Somos muchas las familias que elegimos el tren como medio de transporte para desplazarnos durante las vacaciones. Además de ahorrarte horas con respecto a los tiempos de embarque que supone un viaje en avión, brinda mucha comodidad en aspectos como el no tener que separarte de tu equipaje, incluido el carrito del bebé que lo tendrás contigo en cuanto llegas a tu destino. Con respecto a viajar en coche, es menos frecuente que los niños se mareen y lo mejor es que no necesitas conducir: en caso de viajar ambos padres, sois dos los que podréis atender a los niños.
Para que la experiencia sea más llevadera y tranquila para los niños, hemos preparado una serie de consejos que podrían ayudarte.
Compra con antelación los billetes
Por disponibilidad de asientos, es conveniente comprar con antelación los billetes. En ese caso ten en cuenta que si viajas con más niños pequeños, elegir asientos con una mesa en medio puede ser una gran opción para comer o jugar.
En Renfe, los viajes en AVE, Avant y media y larga distancia, los menores de tres años acompañados por un adulto viajan gratis, siempre que no ocupen un asiento. (es decir, que irán en brazos), aunque es indispensable sacar un billete gratuito de niño. Además, los billetes para niños con menos de 14 años de edad que ocupan plaza tienen un 40% de descuento en todas las plazas y los trenes.
En trenes de Cercanías y Rodalies las condiciones de viaje de los menores son diferentes. En Cercanías, viajan gratis los menores de 6 años (hasta un máximo de dos niños por billete de adulto). En Rodalies, viajan gratis los menores de 4 años.
Llega con tiempo a la estación
Las prisas son muy malas, especialmente cuando viajamos con niños. Asegúrate que tienes el tiempo suficiente para llegar a la estación, pasar los controles pertinentes, ubicar el andén, acomodarte con los niños en el asiento y tener algo de tiempo extra por si ocurre algún imprevisto.
Habla con los niños sobre lo divertido que es viajar en tren
Si el bebé ya es un poco mayor, una de de las mejores cosas que podemos hacer antes de una experiencia como esta, es hablar sobre a lo divertido que puede ser y sobre lo que nos espera en el destino. Puedes hacerlo a través de libros, ya que para ellos es un poco más fácil comprenderlo si lo hacemos de forma gráfica.
Prepara una mochila para tener a mano lo necesario
Por muy corto que sea el trayecto, asegúrate que tienes a la mano comida, ropa, pañales, toallitas y algunos juguetes para que el bebé se pueda entretener.
Si tu bebé se alimenta de lactancia materna pero por algún motivo quieres llevarla extraída, consulta en este post las recomendaciones de una asesora de lactancia para su correcta conservación.
Durante el viaje, da pequeños paseos con los niños por los vagones
Una buena forma de hacer más corto el viaje, es dar pequeños paseos a lo largo del tren. Así te aseguras de que no les resulte tan monótono y cambien un poco de actividad mientras llegas al destino.
Si viajas con coche de bebé
Ten en cuenta que los coches deben estar plegados al subir al vagón, y que la única posibilidad de llevarlos abiertos es ponerlos en una plaza para personas con discapacidad, siempre y cuando no vayan ocupados.
Por eso si viajas sola(o) y tienes un bebé de brazos, en la medida de lo posible viaja con mochila de porteo y una maleta pequeña. De esta forma te será más cómodo movilizarte a la subida y bajada del tren.
A la hora de cambiar al bebé
Con respecto a los cambiadores, casi todos los trenes cuentan con uno, aunque no están disponibles en todos los aseos. Son un poco incómodos, pero tienes la posibilidad de cambiar al bebé en un sitio diferente al asiento en el que viajas.