Francia vive un auge de madres que se lanzan a montar su propia empresa, un ‘boom’ emprendedor que sigue la estela de Estados Unidos y que supone un alivio para muchas mujeres con hijos.
Se calcula unos siete millones de mompreneurs, estás mamás empresarias que consiguen la conciliación doméstica y profesional a su manera, y no sin esfuerzo. Mujeres que tienen entre 25 y 40 años de media, han cursado estudios superiores y la mayoría ocupaba puestos intermedios antes de lanzarse a la aventura en solitario.
Son mujeres que durante el embarazo o tras el parto deciden afrontar un proyecto profesional personal, dejando sus anteriores puestos de trabajo que probablemente no les satisfacían lo suficiente o no se adecuaban a lo que ellas deseaban con un nuevo miembro en la familia.
Muchas lo hacen incluso cuando han vuelto al trabajo, después de las excedencias maternales, y comprueban que la conciliación no es posible. En esto, ni Francia ni Estados Unidos nos llevan ventaja. Las empresas (políticos, sociedad…) no confían en los beneficios de la conciliación. Con ese panorama, no extraña que las mujeres trabajadoras (al estilo “tradicional”) no quieran tener más hijos.
Pero, ¿y si eres tú quien decide horarios, quien trabaja en casa, quien decide traslados, quien puede trabajar junto a tus hijos? Me parece una gran ventaja, ahora sólo hay que saber en qué trabajar. Así que creatividad al poder. Creatividad y espíritu de aventura, porque nunca se sabe cómo va a salir el negocio…
Pero mientras sabemos si funciona o no estamos tranquilas porque las mompreneurs o mamiemprendedoras cuentan con un apoyo económico para desarrollar sus proyectos, facilidades burocráticas que allanan el camino en países como Francia y Estados Unidos.
El auge de las mamiemprendedoras
En Francia, son varias las razones que han alimentado este boom maternoempresarial.
- Con más de 800.000 partos al año, los habitantes del país galo son los campeones europeos en natalidad.
- Además, las madres son las más activas del continente, con una tasa de actividad del 80% en el caso de las que tienen un hijo.
- A esto se une el machismo de las empresas: según datos de un estudio realizado por la firma Regus, especializada en gestión de trabajo al domicilio, un 41% de los empresarios teme una falta de flexibilidad en sus empleadas madres y el 29% tiene miedo de una nueva baja de maternidad. Lo que decíamos anteriormente.
- A las ayudas que el Gobierno francés concede a las recién estrenadas se une la reciente reforma del estatuto del emprendedor, que ha democratizado la creación empresarial en suelo galo. Desde su entrada en vigor en 2009, más de 500.000 personas se han apuntado a esta fórmula que permite a todos los franceses crear su empresa de forma simple y rápida, sin apenas trámites, cumpliendo determinados requisitos.
- A esto se añaden las ventajas fiscales de este tipo de negocios.
El teletrabajo como aliado
La clave en estas nuevas empresas llevadas por mamás es el teletrabajo, especialmente el trabajo a través del ordenador. Las nuevas tecnologías y el desarrollo del comercio online facilitan la gestión de las agendas laborales-familiares.
El 79% de las empresarias asegura haber creado su empresa para ganar independencia y el 62% afirma disfrutar de una mayor flexibilidad para combinar el cuidado de los hijos con sus asuntos.
Esto explica que la mayoría de las empresarias galas haya parido su compañía en sectores relacionados con las nuevas tecnologías, o en aquellos que facilitan el teletrabajo, como son los servicios de consultoría o a las empresas (comunicación, asesoría empresarial), los servicios a la persona y el comercio online.
El apoyo entre estas mujeres es fundamental, y hay varias páginas web que aglutina experiencias, dudas y consejos, como algunas reuniones (“mamicafés”, qué poco me gusta el nombre).
Algún inconveniente tenía que tener…
Edwige, madre de dos hijos que se pasó al negocio online de la ropa para bebé, explica que
La mayor ventaja es la flexibilidad que te permite, aunque no hay que engañarse: Al final trabajas el doble y encima no desconectas nunca. Colocarse la medalla de empresaria junto a la de madre no es fácil. Al contrario, dos galones pesan más que uno.
Según una asociación de mamiemprendedoras, el 86% reconoce que el hecho compartir espacio doméstico y profesional les obliga a trabajar durante los fines de semana o por las tardes (¿de qué me suena esto?), mientras que sólo un 54% de las asalariadas lo hace. El 58% explica que, a pesar de la aventura, aún tiene dificultades para gestionarlo todo.
¿Y papás emprendedores que dejaran su trabajo anterior para darle un vuelco a su vida con hijos? ¿Tendrá algo que ver este doble esfuerzo para que se decidan menos a emprender esta aventura? ¿El trabajo en casa ha sido, es y será siempre para mujeres? ¿O es que no ven la necesidad de dejar sus antiguos trabajos porque allí nada cambia para ellos? Muchas preguntas para tan poco espacio, una simple invitación a la reflexión.
Seguro que, aunque hayan contado con menos ayudas y apoyos, entre nuestras lectoras se hallan algunas de estas mompreneurs o mamiemprendedoras, mamás trabajadoras por cuenta propia que decidieron cambiar su modo de trabajo junto a sus bebés.
Vía | Expansión
Fotos | leafar y shoothead en Flickr
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