El Dr. Thomas Verny es un famoso psiquiatra fundador de la Asociación Norteamericana de Psicología Prenatal y Perinatal y autor de otro libro que ya os presentamos hace tiempo: “La vida secreta del niño antes de nacer”.
En esta ocasión hablaremos sobre: “El vínculo afectivo con el niño que va a nacer” que escribió junto a la Pamela Weintraub, especialista en conscienca y crecimiento personal. Tiene una tercera obra: "El futuro bebé, arte y ciencia de ser padres" que dejaremos para otro día.
El subtítulo del libro lo aclara todo: “Un programa de 9 meses para tranquilizar, estimular y comunicarse con su bebé”. Y consiste en un trabajo que dura todo el embarazo, con 47 ejercicios para realizar tanto por la madre como el padre (si está presente y quiere) y que convertirá la gestación en una vivencia mucho más positiva, consciente y vinculante para los tres.
Yo tengo ambos libros y los recomiendo. Es verdad que hace años muchas de las afirmaciones vertidas causaban extrañeza y escepticismo, pero con los años las evidencias son aplastantes: el niño que va a nacer es una persona profundamente sensible, capaz de establecer desde el seno materno una sólida relación con sus padres y con el mundo externo.
Y aquí ya hemos mostrado varios estudios sobre las negativos efectos del estrés y la depresión de la madre sobre la vida futura del niño y lo contrario.
Los autores sostienen que la vida prenatal y la experiencia del nacimiento son profundamente determinantes de la personalidad y aptitudes de todo ser humano, y citan cómo innumerables músicos estuvieron expuestos a la influencia de la música durante su gestación, y que en muchas ocasiones características como la confianza en uno mismo, la tendencia a la depresión y los comportamientos adictivos están ligados a experiencias durante la vida intrauterina.
Pero tampoco tenemos que ser catastróficos porque una buena crianza y sobredosis de amor puede compensar un frío o doloroso embarazo y un mal parto.
El libro es una oportunidad de vivir el embarazo como una época de crecimiento personal y nos da muchas herramientas divididas en los 9 meses. Pero aunque lo empecemos a aplicar en un embarazo avanzado también funciona y nos explican como acumular los ejercicios.
Las sugerencias son muy variadas: escribir un diario, trabajar con los sueños, relajaciones, visualizaciones, música, diálogos con la pareja, afirmaciones, estimulación táctil, estimulación verbal, dibujo libre, mandalas, jugar con arcilla (como las embarazadas del proyecto Mater Láctea), respiración, … Y lo más importante es que enseñan a combatir los pensamientos negativos, ansiedades y miedos.
Todos los ejercicios son muy fáciles de realizar y están explicados en detalle. La verdad es que practicar el libro no entraña ningún tipo de dificultad, sino dedicación y cierta constancia.
Los ejercicios varían según la adquisición de más capacidades del bebé en el útero, así por ejemplo, en el cuarto mes el bebé ya tiene bien desarrollado el tacto y el gusto, y se potencia este aspecto.
También mencionan del método Tomatis del que Eva ha hablado en varias ocasiones.
Según los autores: “es muy probable que el bebé que se ha ido gestando mientras sus padres trabajaban con nuestro sistema de armonización intrauterina llegue al mundo con una curiosidad y un estado de atención superiores a lo que es habitual, con un poderoso sentimiento de armonía y con la seguridad de que lo aman”.
Sólo por esto merece la pena comunicarnos con nuestro hijo en el útero, sea con este libro o con cualquier otra ténica.
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