Los niños tienen que compartir, si quieren

Los niños tienen que compartir, si quieren
33 comentarios

Una de las cosas que más preocupan a los padres es la capacidad de sus hijos de compartir. El hecho de que sean capaces de dejar cosas a los demás está visto como un signo de amabilidad y los padres, que tendemos a esperar que nuestros hijos nos dejen en buen lugar, y por lo tanto que demuestren lo bien educados que están, esperamos que compartan sus cosas con otros niños.

El problema se origina cuando esto no sucede. En ese momento somos los padres los que compartimos los juguetes de nuestros hijos para que ellos aprendan a hacerlo. La intención es buena, pero el concepto y los medios son erróneos: estamos prestando cosas que no son nuestras.

Cada cual sabe el aprecio que le tiene a tal o cual objeto de su pertenencia y cada cual decide qué puede dejar a los demás y a quién puede prestarlo. Si nosotros tenemos nuestras reservas a la hora de compartir, es normal que los niños también las tengan. Es por eso que lo más lógico es decir que los niños tienen que compartir sólo si quieren hacerlo.

Un caso personal

Estaba yo con mi madre cuando se acercó David, el hijo de la amiga de mi madre, dispuesto a tocar mi coche. A mí me molestaba que los extraños tocaran mis cosas y David era entonces un desconocido.

Le dije que no lo tocara, pero él se enfadó porque al parecer le gustaba mucho el coche. Mi madre decidió entonces que yo debía compartir mis cosas con él y me dijo: “Venga, Armando, déjale el coche un rato. Luego sigues tú con él”. Acto seguido se dirigió a David y le dijo: “Venga David, las llaves del coche están puestas, date una vuelta por el barrio y luego lo dejas de nuevo aparcado”.

Por suerte no le dio ningún arañazo, pero de verdad, odio que mi madre deje a los demás mi coche, porque aún lo estoy pagando.

Evidentemente, esta historia es falsa, pero si la extrapoláramos al mundo de los niños, casos como éste suceden cada día en cualquier parque. Un niño va con su juguete, otro se acerca y lo coge o se lo quita de las manos y la madre, en vez de interceder por su hijo, trata de enseñar a su hijo que tenemos que compartir, dejando algo que no es suyo a una persona totalmente desconocida (o no), sin el beneplácito del niño, que es el verdadero poseedor del juguete.

Esto no es compartir, es dejar que te engañen

Probablemente más de un lector o lectora estará pensando que entonces cómo demonios le enseña a su hijo a compartir. Bien, pues de cualquier otro modo, mientras se haga con respeto.

Cuando un adulto viene y te arrebata algo de las manos (digamos que te quita el móvil en tus narices), no sólo corres tras él para atraparlo sino que gritas desesperada para que alguien te ayude a cogerle.

A los niños les pasa lo mismo. Viene un niño desconocido y le arranca su juguete de las manos o lo coge de su lado para jugar con él. Entonces trata de recuperarlo y llora, y cuando espera que su madre sea la persona salvadora, cual adulto que saltara contra el ladrón de móviles, mamá permite que se lo quiten.

El mensaje que recibe el niño entonces es que él no puede decidir sobre sus cosas, que mamá prefiere hacer feliz a un niño a costa de hacerle infeliz a él y que debemos permitir que otras personas nos quiten nuestras cosas. Esto no es compartir, esto es dejar que te engañen.

Señora, no corro tras ese señor, porque seguro que dentro de un rato le devuelve el móvil, ¿no? Déjeselo un rato, mujer.

Jugando a la pelota

Un ejemplo que utilizo a menudo cuando hablo de este tema es el que me sucedió en una ocasión mientras jugaba con mi hijo y su pelota. Tenía mi hijo entonces casi tres años y se acercó un niño más pequeño que él a jugar también. Como no éramos especialmente hábiles pasándonos la pelota, el niño la alcanzaba de vez en cuando con sus manitas para jugar un rato.

Jon se enfadaba y la madre del niño le decía (a su hijo): “Venga, dale la pelota el nene, que es suya”, sin demasiado convencimiento y sin intención de coger la pelota de manos de su hijo y devolverla.

En este instante es cuando yo dudé, pues no tenía claro cómo reaccionar. La mayoría de padres y madres, fieles al sentir general que dice que hay que enseñar a compartir, habrían decidido decir: “Tranquila mujer, no pasa nada si juega un rato, déjasela” y habrían tratado de convencer a su hijo de ello: “Cariño, le dejamos un ratito la pelota al nene y luego seguimos nosotros”, frase que ningún niño suele aceptar, claro.

