En apenas dos semanas darán comienzo las vacaciones escolares, y ya son muchas las familias que están ultimando detalles para disfrutar de un merecido descanso en el destino vacacional elegido.
Si vas a viajar por primera vez en avión con un bebé o niño, quizá tengas muchas dudas acerca de cómo será el viaje o si tu peque lo llevará bien, especialmente si se trata de un vuelo de larga duración.
Para que la experiencia sea más llevadera y tranquila para los niños, hemos preparado una serie de consejos que podrían ayudarte.
Explícale con antelación qué supone viajar en avión
Si tu hijo ya no es un bebé, conviene explicarle con suficiente antelación el tipo de viaje que vais a hacer, cómo es un avión, lo que podrá o no hacer durante el vuelo...
Recuerda que debes adaptar tus palabras a su edad y entendimiento, y responder todas las dudas que tenga al respecto (¡probablemente sean muchas!). También puedes ayudarte de cuentos o dibujos animados donde los protagonistas viajen en avión para recrear algunas escenas que probablemente viviréis.
Elige aerolíneas preparadas para viajar con niños
Aunque no siempre es posible, si tienes oportunidad elige una aerolínea especialmente preparada para viajar con niños, pues sin duda la experiencia resultará más agradable e incluso divertida para los peques. Este tipo de aerolíneas suelen contar con asientos espaciosos para los niños, menús infantiles o pequeños detalles y regalos a bordo para que el viaje sea más ameno.
Ten en cuenta las necesidades de tu hijo y el horario del vuelo
A la hora de seleccionar el horario de tu vuelo, intenta adaptarlo en la medida de los posible a las rutinas y necesidades de tu hijo. Por lo general, los viajes que transcurren durante el día suelen ser más tediosos para los niños, mientras que los vuelos nocturnos en donde el peque puede ir durmiendo se hacen más llevaderos. Nadie mejor que tú conoce las necesidades de tu hijo y la franja horaria en la que mejor le sentaría hacer el viaje en avión.
También hay que tener en cuenta la duración del vuelo y las necesidades que pueden surgir a lo largo del mismo. Y es que no es igual realizar un vuelo de 50 minutos, que un viaje transoceánico de 9 horas de duración en donde el niño tendrá momentos de hambre, sed, sueño, ganas de jugar... Recuerda que sus necesidades deben ser siempre una prioridad.
Consulta la política de transporte de comida y bebida
Es posible viajar con comida y bebida, pero antes de hacerlo te recomendamos consultar la política de transporte de líquidos y comida.
Si tu bebé se alimenta de lactancia materna pero por algún motivo quieres llevarla extraída, consulta en este post las recomendaciones de una asesora de lactancia para su correcta conservación.
En caso de que tu hijo necesite medicinas durante el vuelo, deberás llevar contigo la receta médica o justificación de su condición particular.
No olvides su documentación
Según podemos leer en la web de Iberia, si el viaje en avión es por España y tu hijo es mayor de 14 años deberá llevar DNI o pasaporte. Los menores de esta edad no están obligados a llevar esta documentación, pero sí tendrás que aportar el Libro de Familia.
Para vueltos internacionales, tanto por Europa como en otros países, Todos los menores deben presentar su propio documento DNI o pasaporte, además de cumplir con los requerimientos del país de destino.
Los requisitos para obtener el DNI de un menor son:
- Aportar el DNI del padre o la madre
- Certificación literal de nacimiento o certificado de inscripción de la nacionalidad española
- 1 foto de carné
- Certificado o volante de empadronamiento
- 12 euros
Para obtener el pasaporte de un menor se necesita:
- DNI del menor o en su defecto una certificación literal de nacimiento
- Libro de Família
- 1 Foto con fondo blanco
- Consentimiento de ambos progenitores
- 30 euros
Llega al aeropuerto con tiempo suficiente
Las aerolíneas siempre recomiendan llegar con suficiente tiempo al aeropuerto, para que si surge algún imprevisto podamos solventarlo sin prisas ni riesgo de perder nuestro vuelo.
Pero este consejo es más importante aún si viajamos con niños, no solo porque sus necesidades son prioritarias y pueden presentarse en cualquier momento (por ejemplo, ir al baño, cambiar un pañal, dar de comer...), sino porque los niños no deberían tener que vivir las prisas y el estrés de los adultos por no llegar a tiempo al avión.
