Nunca debemos comparar la evolución de nuestro bebé con la de otro, ya que cada bebé sigue un determinado ritmo y por eso, cada uno consigue sus habilidades antes que otros. Pero si que hay un patrón común en todos los bebés en cuanto a su desarrollo psicomotriz, que está guiado por las cuatro leyes del desarrollo.
Teniendo en cuenta estas leyes podemos contribuir a estimular a nuestro bebé en su desarrollo. Los primeros músculos que maduran, son los que están más cercanos al cerebro y por eso el bebé puede girar su cuello y así mover la cabeza antes que girar la cintura. Los músculos que son más grandes suelen dominarlos antes que los músculos pequeños, por esto, sus primeros movimientos siempre son toscos, como por ejemplo agitar los brazos y las piernas.
Las extremidades de nuestro bebé maduran desde la columna hacia fuera de ahí que primero dominen primero el movimiento de los brazos, luego el de las manos y finalmente el de los dedos.
El control de los músculos flexores aparece antes que el de los extensores, esto lo vemos cuando el bebé es capaz de cerrar la mano para agarrar y más tarde aprende a abrirla para poder soltar. Estas reglas son generales en los bebés y nos ayudan a comprender como maduran y se desarrollan.
Más información | Medicineplus