Ayudar a que los niños aprendan de manera fácil y divertida es un tema que ocupa a muchos padres. Y es que todos queremos que nuestros niños crezcan y se desarrollen tanto como sea posible. Uno de los principales temas con los que trabajamos con los más pequeños es su relación con los colores.
Aprender a distinguir todos los colores no es algo que tu bebé pueda hacer apenas nace, pues la maduración de su sistema visual no se lo permite. Eso sí, sabemos que los recién nacidos pueden ver el contraste de las formas en blanco y negro, y pueden ver algún color desde el nacimiento, solo que tienen que ser muy intensos.
Por otro lado, suelen tener preferencia por los colores brillantes que llaman su atención, particularmente el rojo.
Evolución de la visión
A los tres o cuatro meses, su visión ya les permite empezar a diferenciar las tonalidades de los colores, particularmente entre el rojo y el verde, aunque todavía necesitan una mayor diferencia entre los colores para poder verlos.
Y entre los cinco y los ocho meses los bebés desarrollarán una percepción más profunda, que les permitirá diferenciar cinco categorías de colores.
¿Cómo enseñarles los colores a los niños?
Así, una vez que tu niño ya sea capaz de distinguir y aprender los colores, ¿cómo enseñarle? Aquí te daremos algunas ideas para acompañarlo.
Veo-veo para niños
A partir de los tres años podemos iniciar el clásico juego del "veo-veo" con los niños, buscando un objeto de un determinado color, y diciendo, por ejemplo: "veo algo amarillo... ¿qué es?"
Y que tu pequeño lo tenga que adivinar. Y así con los colores que queráis.
Cuentos infantiles
Una de las mejores herramientas con las que contamos para ayudar a estimular el aprendizaje de los niños es, sin lugar a dudas, los cuentos infantiles.
Y es que a través de las diferentes narrativas podemos darles información que les permita comprender el mundo que les rodea.
Te recomendamos utilizar libros especializados para enseñar los colores y luego intentar con otros, pidiéndole a tu niño que los identifique. Además de ser divertido, te da la oportunidad de pasar un excelente tiempo de calidad con él.
El color del día
Puedes escoger junto a tu hijo un color, y a lo largo del día buscar objetos que tengan ese color. Por ejemplo: "hoy es día de amarillo", entonces ambos buscaréis todas las cosas amarillas de alrededor.
Esto lo puedes hacer estando en casa, o incluso por habitaciones, como por ejemplo pidiéndole que indique los objetos amarillos de la cocina.
Además, si salís a dar un paseo o a realizáis cualquier otra actividad, es mucho más divertido en un mundo lleno de colores para ver.
Fichas para aprender los colores
También encontramos fichas para que los niños puedan aprender los colores; por ejemplo, aquellas en las que tienen que relacionar el color con los objetos de ese color, o incluso, el color escrito (en una palabra) con el color pintado. En internet podéis encontrar muchos recursos relacionados.
Construcción por colores
Otro juego para aprender los colores puede ser uno de construcción, utilizando las piezas de construcción de colores diferentes para crear diferentes figuras y modelos.
Podemos dar la premisa de "crear una torre azul", o "azul y roja", y que el niño reproduzca el modelo seleccionando los colores indicados.
Utilizando pinturas
El arte siempre es importante para el desarrollo, y nada mejor que utilizar pinturas de colores para crear maravillosas obras. Puede además ser la oportunidad perfecta para estimular a que tu niño aprenda acerca de los colores y que los identifique.
Pero no lo presiones, solo ve mostrándole los colores y diciendo su nombre. Puedes indicarle que pinte algo de un color particular o también, para que no se sienta presionado, pedirle de manera casual que te pase la pintura de un determinado color.
La idea es que vaya aprendiendo a diferenciarlos de manera divertida.
Ordenar por colores
En el mercado hay muchos juegos divertidos con muchos colores. De hecho es poco usual conseguir juguetes con tonos muy claros, y esto no es fortuito.
El uso de colores llamativos resulta mucho más atractivo para la vista de los niños, y por ende querrán jugar más a juguetes de este tipo, en general, y cuando son más mayores, ya que de bebés por ejemplo los juguetes en blanco y negro son ideales.
Entonces, ¿qué mejor oportunidad que esta? Aprovecha cuando tu hijo esté jugando e invítalo a seguir haciéndolo con otro divertido juego de ordenar por colores. Pueden ser todos a la vez, apilándolos por color y luego buscar solo los de un color en particular.
Dibujar
Dibujar es una de las opciones en las que pensamos inmediatamente al referirnos a los colores, y no se trata de algo equivocado. Dibujar y colorear es perfecto para aprender a diferenciar los colores.
Puedes utilizar colores de cera para los niños más pequeños, pues les resultarán más cómodos, o el material que consideres más adecuado.
En el caso de utilizar colores (lápices), ten en cuenta que los tonos como el blanco y el crema pueden llegar a frotarlos al intentar colorear y no ver resultados.
Colores en la ropa
Para enseñar los colores no se necesita contar con recursos elaborados, puedes hacerlo con las cosas que usas a diario, y esto incluye la ropa.
Puedes jugar con tu hijo a identificar los colores de su ropa y la tuya o aprovechar la hora de vestirse para buscar algún color. También puedes ayudarte de las personas que veas, bien sea que estén en la calle o desde una ventana.
Incluso podéis realizar juegos divertidos en casa como vestiros por completo de algún color, hacer uso de disfraces o pedirle que escoja la ropa con los colores que quiera y que te los indique.
Recuerda: cada niño, ¡su propio ritmo!
Es recomendable que a la hora de enseñarle los colores a un niño, cuando juegues no lo agobies. No pasa nada si no los aprende tan rápido como quisieras. Comprende que se trata de un proceso y que en cada caso es diferente.
Recuerda siempre tratarlo con amor y explicarle tantas veces como sea necesario, ¡ten paciencia! La vida es mucho más bonita cuando hay colores.
Fotos | Portada (pexels)