Haz ejercicios y juegos de relajación mientras esperáis el embarque
Si tu hijo ya no es un bebé, una vez que estéis en la sala de embarque podéis aprovechar para jugar con juegos o juguetes que fomenten la atención plena y la calma (por ejemplo, peinar a una muñeca, jugar al ajedrez, colorear, hacer un puzzle...). También podéis hacer ejercicios de respiración consciente o incluso meditación.
De este modo, si el niño está nervioso o eufórico con la idea de montar en un avión, lograrás rebajar sus niveles de ansiedad y fomentar un estado de calma que os beneficiará durante el vuelo.
No pierdas de vista a tu hijo ni un segundo
Aunque pueda resultar una obviedad, no pierdas nunca de vista a tu hijo, especialmente en el caso de bebés que están empezando a caminar o niños que no paran quietos ni un segundo.
Perder de vista a nuestro hijo es uno de los mayores terrores de los padres, y los aeropuertos son espacios muy amplios y llenos de gente en donde en un abrir y cerrar de ojos los niños podrían despistarse.
Ten siempre a mano todas sus pertenencias
Asegúrate de guardar en el equipaje de mano todas aquellas cosas que tu hijo podría necesitar a lo largo del vuelo; desde su muñeco favorito, hasta su chupete o biberón, cuentos, cuadernos y lápices de colorear, una baraja de cartas... y por supuesto, su propia comida o bebida si es el caso.
En este artículo te dábamos recomendaciones de juguetes pequeños para llevar en el bolso y entretener a los niños fuera de casa. Si tu hijo es todavía un bebé deberás llevar también su bolsa de aseo y una o dos mudas de repuesto en función de la duración del vuelo o de otras necesidades que consideres.
Evita el taponamiento de los oídos
Viajar en avión conlleva un cambio de presión que puede afectar a los oídos, acarreando molestias como pitidos o taponamiento. Para intentar que la presión vuelva a equilibrarse podemos hacer lo siguiente:
- Ofrece agua a tu hijo frecuentemente, pues al tragar se abren las trompas de Eustaquio y se libera la presión.
- Anímale a bostezar cuando sienta que el oído se ha taponado.
- Si el niño es mayor, puede ayudarle masticar chicle.
- Pide a tu hijo que "sople por las orejas", es decir, se tape la nariz y la boca y trate de expulsar el aire haciéndolo salir por los oídos.
- Para niños más pequeños, el chupete puede ser un gran aliado.
- Si tu bebé toma leche materna, póntelo al pecho especialmente en los momentos de aterrizaje y despegue, y si toma biberón ofrecérselo también en estos momentos clave.
Procura que tu hijo esté cómodo durante el vuelo
Aunque el espacio en el interior del avión sea reducido, es recomendable dejarse asesorar por la aerolínea para elegir los mejores asientos para niños, tanto por su ubicación como por sus dimensiones.
Igualmente, puedes adoptar algunas medidas que hagan que los niños estén más cómodos durante el vuelo, como por ejemplo:
- Acondiciona el asiento en el que tu peque viaja para que pueda tumbarse o recostarse y así le resulte más cómoda dormir durante un rato.
- Hazte con una pequeña almohada o cojín para reposar la cabeza.
- Es aconsejable que guardes en tu equipaje de mano una manta ligera o una chaqueta, pues el aire acondicionado del avión puede resultar molesto.
- Ofrece con frecuencia al niño tanto bebida como comida, especialmente en el caso de vuelos de larga duración.
Recuerda: los niños son niños y como tal se comportan
Si no has viajado nunca en avión con niños pequeños es normal que tengas dudas sobre el comportamiento que tendrá tu hijo dentro del avión. Al fin y al cabo, por su naturaleza inquieta, impulsiva y exploradora, los niños necesitan moverse en libertad, y el interior de un avión no es el mejor sitio para ello.
En este sentido, hay padres que temen que sus hijos puedan molestar a otros pasajeros, estallen en una rabieta en pleno vuelo y no sepan cómo calmarlos, o simplemente no se comporten según lo esperado socialmente.
Nuestro consejo es que no te pongas expectativas, ni te sientas presionado por el qué dirán los demás. Los niños son niños, y se comportan como tal en cualquier momento y situación. Evidentemente, los padres debemos hacernos cargo de ellos, ser respetuosos con los demás, establecer límites claros, y procurar que estén tranquilos atendiendo sus necesidades de forma prioritaria.
Pero si aún así, sus emociones se desbordan durante el vuelo y esto afectara a su comportamiento, recuerda la importancia de mantener la calma, no enfadarte con tu hijo y pedir ayuda si la necesitas. Seguro que encontrarás a muchas personas dispuestas a echarte una mano para calmar y entretener a tu peque.