Estoy un poco obsesionada con el tema. Mi beba, que ya ha cumplido los cuatro meses se despierta todas las noches indefectiblemente cada tres horas reclamando su comida.
Aunque hasta ahora se ha alimentado exclusivamente del pecho, el pediatra ha podido ver el cansancio en mis ojeras y me ha recomendado reemplazar la última toma del día por un biberón con cereales sin glúten para que “tire” más horas por la noche.
Conozco bebés, sin ir más lejos mi hija mayor, que a los cuatro meses dormía por la noche seis horas seguidas. Pero es muy normal que otro niños no lo hagan, aunque pasados los primeros tres meses generalmente suelen dormir más horas por la noche que durante el día.
El de mi pediatra es un buen consejo, pero tú consúltalo con tu pediatra antes de hacerlo por tu cuenta, por las dudas.
Otro práctico consejo, es que los padres seamos astutos a la hora de organizar las tomas nocturnas del bebé.
Si nos acostamos muy cansadas y sabemos que en una o dos horas le tocará comer, en vez de esperar a que nos despierte, es preferible darle la toma o el bibe antes de que el bebé tenga hambre para luego poder dormir los dos al mismo tiempo.
Por ejemplo, si al bebé le tocara comer a la dos y luego a las cinco de la madrugada, es preferible adelantarle la toma y dársela antes de acostarnos para que se despierte una sola vez a las cuatro.
Así evitamos despertarnos dos veces para hacerlo solo una. A lo mejor los primeros días el bebé esté algo despistado pero luego se acomodará y tú podrás dormir mejor.
El cansancio provocado por la falta de sueño y por los continuos despertares nocturnos es un tema que preocupa a muchos padres (entre los que me incluyo), sobre todo si ya se extiende más allá de los primeros tres meses.
Dejando para el día los horarios estrictos, de noche podemos ser más flexibles para que nuestro sueño sea más reparador.
Esta misma noche lo intento con los cereales.
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