No somos héroes, simplemente somos padres
El otro día hablaba con un amigo que está pasando por una dura etapa con uno de su hijos. En un momento dado me habló de su mujer, de la fuerza que estaba sacando, que era toda una heroína. Yo no puedo siquiera imaginar el trago que están pasando, pero no dudé a la hora de responder, pero no somos héroes, simplemente somos padres.
Para mí un héroe es aquel que se lanza contra la adversidad eligiendo un nuevo camino, muchas veces en solitario. Pero nosotros no podemos elegir el camino, nosotros no tenemos opción para rendirnos y darnos la vuelta, de nosotros, al igual que con los héroes, se espera que luchemos hasta el último aliento, por encima de miedos y temores, pero a diferencia de ellos, de los héroes, para nosotros no hay laureles, ni gloria, salvo la de ver felices a los nuestros (que ya es bastante), es el día a día, una batalla continua contra enfermedades, horarios laborales, cuentas bancarias, rabietas y el peso del nunca saber si estás haciendo todo lo que puedes y sabes que mañana será igual y que tendrás que seguir luchando.
Como ejemplo os traigo a dos padres que
Un padre lleva a hijo de 12 años a cuestas, todos los días, para que pueda ir a la escuela
Yu Xukang y su hijo viven en una zona rural de China y cada mañana, su hijo Xíao Qíang asiste a la escuela gracias a que su padre carga con él. El motivo, Xíao sufre una enfermedad que le impide caminar, así que su padre lo lleva a la espalda a través de ocho kilómetros de sendas y caminos de montañas en una cesta construida por el mismo.
Yu sabe que el cuerpo de su hijo está roto, pero su mente no y por eso, cada día se levanta para llevarle hasta la escuela, volver a su trabajo y al finalizar, volver a recogerle de nuevo para volver a casa.
La historia tiene un final feliz, o casi, pues el gobierno chino, al enterarse de la situación de este padre, le ha ofrecido una ayuda para que pueda alquilar una casa para él y su hijo mucho más cerca de la escuela.
Una madre consigue dar el pecho a su bebé tras pasar por un cáncer de mama y una masectomía durante su embarazo
Pasar por un embarazo no es coser y cantar, incluso cuando este no da más que los problemas derivados del cóctel hormonal y el aumento de peso, le podemos sumar también, los miedos e incertidumbres sobre si todo irá bien o no y que podemos resumir en nueve meses de molestias y preocupaciones.
Pero en el caso que nos ocupa, la situación se volvió muy negra. Esa madre, cuyo nombre no hemos podido encontrar, le descubrieron un cáncer de mama en estado 3 en uno de sus pechos cuando se encontraba a mitad de su embarazo. Tuvo que someterse a una masectomia y a un posterior tratamiento con quimioterapia.
Le tuvieron que inducir el parto con 36 semanas pues era necesario recibir más tratamiento. Su hijo, lejos de nacer con algún problema derivado del tratamiento de su madre o se su corto estado de gestación, hizo lo que saben hacer los recién nacidos, buscar a su madre para alimentarse, entre los ojos emocionados y maravillados del personal que había asistido al parto. Todo un superviviente.
La fotógrafa Kate Murray fue la testigo invitada de este milagro que pudo retratar con su experta cámara.
"Dar el pecho es un lazo tan sagrado, que este hacía que el corazón se me hinchara y partiera a la vez. Me siento muy afortunada de haber conocido a esta mujer y a su familia y ha sido todo un honor para mi, haber estado acompañándola en estos momentos" afirmo Kate.
El valor de unos padres
Estos han sido solo algunos ejemplos de padres que han ido más allá de cualquier límite para luchar por sus hijos. No puedo siquiera imaginar estar en la situación de esa madre que se encuentra con algo tan drástico como un cáncer justo en una etapa de ilusión y futuro. Pero el esfuerzo de ellos sirve, o al menos a mi me sirve, como apoyo para esos momentos de flaqueza, en esos momentos en que deseas cerrar los ojos y que pase el día, para continuar adelante.
No somos héroes, aunque cada día seamos capaces de hacer algo heroico, no somos héroes porque lo nuestro no viene en los genes, lo nuestro viene por necesidad, por querer lo mejor para nuestros hijos o simplemente porque no podemos bajar los brazos y dejar que nos arrollen. A veces nuestra lucha está a los pies de la cama en un hospital, otras en poner buena cara y sonreír cuando todo está en nuestra contra, otras veces en aguantar día tras día trabajos que cabrían mejor en la definición de explotación que en la de trabajo.
Luchar cada día por no salir corriendo dejándolo todo atrás, luchar por intentar salvar barcos que se hunden, vidas que se tuercen. Si, a veces, ser padre no es ni fácil ni divertido, pero habrá días en que todo merezca la pena... o al menos eso creemos.
Pero no me llames héroe, porque no lo soy, solo soy un padre más.
Foto | Kate Murray, Central european news, DarenTx en Flickr
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