Blogs de papás y mamás (LXIV)

Blogs de papás y mamás (LXIV)
Sin comentarios
HOY SE HABLA DE

Hoy voy a disfrutar como pocas veces con este repaso por los blogs de papás y mamás. La red está en llamas. Los blogs de maternidad y paternidad están muy activos esta semana. Los autores de muchos de ellos se han decidido a no quedar mudos ante la noticia de las declaraciones del Ministro de Trabajo sobre su gran idea sobre la concilicación y la igualdad de sexos: la escolarización de los bebés.

Louma, desde Amor Maternal, reflexiona sobre el término conciliación, que es, en realidad, un objetivo que debería permitir un desarrollo laboral que fuera compatible con una vida familiar sana, que se basa en el contacto de padres e hijos, no en su separación la mayor parte de las horas del día. También nos habla de la libertad de elección, sin la que las mujeres no podemos ser libres de verdad, y tambien sobre los costes reales de las guarderías frente al de una baja maternal remunerada suficientemente larga. Incluso propone una manifestación de blogs por la Verdadera Conciliación en España.

La Mamás sin complejos, Belén, reclama que los ciudadanos nos hagamos conscientes y reclamemos a los que nos gobiernan medidas que de verdad favorezcan nuestra vida y no solamente la economía, por mucho que el bienestar se sustente en ella, el bienestar económico no puede primar sobre derechos y necesidades importantísimas, como son las de los bebés.

Pero señores míos, puede que seamos borregos, que lo somos, pero ¿tontos?, yo al menos de tonta no tengo un pelo, y es obvio que es muy bonito vendernos la moto de la conciliación cuando lo que pretendemos es favorecer la economía por encima de cualquier otro bien social, familiar o personal.

Definitiva, diria, que ha estado Ileana desde Tenemos Tetas. Contundente. Con datos que explican que un mercado de trabajo que prime sobre la felicidad y el cuidado de los niños nos aboca a una sociedad deshumanizada y propone un modelo en el que padres y madres, hombres y mujeres, nos centremos en la mayor de las riquezas, que es dar a nuestros hijos una infancia feliz y acompañada. Califica, certeramente, esta sociedad de niño-fóbíca, pues aleja a los niños de la vida cotidiana, del trabajo y hasta del ocio, proponiendo espacios acotados para la infancia. Nos habla de las bajas maternales de los países con mayor igualdad de sexos, como son los nórdicos y nos propone reflexionar sobre modelos de igualdad como el ecofeminismo y el feminismo de la diferencia.

María, madre y doctora en biología, autora de Reeducando a mamá, escribe una maravillosa carta abierta al Ministro, en el que le recuerda que los bebés necesitan estar con sus madres y padres, y los padres y madres necesitan estar con sus hijos. Le advierte que no tiene ni la más mínima intención de dejar a su recién nacido en manos extrañas y que eso no puede considerarlo como una prioridad social, sino como un mal modelo de conciliación e igualdad.

Violeta, la autora de Criar a Contravía, casi grita que no parimos hijos para la guerra. Y es que, preparar a nuestros hijos como robots, separados del vínculo, el afecto, el contacto, les privará de la confianza y una forma de ver la vida con ternura, abocándolos a ser peones en un sistema que solo piensa en la producción y no en las personas y sus sentimientos.

Desde Estudio sobre el útero, Mónica, le escribe también al Ministro otra carta abierta, deseándole que sea amado, ofreciéndole un abrazo y recordándole que, por mucho que pueda favorecer al mercado que las mujeres dejen a sus bebés en la guardería, antes que el dinero está el hecho de que nos amamos y amamos a nuestros hijos, y que por eso, el objetivo no puede ser el separarnos cuando más nos necesitan de nosotras, sino lograr que podamos criarlos de forma cercana y a eso deberían dirigirse las medidas de conciliación laboral.

Enfadada está Mamá contra corriente, que señala que el Ministro ha propuesto esclavizar a madres y padres. Le acusa de poner los intereses económicos por encima de las necesidades de los niños y de querer separarnos de ellos, para adoctrinarlos, de soñar, quizá incluso, un mundo donde las mujeres no tengamos ni que parir, para ser iguales a los hombres, y los niños nazcan de una probeta y un útero artificial, para luego ser criados por el Estado, lejos de sus familias. Se les han caido las caretas, afirma.

Irene, desde Ser mamás, nos pregunta si nos ha gustado el regalito de despedida que nos ha dejado el Ministro de Trabajo, algo que parece una burla en esta sociedad sumida en la crisis. ¿La solución al paro y la pobreza es que dejemos a los recién nacidos en la guardería?. Nos recuerda que este señor, el que nos ha dejado estas declaraciones como regalito a las mujeres en el Día de la Madre, votó en contra de ampliar la baja maternal a 20 semanas y ahora nos viene con el cuento de que es mucho más barato y efectivo montar un millón de guarderías nuevas.

Ana, de Creciendo con David, espera que el buzón del Ministro esté colapsado de quejas por sus desafortunadas declaraciones, y le pregunta, sinceramente, si de verdad piensa que separar a un recién nacido de su madre no puede tener secuelas. Una generación de niños que sean separados de sus madres, cuando son indefensos y vulnerables, conseguiría una generación de adultos manipulables. ¿Es eso lo que quieren?

Paula y sus cosas se une a este clamor y le cuenta al Ministro que lo que habría que conseguir es que ninguna mujer tema perder su empleo por estar embarazada, pero que conciliar no es condenar a las mujeres a ser "hembras de cría" que solamente paran a los hijos negándoles el abrazarlos, alimentarlos, escuchar sus primeras palabras y enseñarles el mundo, decidiendo, libremente, si se incorporan de nuevo al trabajo tras una baja suficiente o se quedan cuidándolos personalmente.

Y termino con Socmare, de Madre Tierra. Nos desea felicidades en el Día de la Madre. Y le pide al señor Ministro que cuando felicite a su madre o a su esposa, les pregunte si se habrían sentido felices de dejar a sus hijos en manos de otros nada más nacer para volver a sus trabajos lo antes posible. ¿Se sentiría felizmente reconocida, liberada e integrada una mujer en una sociedad que para garantizarle su vida profesional no se le ocurre nada más que separar de su cuerpo cálido el cuerpo indefenso y a medio hacer de su bebé?

He disfrutado leyendo mis blogs favoritos y haciendo este repaso por los blogs de papás y mamás, como siempre, pero además, me he animado al ver que una parte de la sociedad no está dispuesta a que la producción y la gran batalla de la igualdad de sexos pase por encima de las necesidades de los pequeños, que son, al fin y al cabo, el futuro y la mayor riqueza de la que un país dispone.

Temas
Comentarios cerrados
Inicio