Yo ya he hecho mi elección. He jubilado mi viejo carrito, un noble Graco que ha soportado el uso dos bebés pero ya era tiempo de cambiarlo. Luego os contaré por cuál he cambiado y en otro post haré una análisis de pros y contras del carrito que elegí, pero primero veamos cuáles son las alternativas que hay en el mercado y que prestaciones ofrecen.
Las llamadas sillas de segunda edad son, como su nombre indica, carritos para bebés a partir de seis meses que ya saben sentarse solitos.
Para esa edad necesitamos un cochecito maniobrable, compacto y ligero que nos facilite los paseos, y muy importante, que quepa cómodamente en ascensores y maleteros de coche, además de que sea cómodo para el bebé, lógicamente.
Haré un paneo general de las sillas que, según mis gustos y necesidades, son las más convenientes.
Una de las sillas que por su diseño más me gustan es la Zapp de Quinny. Es bonita, ligera, muy maniobrable, se pliega bien, pero tiene una gran contra: no se reclina el respaldo del asiento, muy incómodo si el bebé quiere dormir. Además, ha ido subiendo de precio en los últimos meses alcanzando los 200 euros cuando hace un año se conseguía por 150.
En un estilo de diseño parecido está la silla Verve de Britax de tres ruedas también muy ligera (6 kg) y compacta que incorpora una posición de reclinado, una ventaja con respecto a la anterior. Su precio, también alrededor de los 200 euros.
Otras sillas bastante completas que tienen muy buena aceptación son las Maclaren, firma especializada en sillas de segunda edad. Dispone de varios modelos que parten desde una silla básica Volo sin posiciones de respaldo, sólo para ocasiones puntuales que parte de los 114 euros, hasta el modelo Techno XLR 2007 mucho más completa de 260 euros, que puede ser utilizada desde el nacimiento.
Chicco también tiene una línea de sillas de segunda edad bastante amplia, pero no es el diseño que a mí más me gusta. La silla London se consigue por muy buen precio (unos 70 euros), es simple, el diseño no es gran cosa pero se ve práctica. Tiene 5 posiciones de reclinado, pesa 6 kg y se cierra como un piragüitas.
Por último, y esta es mi elección, me quedo con la silla Micralite (la de la foto) que en España la vende Jané. Hemos hablado de ella en el blog, pero en las calles casi no se ve. Tiene un diseño moderno, de cuatro ruedas (las 2 de atrás de inflan con aire) y por lo que más destaca es por su sistema de pegado.
Se puede cerrar realmente con una mano, se pliega como un piragüitas escondiendo las ruedas delanteras dentro de las traseras y queda muy planita además de quedar de pie, que por el sitio donde la guardo en casa es fundamental.
El respaldo tiene dos posiciones, una más erguida y otra más reclinada para que el bebé pueda dormir cómodamente. El precio, una ganga. Como os comenté en su momento, se consigue a través de la web de JanéOutlet por 100 euros más gastos de envío pero no se puede elegir color.
En otro post la analizaré más a fondo y les comentaré sus ventajas y desventajas.