Sin embargo me puse en el lugar de Jon. Era su pelota y él estaba jugando con su padre la mar de feliz. Ese niño era un desconocido y le había quitado la pelota y la posibilidad de seguir jugando conmigo, así que cuando al niño se le escapó la pelota la cogí, miré a Jon y le dije: “El niño quiere jugar con la pelota… ¿se la dejas un ratito?”. La respuesta la podéis imaginar, un gran “NO”, seguido de un arrebatarme la pelota de las manos.

Miré al niño y le dije en voz alta, para que me oyera también la madre: “Lo siento, Jon no quiere dejarte la pelota. Quizás otro día”.

La mamá se quedó sorprendida. Imagino que nunca ningún padre había negado a su hijo el jugar con el juguete de su hijo o, dicho de otro modo, ningún padre había permitido a su hijo negar el prestar su juguete.

Y entonces, ¿cómo aprenden a compartir?

Muchas estaréis pensando que si permitimos que nuestro hijo defienda sus cosas y decida a quién dejarlas y cuándo dejarlas, no lo hará nunca. Evidentemente esto no es cierto, ya que cuando crecen entienden más lo que significa la pertenencia de un objeto y sobretodo entienden que puede pasar de mano en mano sin perderlo para siempre.

Cuando los niños son pequeños, hablo de hasta los 3 años, más o menos, lo habitual es que jueguen solos. Es posible que compartan espacio con otros niños y que interaccionen en algún momento, pero los juguetes suelen ser poco compartidos.

A medida que crecen son capaces de establecer una mayor comunicación con otros niños, empiezan a asumir roles ficticios y por lo tanto son capaces de jugar a algo con otros niños. De este modo pueden incorporar objetos a los juegos y compartir de ese modo lo suyo con el resto.

Este es el modo de compartir más fácil, cuando el juguete forma parte del juego compartido. Ahora bien, ¿qué pasa cuando otro niño quiere jugar él solo con algo que no le pertenece?

Siempre debemos respetar la decisión de nuestro hijo. Si no quiere prestarlo, no se presta, que para eso es suyo. Es posible que en algún momento quiera jugar con algo que pertenece a otro niño y ese puede ser un buen momento para que entienda un poco el significado de pertenencia al decirle que no es suyo, que quizás el niño se lo deje y que debemos preguntarle a ver si se lo quiere dejar. Esta es la primera semillita para que vea que se puede jugar con las cosas de los demás si te lo dejan y que, por lo tanto, los demás pueden jugar con tus cosas, si se las dejas.

En cualquier caso, la última palabra siempre la tiene él y nosotros debemos hacer el papel de dinamizadores cuando sea posible (a veces si no quiere dejar la pelota a otros niños se puede intentar hacer algún juego en el que todos participen).

Cuando son hermanos

compartir

-¡Mamá, Javi me lo está tocando todo!
-¡Voy! – respondió la madre. Salió de la cocina y se dirigió a la habitación donde David, de 5 años, apartaba como podía a su hermano de 18 meses que quería jugar con él y con sus cosas – ¿Qué pasa? – preguntó la madre.
-No puedo jugar. Javi me toca los juguetes, se los lleva a otro sitio. ¡Son míos!

Esta escena es habitual cuando el hijo, que era dueño y señor de sus juguetes, convive con un hermano pequeño, que ya no es un bebé, que quiere jugar con él o simplemente con aquello que está tocando su hermano mayor.

La respuesta más habitual en este caso suele ser: “David, hijo, tu hermano es pequeño. Sólo quiere jugar contigo. Déjale un poco, hombre”.

Sin embargo, la respuesta más respetuosa con el hijo mayor es otra: “David, tu hermano es pequeño, es normal que quiera jugar contigo y con tus cosas, pero le diremos que no las toque si te molesta”. Entonces la madre habla con el pequeño y le explica que esos juguetes son de David, que a David no le gusta que los toque, pero que quizás pueda jugar con alguna otra cosa si David quiere: “David, ¿hay algún otro juguete que le podamos dejar?”.

