En el momento en que nos quedamos embarazadas por segunda vez comienzan a presentarse muchas dudas acerca del nuevo embarazo, de cuándo será el mejor momento para decírselo a nuestro hijo, de cómo afectará a la familia la llegada de un nuevo bebé, o incluso cómo será la relación que tendrán los hermanos.
Es inevitable no sentir dudas e incertidumbre por lo que se avecina, y aunque no hay dos maternidades iguales, te adelantamos nueve cosas que con total seguridad vas a experimentar tras el nacimiento de tu segundo hijo.
Te volverás a enamorar
Es probable que en algún momento llegues a pensar que no podrás querer a tu segundo hijo de la misma forma en la que amas a tu primogénito. Y es que el amor que descubrimos tras convertirnos en madres es tan inmenso, tan arrollador y tan sumamente especial, que es imposible creer que puedas ser capaz de sentirlo nuevamente.
Pero cuando tu bebé nazca te darás cuenta de que el corazón de una madre es maravilloso, pues no solo tiene cabida para todos sus hijos, sino que el amor que es capaz de dar se multiplicará hasta límites insospechados.
Culpa
Culpa y maternidad son dos caras de la misma moneda. Y es que no hay madre que alguna vez no haya experimentado esta desagradable sensación.
Sin embargo, con la llegada del segundo embarazo la culpa comienza a adquirir aún más relevancia si cabe, e incluso es capaz de torturarnos como si de un "Pepito Grillo" se tratara.
Mayor seguridad y soltura
El dicho de que "la experiencia es un grado" cobra especial sentido durante la segunda maternidad. Aunque es probable que los primeros días con tu bebé te sientas igual de torpe y novata que te sentías con tu primer hijo, enseguida te darás cuenta de que sujetar al recién nacido, bañarlo o cambiarle los pañales es como montar en bici. Nunca se olvida.
También te sentirás más segura y confiada en cada nueva etapa que tu bebé vaya conquistando, y sabrás qué hacer sin desesperar ante cada "itis" que os visite, cada rabieta que surja o cada pequeño bache que se presente.
No hay dos niños iguales (ni aunque sean hermanos)
Una vez escuché a alguien decir que con cada nuevo hijo que nace, nace también una nueva forma de vivir la maternidad. Y es que el hecho de sentirte más "suelta" en el día a día con tu segundo bebé no significa que todo lo que viváis juntos vaya a ser una réplica exacta de lo que en su momento viviste con tu primogénito.
Cada uno de tus hijos tendrá sus propias peculiaridades, personalidad, necesidades y desarrollo único. Esto significa que es muy probable que descubras aspectos en tu segunda maternidad que nunca viviste con la primera.
Nuevos miedos
Te adelantaré algo: con la llegada de tu segundo hijo te darás cuenta de que muchos de los miedos y preocupaciones que sentías con el primero habrán desaparecido.
Y es que, como decíamos más arriba, la experiencia suma, por lo que ese miedo irracional a que deje de respirar o a que se haga un chichón cuando comienza a caminar desaparecen con el segundo.
Pero no todo es de color rosa, y en contrapartida surgirán nuevos miedos que nunca antes se te habían planteado, y que giran sobre todo en torno a la forma de criar a tus hijos y la relación entre los hermanos.
Te derretirás de amor cuando los veas juntos
Cuando nazca tu segundo bebé, una de las cosas más emocionantes que vivirás es el primer encuentro entre tus hijos. Y es que la primera vez que se conocen, que se cruzan sus miradas y que el mayor sostiene en brazos al bebé se grabarán a fuego en tu corazón, haciéndolo "estallar de amor".
Por supuesto que habrá peleas y discusiones entre hermanos (es normal y sano para su desarrollo) y también días difíciles, pero lo que primará será el amor incondicional que sentirán el uno por el otro, la necesidad de protegerse y cuidarse mutuamente, así como de buscarse para jugar y compartir tiempo juntos.
Te emocionarás nuevamente con sus primeras veces
¿Derramaste alguna lagrimita cuando tu bebé dijo "mamá" por primera vez? ¿Lloraste como nadie en su primer día de cole? ¿Te emocionaste cuando sopló la vela de su primer cumpleaños? ¿Atesoras en tu memoria y en tu corazón el primer beso que te dio, sus primeros pasos o la primera noche que durmió solito en su cama?
Pues estas mismas sensaciones las vivirás nuevamente con tu segundo bebé, y de nuevo te sorprenderás llorando emocionada por cada una de sus "primeras veces".
Revivirás continuamente tu primera maternidad
A hilo de lo anterior, aunque una madre nunca olvida los momentos, vivencias o anécdotas protagonizadas por sus hijos, cuando estas situaciones vuelven a repetirse con el segundo, el recuerdo de la primera vez se vuelve más "vivo" y "nítido" que nunca, y en consecuencia la emoción que sentimos se multiplica.
Así, cuando veas a tu segundo bebé ponerse en pie por primera vez, te emocionarás y aplaudirás al tiempo que tu memoria echa la vista atrás recordando cómo viviste ese mismo instante con tu primogénito.
Es entonces cuando empezarás a tomar conciencia de lo rápido que pasa el tiempo y de lo mucho que crecen ante nuestros ojos sin apenas darnos cuenta.
Los días no cunden como antes
Tras el nacimiento de tu segundo hijo es probable que en algún momento llegues a preguntarte qué ha pasado con el tiempo y cómo es posible que los días trascurran tan rápido.
Y es que, si tras convertirnos en madre por primera vez vivimos días complicados, en los que cuesta conciliar y/o abarcar todo lo que habíamos planeado, a medida que el número de hijos aumenta también aparece la sensación de que el tiempo mengua en la misma proporción.
Esto puede hacer que te sientas saturada o estresada en algún momento. Para evitarlo, graba en tu mente estos tres consejos: relativiza, rebaja las expectativas y suelta la culpa.
Fotos | Portada (Pexels); última foto (Pexels-Josh Willink)
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