Ocurre en ocasiones que, cuando se le pregunta a un niño sobre qué le pasa a su hermano o hermana, generalmente no saber qué responder. También puede pasar que responder con el nombre del problema, pero sin saber exactamente lo que es.
A los niños, cuando les falta información acerca de la discapacidad de un hermano, comienzan a elaborar interpretaciones propias a partir de lo que ven o escuchan.
Esto ocurre principalmente porque a veces los padres no dan la información necesaria, ya que opinan que así le protegen. Es como si no encontraran la ocasión idónea para sentarse junto a sus hijos y aclararles las dudas sobre lo que le ocurre a su hermano o hermana.
Puede pasar también que los padres quieren saciar el ansia de saber de su hijo sin discapacidad, pero no saben cómo hacerlo. O incluso puede ser que ya hablaran en alguna ocasión, pero no le han actualizado el tema.
En muchas familias la discapacidad se vuelve un tema prohibido, ya que tienen la falsa creencia de que si no se habla de la discapacidad, ésta no existe.
Falsas creencias sobre la discapacidad
Los niños pequeños crean falsas interpretaciones acerca de la discapacidad de su hermano o hermana, todo ello debido a una falta de información sobre el tema, a la que se suma los problemas de comprensión características de la etapa del desarrollo en la que se encuentran (llamada pensamiento egocéntrico).
La falsa creencia que más frecuentemente podemos encontrarnos es aquella en que los pequeños creen que la discapacidad de su hermano se puede contagiar, al igual que un resfriado o el sarampión.
Llegan a esta conclusión porque, según su experiencia del día a día, los niños están expuestos a muchas enfermedades que se pueden contagiar; por ello, deducen que por contagio ellos también se pueden volver sordos, con algún problema para andar...
Otra consecuencia de la falta de información son los temores referidos a la posible muerte o, por el contrario, una mágica curación de su problema.
La necesidad de mantenerlos informados
Los niños necesitan saber qué les pasa a sus hermanos, qué es eso de la discapacidad, qué va a pasar con él en el futuro... Y muchas veces nos hacen llegar sus ansías de saber, pero no de forma directa. Por ello, hay que estar atentos para responder a estas preguntas ocultas.
Toda la información que puedan obtener les será de gran utilidad para poder responder a sus propias inquietudes, preguntas que les puedan hacer amigos, compañeros...
Por ello, debemos ser atentos, comprensivos y estar siempre disponibles para poder aclarar las dudas que puedan surgir a lo largo del desarrollo de nuestros hijos acerca de la discapacidad de su hermano o hermana.
La información que se les ofrezca debe ser graduada, adecuada a cada etapa del desarrollo y que se vaya actualizando. Esto último es muy importante, ya que según nuestro hijo crezca irán surgiendo nuevas cuestiones y dudas que requerirán distintas respuestas.
También debemos estar atentos a las preguntas indirectas, es decir, aquellas que no nos preguntan directamente, ya que es otra forma de demandar información y no es tan clara como cuando nos lo preguntan sin ocultarlas.
Conclusión
Debemos tener siempre presente que la falta de información acerca de la discapacidad de un hermano o hermana no es tan beneficiosa como se puede pensar en un principio.
Para que nuestro hijo o hija sin discapacidad pueda comprender qué está pasando y pueda adaptarse a ella sin problemas, es necesario saber la realidad. Por ello, es importante informar acerca de la situación de forma clara y real.
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