Eva nos explicaba hace unos días cuáles son los tipos de fotoprotectores que podemos encontrar en el mercado y algo fundamental, cómo elegir el más adecuado para nuestro bebé.
Pero además de saber escoger la crema solar más adecuada, igual de importante es aplicarla de forma correcta para que su resultado sea realmente efectivo. De nada nos sirve la mejor crema si no la utilizamos bien.
Una encuesta reciente ha revelado que sólo un 12,4% de las personas consultadas se aplica de forma correcta el filtro solar, lo cual es preocupante, y más aún cuando hablamos de la salud de la piel de los niños.
Veamos qué hay que tener en cuenta para una correcta aplicación de la crema solar en los más pequeños:
- Los pediatras no se ponen de acuerdo sobre si es conveniente o no aplicar protección solar en crema a los bebés de menos de 6 meses. Algunos afirman que puede haber riesgo de irritaciones o de intoxicación, mientras que otros consideran que la delicada piel del bebé es muy susceptible al daño solar y deber ser protegida con un factor alto.
Consúltalo con tu pediatra y en caso de desaconsejarlo debes tomar otras medidas para proteger al bebé del sol como una sombrillas, camiseta, gorra, evitar la exposición en horas centrales del día, etc.
Antes de aplicar la crema en todo el cuerpo, debes probarla en una zona pequeña de la piel del niño por si algún componente pudiera causarle alguna irritación o reacción alérgica.
Aplicar la crema 30 minutos antes de la exposición al sol (es decir en casa antes de ir a la playa o a la piscina) para que ésta pueda absorberse. Además en casa hay menos distracciones pudiendo aplicarles la crema sin que pretendan escaparse cada dos segundos.
Conviene volver a colocar crema después de cada baño, aunque realmente la mayoría de las cremas que encontramos hoy en día son resistentes el agua manteniendo la protección incluso después de un baño. Por si acaso, reforzar pero con la piel seca.
También reforzar la aplicación después de dos horas de exposición al sol. No basta con una aplicación para todo un día de playa o piscina.
No escatimar en crema. Los expertos recomiendan aplicar dos miligramos por centímetro cuadrado de piel seca, pero como es complicado (por no decir imposible) lo de hacer cálculos cuando le aplicamos crema a los niños, basta con extender una capa gruesa y uniforme en la piel seca con cuidado de no dejarnos partes sin echar.
Aplicar protector en zonas que solemos olvidar como la nariz, los pabellones auriculares, los hombros, los empeines, el cuero cabelludo y en la parte posterior de rodillas y piernas.
Aplicar con mucho cuidado cerca de ojos pues algunos componentes de las cremas pueden ser irritantes.
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