Ante esta pregunta, al menos en mi caso, lo más habitual es recibir un “sí”. Los juguetes con los que el hermano mayor está jugando son intocables, precisamente porque está jugando con ellos, sin embargo es capaz de dejarle otros juguetes con los que no juega: “Mira Javi, David te deja jugar con estos juguetes, ¡vamos a jugar con ellos!” (y a veces David se sumará al juego también).

¿Y si dice que no?

En caso de que la respuesta sea un “no”, debemos respetarla y jugar con el pequeño sólo con sus juguetes.

Este ejercicio debe realizarse también cuando la escena es contraria y es el mayor el que quiere jugar con cosas del pequeño. Si Javi llora porque David le ha quitado algún juguete o porque está jugando con uno que el pequeño quiere, debemos interceder en favor del pequeño.

Si en alguna ocasión observamos que al pequeño no le importa que el mayor juegue con sus juguetes, es un buen momento para explicarle al mayor que está jugando con ellos porque a Javi no le importa que lo haga, porque no los está utilizando y que a él (al pequeño) también le gusta jugar con sus juguetes a veces, si no los está utilizando en ese momento (el mayor).

En cualquier caso, a medida que el pequeño crece ambos hermanos empiezan a compartir cada vez más algunos juegos y por lo tanto los juguetes. De igual modo, como el mayor también crece, es más capaz de prestar sus cosas sin demasiados problemas.

Si sospechamos que los “no” del mayor pueden provenir de celos hacia el hermano pequeño deberemos evaluar nuestra relación con el mayor para ver qué podemos mejorar con el fin de que no se sienta desplazado o minusvalorado con respecto a su hermano. En este caso puede ser útil leer los consejos cuando hay celos entre los hermanos.

Fotos | iStockphoto

En Bebés y más | Estimular al niño a compartir, ¿No le gusta compartir? Esperemos a que crezca

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Comentarios cerrados
    • interesante

      Yo es que desde el primer día que baje al parque le lleve a mi hija sus juguetes de parque, lo que suele ser los cubos y palas y su pelotita, no le compre solo uno sino varios, por lo que al acercarse algún niño nunca tubo problema, por supuesto nunca dejo que le quiten nada de las manos, ni a ella que lo haga, pero nunca tubo problema en dejar lo que no usaba, además la gustaba mucho observar como jugaban los niños. Cuando ya teníamos confianza con el grupo de niños, todos dejábamos los juguetes juntos por lo que todos jugaban con lo de todos y casualmente casi todos los niños usaban lo de los demás, así que mi nena aprendió el trueque. Cuando quería algo que tenia otro niño cogía un jugete suyo y se lo ofrecía, por lo que el niño soltaba el que tenia para coger el nuevo y normalmente no ponía pegas en que mi hija lo cogiera. Ahora que es mas mayor directamente pregunta si puede jugar y por ahora nunca le han dicho que no. Pero casi 3 años en el mismo parque con los mismos niños, ya son amigos y saben que al final del día, cada uno se lleva sus juguetes. Veremos a ver como lo lleva ahora cuando nazca el/la hermanit@. Creo que le costara mas, por que influirán los celos.

    • interesante

      Súper interesante. No me he visto todavía en situación, pero lo tendré en cuenta. Me parece justo y razonable. A veces nos olvidamos de que ellos tienen sentimientos y son personas, y cuenta más quedar bien nosotros delante de otros, ser los "generosos".

    • interesante

      Totalmente de acuerdo con Armando. Yo jamas dejo que le quiten los juguetes a mi niña si eso le va a causar un disgusto; y a veces me da un poco de corte negarle un juguete a otro niño pero me niego a que mi niña se quede llorando por quedar yo bien (ademas,mas corte me da ver como otras madres dejan que sus hijos cojan juguetes ajenos alegremente). Ademas no creo que eso implique que ella de mayor no vaya a compartir:dejara sus cosas a sus amigos, compañeros y familiares, y no a cualquier desconocido. Vamos, como hariamos cualquiera de nosotros. Bola 8 yo no se si soy moderna o no, educo a mi hija segun me parece logico y razonable y no siguiendo unos esquemas modernos o tradicionales. No tengas tantos prejuicios y trata de ver la vida desde los ojos de un niño

    • interesante

      Genial, Armando, como siempre! Yo a mi hija no la obligo a compartir, eso si, le explico que no tiene porque enfadarse si otro niño no quiere dejarle sus juguetes. Además, como los vamos a obligar a compartir si en casa no oyen más que "eso no se toca que es de mamá, eso no se coge que es de papá". La mejor manera de enseñar a los niños a compartir es desde el respeto y por supuesto dando ejemplo... Ah! Bola 8 y si un niño de tres años no sabe estar sentado durante 8 horas en un pupitre no es porque está mal criado, es porque el sistema no va acorde con sus necesidades. Saludos!

