puedan sentirse al margen?
Por supuesto. Muchos padres se sienten al margen, pueden sentirse no solo excluidos sino celosos.
Entonces comienzan a reclamar atención de distintas maneras y a mirar al bebé como un rival con el que compite por el cariño y la atención de la madre.
Lo importante como papás es que reconozcamos que la paternidad es una verdadera oportunidad para crecer, descubrirnos y dejar atrás los preceptos machistas que se han transmitido de generación en generación, al punto que casi nunca puedes estar totalmente inmunes a ellos.
Debemos entender que la mejor forma de conectarnos con nuestra verdadera masculinidad es asumiendo un rol protector y de apoyo. Y no exigiendo la atención y el contacto que en este momento una pequeña e indefensa criatura necesita mucho más que nosotros.
Ya habrá tiempo para recuperar intimidad, ya habrá tiempo para ser mimados de nuevo. Debemos integrarnos al círculo de amor, en vez de apartarnos o lo que es peor, “interponernos”.
¿Cómo te sentiste tu?
Te confieso que en un momento también lo sentí, aunque debo agradecer a la vida el haberme permitido silenciar mi propio ego para escuchar ese manual de instrucciones que todos tenemos bien guardado en un lugar bien escondido de nuestro corazón.
¿Alguna recomendación para un papá primerizo?
Paciencia, Amor, Protección.
Deben convertirse en un protector de su pareja y su bebé. El entorno siempre atacará, consciente o inconscientemente siempre lo hará.
El pediatra, el vecino, el desconocido que se sienta al lado en el metro, la familia, los amigos… especialmente la familia y los amigos.
Miremos el ejemplo de una fortaleza. La fortaleza tiene un reducto fortificado que se proyecta al exterior de su cuerpo principal generalmente en una de las esquinas de la misma. Se llama bastión, y es el punto fuerte de defensa contra el asalto de tropas enemigas o sea que es por donde se reciben los ataques, pues en eso debe convertirse papá, en un bastión emocional que protegerá a mamá y bebé de todos los ataques y especialmente del “ruido” del entorno.
Los bastiones se crearon cuando las defensas tradicionales ya no eran suficientemente fuertes para resistir cañonazos… ¿Y no es precisamente a cañonazos de juicio a lo que se ven expuestos mamá y bebé en este mundo moderno que condena y juzga cualquier cosa que nos reconecte con nuestros instintos más básicos, catalogando lo instintivo de “involutivo” y hasta de “bárbaro”?
Mamá también necesita ser atendida, ser escuchada, comprendida y apoyada. A veces nuestro ego y nuestra propia inseguridad nos hacen sordos y ciegos ante esto.
¿Es importante, entonces, el papel del padre en la lactancia?
La lactancia materna es un acto de tres. Papá debe cuidar que nadie rompa la armonía entre mamá y bebé. A veces eso implica dejar de comportarnos como niños frente a nuestros propios padres y mantenerlos a ellos también a raya cuando la situación lo requiera. Nunca será fácil, pero tarde o temprano entenderán, puedo dar fe de eso.
¿Sientes que tu paternidad hizo despertar un afán protector que antes desconocías?
Por supuesto que sí. Nunca me cansaré de decir que mi paternidad me hizo nacer de nuevo. Ver, oler, escuchar y sentir al mundo de una forma distinta. Sentir ese afán de proteger a cada niño como si fuera mío. Ver a los ojos de nuevo al niño que vive en mí. En fin, me ha permitido explorar facetas y regiones inmensas dentro de mí que desconocía por completo.
Pienso que la paternidad es una forma muy sabia que tiene la naturaleza de ponernos en la senda del camino, por la que verdaderamente completaremos nuestro aprendizaje en este mundo.
Mañana seguiremos hablando, en esta entrevista sobre paternidad, con Elvis Canino, a quien le agradecemos el tiempo dedicado a Bebés y más y su gran sensibilidad.
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