La empatía es la capacidad para ponerse en el lugar del otro; nos permite conectar con sus emociones y sus vivencias, y comprender por qué se siente de una determinada manera. En los niños, la empatía les permite generar vínculos duraderos, hacer amigos, potenciar su inteligencia emocional...
Esta empatía en ellos puede fomentarse de diferentes formas; una de ellas, a través del juego. Hemos seleccionado 15 actividades y juegos para trabajarla en los más pequeños, sobre todo a partir de actividades grupales. ¡Toma nota!
La empatía es simplemente escuchar, retener el juicio, conectar emocionalmente y comunicar ese mensaje increíblemente sanador de que no estás solo.
-Brene Brown-
1) Dibuja a tu compañero
Esta actividad, realizada en grupo, consiste en pedir a cada niño que escriba su nombre en un papel. La persona que dirige la actividad recogerá todos los papeles y asignará un nombre a cada participante, al azar.
Cada uno tendrá que dibujar al compañero que le haya tocado, haciendo una pequeña descripción de su carácter, de sus cosas buenas, etc., para finalmente entregarle el dibujo a ese compañero.
2) La caja de los sentimientos
En esta actividad, se propone hacer "la caja de los sentimientos"; los niños deberán dejar en esa cajita los malestares que hayan sentido durante el día, escritos en papeles.
Al acabar el día, cada niño leerá un papel al azar y propondrá una solución para ese problema, o hará un comentario agradable para animar a esa persona que lo haya escrito.
3) La telaraña
Este juego es ideal para conocer a gente nueva. Necesitamos un ovillo de lana y que el grupo de niños se siente en círculo. El dinamizador empezará, tomando el ovillo en alto y diciendo una característica que le defina. Por ejemplo, "Me llamo Sara y me gusta cantar".
A continuación cogerá una punta del hilo y le pasará el ovillo, aleatoriamente, a un compañero, para que haga lo mismo. Al acabarse todas las presentaciones, se habrá formado una telaraña entre los niños, que simboliza la unión entre ellos.
4) El mimo de emociones
En este juego también en grupo, cada niño deberá pedirle a su compañero que le haga de mimo. Deberá decirle al oído una palabra relacionada con una emoción, y el otro niño tendrá que representarla mediante gestos. Un juego sencillo útil para trabajar la empatía emocional y también corporal.
5) Cambio de siluetas
En este juego, que haremos en un suelo donde se pueda dibujar (tipo el patio de la escue
la, con zonas aptas para ello), deberemos distribuir al grupo de niños por parejas. Cada pareja dispondrá de unas tizas.
Un miembro se tumba y el otro, con la tiza, rodea su cuerpo, marcando el perfil con precisión. Al acabar, escribirá el nombre de la persona perfilada.
Después, el niño tumbado se levanta y el "dibujante" ocupa su lugar, expresando cómo se siente en esa silueta. Finalmente, los niños se intercambian los papeles, y al final del juego preguntamos a cada niño cómo se sintió.
6) Ponte en mis zapatos
Los niños deberán sentarse en círculo y quitarse los zapatos. Cada uno le pondrá sus zapatos al compañero de su derecha. El que dirige el juego hará una serie de preguntas a cada niño, y cada uno de ellos deberá responder como si fuera el compañero que le ha dejado sus zapatos.
Un juego muy simbólico y visual, ideal para ponerse, literalmente, en los zapatos del otro.
7) La canción grupal
La dinámica consiste en lo siguiente: aprenderse entre todos una canción que hable sobre emociones. Después, deberán cantarla todos juntos; se puede incluir la variante de que cada uno cante un trozo de la misma.
8) Una historia compartida
Este juego consiste en crear una historia compartida. Puede realizarse con el soporte de los dados para crear historias, el juego llamado Story Cubes, unos dados muy útiles que deben lanzarse; a través de las figuras que aparecen en ellos, se va creando una historia.
Por ejemplo, cada participante deberá tirar un dado y añadir un fragmento de la historia. Al final de todo, deberán ponerle un título entre todos. Si la historia habla de emociones ¡mejor para trabajar la empatía!
Además, podemos añadir que cada niño sea un personaje de la historia, y que exprese cómo se sentiría si fuera otro personaje.
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9) Cambio de ropa
Este juego es ideal para trabajar en el aula. Cuatro niños y niñas deberán ponerse al frente de la clase. Se pondrán su ropa y complementos (chaquetas, abrigos, bufandas...). El resto observará la ropa que lleva puesta cada uno.
Después, el grupo que observa deberá cerrar los ojos; cambiaremos a los niños escogidos poniendo prendas de uno en otro (intercambiando la ropa).
El grupo abrirá los ojos y deberá decir qué ropa se cambió y a quién. Un juego sencillo pero que permite trabajar la flexibilidad mental y la capacidad de salir del propio foco, aspectos imprescindibles para desarrollar la empatía.
10) Lanzando la pelota
En este juego para trabajar la empatía los niños se sitúan en círculo; pueden estar sentados en el suelo o en una silla. El que dirige el juego comienza lanzando una pelota a alguno de ellos.
El que la coja deberá explicar algo de él mismo; algo que le guste, algo que le preocupe, alguna pregunta que tenga, alguna vivencia...
Y cuando lance la pelota, al azar, el compañero que la reciba deberá contestarle con una respuesta, un comentario, una vivencia similar, un feedback sobre lo explicado... Es un juego bastante libre pero que puede adaptarse.
11) Cine-fórum
En esta actividad, la tarea consistirá en ver una película juntos y al final, hacer un debate con preguntas más o menos dirigidas, relacionadas con cómo creen los niños que se han sentido determinados personajes en determinadas escenas.
Por ejemplo, "¿cómo os hubierais sentido vosotros cuando el protagonista se encuentra con su madre después de tanto tiempo...?"
12) Las caras expresivas
Para este juego, que puede hacerse de forma individual, podemos utilizar material diverso, como: una hoja con imágenes de caras reales, con emoticonos...
El juego se puede hacer de diversas formas; por ejemplo, pidiendo al niño que imite cada cara o emoticono (puede utilizar la cara y el cuerpo), que diga el nombre de la emoción, que explique alguna situación que le generó dicha emoción (por ejemplo, de alegría, tristeza, etc.). Os dejamos un ejemplo de material que podemos usar aquí:
13) Esculpir un sentimiento
Conocer la forma en la que el otro se siente es una habilidad importante para desarrollar la empatía. En este juego, se trata de escribir las emociones en pedazos de papel y ponerlos en una caja.
Un voluntario sacará un primer papel y hará la primera "estatua", basándose en esa emoción. Los demás niños tendrán que adivinar de qué emoción se trata.
14) Una historia hecha de imágenes
Esta actividad se realiza también en grupo; de forma aleatoria, se distribuirán una serie de imágenes que cuentan una historia.
Cada niño ocultará su dibujo; el juego consistirá en que los niños sean capaces de recrear la historia en orden, primero escuchando a los demás para averiguar dónde encaja su propia imagen, dentro de la historia en conjunto.
Así, deberán explicar qué contiene su imagen y tratar de adivinar el orden de la historia, construyéndola poco a poco entre todos.
15) La carrera musical
En este juego, los niños deberán situarse uno al lado del otro, como si fuera una carrera. Pondremos música. A medida que suena la música, cada niño deberá pensar si alguna vez le sucedió algo que pueda relacionar con esa música; si es así, darán un paso al frente.
El niño tendrá la opción de compartir con los demás ese recuerdo, y de explicar por qué la música se lo evocó. Podemos aprovechar y preguntar a los demás si también se sintieron así en algún momento, a modo de fomentar su empatía.
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