A partir de una cierta edad, muchos niños comen mejor en el colegio que en casa, los padres en ocasiones se pueden llegar a desconcertar por este hecho pero es una conducta totalmente normal.
Son varios los factores para que esto ocurra, los mas pequeños gustan de imitar las conductas que observan alrededor de ellos, además el hecho de comer junto a otros niños les anima a comer más y más variado. También es muy importante e influyente la relación que tengan con la persona que esta encargada del comedor ya que esta relación es más objetiva que la que mantengas los padres.
La neutralidad de la encargada del comedor es muy importante y su actitud en la mayoría de ocasiones evita el chantaje emocional con la comida a diferencia de la situación en casa donde en ocasiones los pequeños suelen hacer este tipo de chantaje. En el comedor escolar se crea una rutina importante, la de comer todos los días a la misma hora, además el variado menú permite disfrutar de varias comidas totalmente diferentes diariamente.
Los padres no deben molestarse por esta actitud y deben adaptar su modo de hacer para que el niño se sienta tan bien en casa como en el colegio, proporcionarle una dieta variada y equilibrada, no obligarle nunca a comer y mucho menos regañarle si no lo hace. Hay que habituarse a seguir una rutina horaria y darle siempre de comer en el mismo lugar.
Intentar que el niño colabore en la mesa con la preparación de esta y procura dejarle comer solo aunque de vez en cuando le des una cucharada de comida.
Lo importante es que el niño se desarrolle adecuadamente y que los padres contribuyan a ello, es mejor que coma bien en el colegio ya que facilitara la tarea de que coma bien en casa.
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