Cargamos la bolsa con las toallas, el almuerzo, agua, crema protectora... ¡y a refrescarse! Es veranito, las piscinas se llenan y queremos disfrutar de un baño seguro en la piscina con los niños. Lograremos pasar un buen rato siguiendo estas recomendaciones.
En primer lugar, es necesario que vigilemos continuamente a los niños, pues de nosotros depende su seguridad. Ellos pueden saber más o menos normas (más abajo os contamos cuáles son estas normas), pero siempre se les puede olvidar alguna o pueden actuar sufriendo algún peligro que les pase desapercibido, y para eso nos tienen a nosotros.
Por eso, no podemos permitir que el cuidado de los niños (ni mucho menos de los bebés) recaiga en otros niños aunque sean mayores. Es nuestra responsabilidad acabar la jornada de piscina contentos, y además es un tiempo perfecto para pasar en compañía de los niños y no vigilando desde la distancia. Nos llevaremos menos sustos y acabaremos menos cansados.
Además, recordemos que la misión del socorrista es el rescate y el salvamento acuático cuando sea necesario, pero la vigilancia de los menores es una responsabilidad del padre, la madre o tutor. Por ello no podemos delegar en el socorrista, que puede que tenga decenas de personas en el agua...
La atención sobre los pequeños se debe poner tanto cuando están en el agua como cuando juegan cerca de ella. Además, los ahogamientos se producen de forma rápida y silenciosa, y en los casos con víctimas suele tratarse de pocos minutos, quién sabe si segundos, de "despiste".
Y ese despiste o ese bajar la guardia suele producirse con más frecuencia en entornos conocidos, pero recordemos que la mayoría de los casos de ahogamientos y lesiones se producen en el entorno familiar, en bañeras, piscinas hinchables o piscinas privadas, como veremos más abajo.
Los pequeños que no saben nadar ni flotar (o son pequeños, o acaban de aprender a nadar...) deben llevar chalecos salvavidas, dentro del agua y si juegan cerca de la piscina. Recordamos que los flotadores y los manguitos tienen sus riesgos y son menos seguros que un chaleco.
Atención también a otros juguetes acuáticos peligrosos, como esos flotadores donde se introducen las piernas por sendos agujeros, o las pistolas de agua...
En el caso de los bebés, están especialmente indefensos y tengamos en cuenta que un bebé puede ahogarse en tan solo unos centímetros de profundidad, por lo que no pueden estar solos ni un momento ni aun en la piscina más pequeña. Hay que estar siempre con ellos.
Un último consejo, aunque esperamos no tener que hacer uso de él. La supervivencia en un "casi ahogamiento" depende de la rapidez del rescate y del tiempo que se tarde en restaurar la respiración. Por ello conviene que los padres tengamos nociones de primeros auxilios y resucitación cardiopulmonar. Recordemos la conducta a seguir cuando se produce cualquier accidente: PAS: proteger, actuar y socorrer.
Piscinas en casa
Si tenemos una piscina privada en casa o en una urbanización, es necesario que cuente con los sistemas de seguridad necesarios para evitar que los niños accedan a ella sin supervisión. El cercado completo de la piscina, con una puerta de seguridad y la altura suficiente para que un niño no la pueda saltar ni escalar.
También existen alarmas que avisan si un cuerpo cae al agua, pero no podemos dejar de guardia a un aparato que podría fallar, desconectarse...
Si lo que hemos utilizado es la piscina hinchable, hay que vaciarla inmediatamente después de usarla y no dejarla con agua. Recordemos que este tipo de piscinas también entrañan riesgos, y cada año se producen muertes de niños menores de cinco años en piscinas hinchables que están en casa, en terrazas, el jardín...
En las piscinas públicas no se puede beber, pero atención si se ha consumido alcohol, porque los adultos relajan la vigilancia.
Comportamiento seguro del niño bañista
Ya hemos hecho todo lo que podemos "desde fuera", hemos asegurado la piscina, estamos vigilando a los niños y con ellos... pero, ¿qué deberían saber ellos acerca de cómo comportarse en la piscina?
Si tuviéramos que "aleccionar" a los niños con una guía básica de seguridad, estos serían los puntos imprescindibles que han de conocer. No se trata de estudiarlos sino de hablarlos en casa y de camino a la piscina, pero sobre todo de recordarlos cuando estemos allí con ellos. Las normas de seguridad son esenciales para evitar las conductas de riesgo.
- Nunca se ha de entrar en la piscina cuando esté cerrada o sin la vigilancia del socorrista y de un adulto.
- Es muy peligroso correr por el borde de la piscina debido al riesgo de resbalones que podrían acabar con el niño dentro del agua (y el consiguiente riesgo de ahogarse) o con lesiones por traumatismo (propias y/o dañando a otros).
- En la piscina se ha de jugar sin correr ni empujar o tirar a otros niños al agua, podrían golpearse la cabeza u otra parte del cuerpo con el borde de la piscina.
- Dentro del agua no se ha de jugar a hacer "ahogadillas".
- Si la piscina está cubierta con una lona nunca hay que intentar meterse, ni saltar o caminar encima de ella, ya que el niño podría caer al agua y luego no poder salir.
- Es muy peligroso tirar de las rejillas que cubren los desagües en las piscinas porque la fuerza de la succión es tan grande que puede tirar de una persona y atraparnos en el fondo.
En cualquier caso, repito que los adultos somos responsables de nuestros hijos y por lo tanto aunque les hayamos hablado de estos comportamientos seguros, si no los cumplen hemos de hacérselo saber (además, normalmente se aprende "sobre el terreno" con la práctica) y velar por su seguridad, la del resto de bañistas y también por respeto a los demás.
Esperamos ahora sí que paséis una jornada estupenda en la piscina con los niños siguiendo estas recomendaciones de seguridad para que todo sea perfecto. Disfrutaréis mucho de la refrescante piscina este verano...
Fotos | Eva Paris en Bebés y más y georgeparrilla en Flickr-CC Más información | BOE En Bebés y más | Niños y medios acuáticos: recomendaciones para el verano 2013, Disfruta del agua y evita los riesgos: guía para las familias,