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    • Avatar de cricri Respondiendo a cricri

      Totalmente de acuerdo. Esperar que un niño de tres años se mantenga sentado es tan absurdo como querer que, en el zoo, los monos posen ante ti para que les hagas una foto o esperar que un perro no corra detrás de una pelota después de lanzársela.

    • Este artículo me ha recordado a una situación vivida hace unos días. Estaba yo con mi hija de 19 meses en un parque bastante lleno de niños. Ella es aún pequeña y todo lo que le llama la atención va a buscarlo. De repente apareció ante sus ojos una pelota de Pocoyo sola y abandonada y ella fue rauda a cogerla. Yo le dije "no puedes coger la pelota, cariño porque no es tuya, es de otro nene", mi hija se quedó parada mirando la pelota pero sin cogerla. Entonces una señora dijo "que la coja, aquí todo es de todos, tienen que aprender a compartir". Yo contesté "claro, pero ella tiene que saber que no puede coger cosas de otros sin permiso. Gracias, mira cielo, te dejan la pelota, puedes cogerla, dí gracias". Mi hija cogió la pelota toda feliz y entonces la señora dijo "no, si la pelota no es mía, no sé de quién es, pero en este parque siempre dejamos que los niños cojan lo de otros, hay que compartir". Me quedé bastante sorprendida, esa mujer nos estaba prestando algo que no era suyo! Traté de distraer a mi hija para que soltara la pelota porque de repente no podía decirle que ya no la podía coger, es algo que ella no entendería, pero yo no me sentía a gusto usando algo para lo que no teníamos permiso del dueño.

    • Espero que todo el mundo entienda tu punto de vista, aunque no lo comparta. Es un tema delicado.

    • Llego un poco tarde, pero me encanta el tema planteado y el debate. Sufro en mis carnes el famoso "hay que compartir", que en el caso de mi hija mayor, Sara (4 añitos el domingo!!!!) se solía traducir hasta hace poco en "todo lo tuyo es mío y todo lo mío es mío". No tanto en el parque y con otros niños, sino en el escenario que describe Armando con David y Javi de protagonistas. Lo típico, Sara super entretenida con sus cosas y Marta, con sus torpes 18 meses, arramblando con todo. "¡¡Mamááááá!!! Marta me lo ha 'rompido'/quitado/ todo!!!!!!!!!". Ahora que empiezan a jugar juntas, parece que son capaces de identificar compartir con divertirse. Que es la frase que yo suelo emplear para desdramatizar la situación: "Igual si jugais juntas, es más divertido". De todas maneras, pienso poner en práctica los consejos y los ejercicios de Armando para los hermanos. Que a veces se me agotan las ideas. Gracias!!!

      Lo que pasa es yo creo que sí que hay que compartir. Sin forzar ni obligar, claro. Pero alguna de las frases y estrategias que ha planteado Armando y las experiencias que habéis contado, no sé... me chocan un poco. Me veo incapaz de decirle a un niño que mi hija no quiere dejarle un juguete. La primera es mi hija, obviamente, pero la cara del otro niño... Yo intentaría buscar el consenso entre los dos y aunque fuera un ratito, jugar juntos. Yo voy al parque, además de para que nos dé el aire, para poder estar con otros niños. Para jugar solas, nos quedamos en casa.

      Y el ejemplo de el que viene y te quita el móvil... y el de cómo se sentiría la mamá de ese niño si le quitaras el coche, la casa??? Son ejemplos de adultos aplicados a comportamientos infantiles. Para mi, no tienen nada que ver. El que viene y te quita el móvil, es un ladrón. Y el niño que le quita la pelota a otro es... un niño.

      Hay padres y padres. Y hay niños y niños. Pero niños al fin y al cabo.

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    • Avatar de annajuanroch Respondiendo a Anna JR

      Bueno Anna, es que primero se suele intentar compartir juegos, pero claro, si tu hijo no quiere, no puedes forzarle a jugar a algo que no quiere (bueno, por poder puedes, pero no me parece justo).

