El juego es fundamental en el desarrollo de tu hijo. A través del juego, su cerebro puede crear conexiones neuronales que le permitirán adquirir procesos cognitivos fundamentales para su crecimiento.
También, comprender el mundo que le rodea, simbolizar conceptos y repetir vivencias, llegando incluso a darle significado o cierre a las mismas.
Es por ello que es muy importante entender que el juego no es una pérdida de tiempo de ninguna manera, sino todo lo contrario; es una de las herramientas más útiles con las que tu hijo cuenta.
“Jugar para un niño y una niña es la posibilidad de recortar un trocito de mundo y manipularlo para entenderlo”.
-Francesco Tonucci-
¿Por qué mi hijo no juega solo?
Es bastante frecuente escuchar a mamás y papás con esta duda, e incluso sentirse un poco agobiados ante la constante demanda de atención de su hijo al momento de jugar.
Si esto te sucede, es normal que te sientas sobrepasada por la circunstancia, pero no te preocupes que aquí te ayudaremos a comprender por qué tu hijo no sabe jugar solo y más importante aún, qué puedes hacer para ayudarlo a ser más independiente.
Ten en cuenta que hay varios factores que juegan un papel importante en el hecho de que tu hijo demande tu presencia para jugar todo el tiempo. Durante ciertas etapas de la vida es esperado que esto suceda, por lo que la edad es determinante.
Cuando los niños son muy pequeños, es necesaria la presencia de mamá o papá durante el juego, principalmente por cuestiones de prevención, para evitar que puedan hacerse daño.
Durante este periodo es normal que el niño se entretenga un poco con sus juguetes, pero que cada cierto tiempo busque vuestra presencia.
“Los niños y niñas no juegan para aprender, pero aprenden porque juegan”.
-Jean Piaget-
¿Qué pasa si crece y no juega solo?
Si tu hijo ya ha pasado esta etapa y aun así sigue necesitando que estés presente para jugar e interactuar de manera constante con él, es necesario que consideres que hay diferentes tipos de rasgos de personalidad.
Así, mientras que algunos niños son muy extrovertidos, otros tienden a la introversión, y no hay nada de malo en ello.
Sin embargo, tener que estar presente todo el tiempo durante el juego de tu niño puede llegar a ser muy agotador, además de afectar tus horarios y la realización de tus actividades cotidianas, por lo que resulta importante ayudarlo a aprender a jugar solo.
Jugar solos, una necesidad
Más allá de un tema de conveniencia para los padres, el juego en solitario es fundamental para el desarrollo de los niños, pues a través de este aprenden a tomar decisiones, a determinar lo que les gusta y lo que no e incluso a conocerse un poco mejor.
Entonces, jugar solos es muy importante, tanto como el hecho de jugar con otras personas (bien sean adultos o sus iguales). Si a tu hijo le cuesta jugar solo no te preocupes, hay varias cosas que puedes hacer para ayudarlo en el proceso.
Tu hijo sabe cómo jugar solo, lo que sucede es que a veces los adultos confundimos el juego en solitario con la soledad y les creamos ideas erróneas a nuestros hijos. Jugar solo no quiere decir que vaya a estar en una habitación encerrado sin nadie alrededor.
Enseñarle a jugar solo implica que pueda estar jugando cerca de otras personas pero sin necesitar de su intervención constante dentro de la dinámica de juego.
Cómo ayudar a que mi hijo juegue solo
Hay algunas cosas que puedes hacer para ayudar a que tu hijo pueda jugar solo sin ningún tipo de inconvenientes. Debes tener en cuenta que se trata de un proceso paulatino que requiere de tiempo y sobre todo, mucha constancia por tu parte.
Es normal que te sientas mal al iniciar el proceso de ayudarlo a ser más independiente (generalmente es más difícil para nosotros, los adultos, que para los niños), pero ten siempre presente que todo será para que tu hijo se desarrolle, crezca y sea feliz.
Entonces, ¿qué puedes hacer? Algunas ideas para empezar:
Juega a su lado, no con él
Fomentar el juego en solitario de tu hijo requiere tiempo. No existe una fórmula mágica para que deje de pedir que juegues con él.
Una de las estrategias más efectivas es seguir jugando a su lado, pero no con él (juego en paralelo) (o estando con él, haciendo otras cosas, mientras juega).
Es decir, acompañándolo mientras juega en la misma habitación, pero haciendo otra cosa. También, explicándole que mamá o papá tienen que hacer algunas tareas y que cuando terminen, vais a jugar un ratito juntos.
Por ejemplo, si quiere jugar coloreando, déjale que dibuje algo mientras tú haces otra tarea en otra parte, pero cerca.
No lo solventes todo
Es muy frecuente que los niños a los que les cuesta jugar solos pidan ayuda de mamá o papá para hacer cosas. Si tu hijo insiste en que hagas algo que él puede hacer solo, puedes devolverle esa petición en forma de pregunta: ¿cómo lo harías tú?
O bien: ¿me puedes enseñar tú, cómo hacerlo? De esta manera empezará a familiarizarse con la sensación de tener el control sobre lo que hace y podrá empezar a tomar decisiones propias.
Cuida el momento y el lugar
Es muy importante que limites la zona de juego de tu hijo, y que no sea la casa entera su patio de juegos. Puedes utilizar una alfombra o decorar un espacio específico para que pueda jugar.
Ayudar a tu hijo a ser más independiente no quiere decir que no juegues más con él. Reserva algunos momentos del día para compartir juntos y fortalecer el vínculo afectivo.
“El mundo lúdico de los niños es tan real e importante para ellos como para el adulto el mundo del trabajo. Así que debemos concederle la misma dignidad”.
-Bruno Bettelheim-
Si tu hijo tiene dificultades para jugar solo, lo más importante es que entiendas que no hay nada malo en él, ni has hecho nada mal.
Todos somos diferentes, aprendemos y nos desarrollamos de maneras distintas. Acompaña a tus hijos con mucho amor y recuerda tratarte con el mismo amor y respeto que a tus pequeños.
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