El objetivo de salir de excursión es que los niños descubran la naturaleza y aprendan cosas nuevas. Para desenvolverse bien en ella, los niños deberán aprender a utilizar todos sus sentidos. Por eso es muy importante andar cerca de ellos para irles explicando el nombre de los árboles, y de algunas plantas de campo como el tomillo, el romero o la jara, y cómo las utilizan las abejas, los pájaros y los conejos.
Para que los niños no se cansen ni se aburran lo mejor es apoyarse en el juego como medio para descubrir el entorno. De esta forma, los niños irán familiarizándose y descubriendo cómo es la vida en el monte.
Cuando aprendan a apreciarla, los niños se darán cuenta de que la naturaleza nos permite disfrutar de grandes momentos que recordarán toda su vida.
Gracias a este tipo de actividades, nuestros pequeños urbanitas pueden llenar sus pulmones de aire fresco, y disfrutar de una experiencia llena de emociones fuertes. No obstante, conviene salir de casa preparados para cualquier eventualidad.
Cómo equiparles bien
Por este motivo, conviene equiparles con ropa cómoda y calzado adecuado, y con una mochilita donde además de una cantimplora o botella de agua, un bocadillo para la comida, galletitas Osito LULU para la merienda o como tentempié si se sienten cansados, metamos también ropa seca por si se cayesen al agua de algún río, un gorro, un impermeable, loción antimosquitos, y la crema para el sol.
Aprender a convertirse en personas autónomas es toda una aventura, y deportes como el senderismo son un excelente vehículo para hacer ejercicio físico, conocer su propio cuerpo y sus posibilidades de acción. No hay nada más agradable que pasar el día al aire libre disfrutando de todo lo bueno que tiene la naturaleza.
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