Desde el primer momento de la desaparición del pequeño Gabriel, sus padres mostraron una gran entereza y humanidad. A pesar de estar separados siempre estaban unidos, tomados de la mano y dándose apoyo. Siempre con buenas palabras, agradecidos, a pesar del profundo dolor por el que estaban atravesando. Tanto Patricia como Ángel demostraron su calidad humana a lo largo de estos días, pero lo de ella me parece admirable, para sacarse el sombrero.
No hay dolor más grande para una madre que la muerte de un hijo, un desgarro que hiela los huesos. Encima en su situación, que tu pequeño haya perdido la vida a manos (presuntamente) de la pareja de tu exmarido tiene que ser desolador. Pero ella, a pesar de la pesadilla que está viviendo, está demostrando ser pura bondad y templanza. Para mí, esta madre es todo un ejemplo de humanidad. Una verdadera heroína.
Tras saber que la detenida por la muerte de su hijo era la pareja de Ángel, en lugar de mostrar resentimiento, fue ella misma quien pidió que "no se culpabilice a su marido, que es una persona maravillosa" que encima tenía que digerir la pérdida de un hijo "sabiendo que lo ha matado la persona que quería". Y añadió "Yo voy a estar a su lado porque tenemos que superar esto los dos juntos".
Ni siquiera frente al féretro de su hijo perdió esa media sonrisa serena que la acompañó durante los últimos días, ni dejó de dar palabras y muestras de agradecimiento a quienes acudieron a arroparlos al funeral de su pequeño Gabriel. Hasta daba la impresión de que ella consolaba a los demás.
Si hay algo que aprendimos todos de esta madre es que el amor puede más que la rabia, que el cariño de todo un pueblo debe prevalecer sobre el odio. Ha demostrado ser todo un ejemplo de humanidad, para mí una verdadera heroína. Admirable.
Foto | Gtres
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