      Al parque se va para que jueguen. Juntos o separados, a mí me da exactamente igual. Nosotros vamos porque a mis hijos les gusta, pero si no les gustara pues no iríamos.

      Que juegan con otros niños, estupendo. Que no juegan con otros niños, estupendo también. Un niño se puede divertir solo en un parque ¿no?

      Con respecto a los ejemplos del móvil y la casa, estoy de acuerdo, uno es un niño y el otro es un ladrón, y no es lo mismo una cosa que otra, sin embargo la sensación que percibe el sujeto al que se le extrae el objeto (sea un niño, sea un adulto), es la misma: me han quitado mi objeto. Por eso me parecen ejemplos totalmente aplicables (y si no los quieres aplicar, no lo hagas, piensa simplemente en que no es demasiado justo prestar algo que no es tuyo, si además el dueño no está de acuerdo).

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    • Completamente de acuerdo, nunca forzar la situación. Por las veces que me he encontrado yo con situaciones como estas, "la sangre nunca ha llegado al río". Quiero decir, que cuando los papás del otro niño y nosotros hemos acudido a mediar, ha sido de una manera tranquila y respetuosa con los dos pequeños. Evidentemente, si no quieren, no quieren, pero luego, una vez alejados del conflicto me parece que está bien explicarle porqué es bueno compartir aunque en ese momento no le haya gustado. Sólo decía que a mi no me saldría decirle a un niño "Sara no quire dejarte la pelota". Creo que ella ya se lo habría dejado claro y él lo habría entendido perfectamente, me imagino, nada más ver su nivel de enfado y frustración. No me gusta demasiado hacer de portavoz de mis hijas...

      Y lo de los ejemplos, pues.... sigo pensado que no es lo mismo. Comparar nuestras reacciones de enfado, frustración, cabreo, mala leche etc... con las de ellos no es tan fácil. Las nuestras están impregnadas de años de prejuicios, educación, conocimientos etc... y las de ellos no. ¿Frustración y enfado al fin y al cabo? Sí. Pero si los adultos pensamos y de decimos cosas como "qué te parecería que te quitaran el móvil? ¿a que te sentirías mal?", no es que estemos exigiendo a los niños comportamientos de mayores, es que nosotros estamos comportándonos como niños en el peor sentido comúnmente aceptado de la palabra. Espero que entiendas esto último. Es una frase hecha. Ojalá nos portáramos más como niños.

      Por cierto, el otro día me sorprendí a mi misma pensado en cuántas veces al día digo "NO" a mis hijas: no toques, no rompas, no salpiques... No sé si son demasiadas, pero me ha gustado mucho lo que dices de que lo importante no es decir NO sino saber cuándo decirlo. Ya me estoy aplicando el cuento, y en pocos días hemos reducido notablemente la cantidad de "noes". Bieeeen!!!!

      Otra cosa, no me resisto aunque igual no debería, pero.... creo que infravalorais a bola8. Pero si es el estoicismo personificado. Qué entereza, qué paciencia... aguantando toda clase de referencias negativas y qué aguante que no contesta nunca. Yo no podría!!! Perdón por la expresión pero... estoy de coña, eh?

    • Tu si que exageras, y ya que tu si habrás sido educado de la otra forma, digo yo que me dejas tu pisito para celebrar mi cumple., y tu cochecito para ir de vacaciones, te prometo que no te rompo nada.

      A que no, pues seguro que tu hijos quieren mas ese juguete que tu a tu piso y el coche. Puede que haya que intentar hacerles entender que es más divertido jugar todos juntos pero, no obligarles. Que con el tiempo lo hacen. Simplemente hay cosas que se dejan y otras no y ellos aprenderán eso como lo hemos aprendido todos.

    • Muchas gracias por el articulo Armando!, me va ayudar mucho, ahora tengo bastante claro que hacer :) ... Ahora cuando el mayor le arranche al pequeño algo, le voy a decir que le explique que no quiere prestarselo por tal o cual motivo ... De tal modo que el mayor aprende a solucionar las cosas hablando y además se respeta su desición de no prestar :)

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    • Avatar de malkita Respondiendo a malkita

      Me alegro malkita de que te haya dado una cierta orientación. Un saludo!

    • Hola,

      Muy interesante el post de hoy.

      Mi hijo va cumplir 18 meses, y normalmente es el peque del parque, así que a mi me ha pasado que es él el que quiere coger la pelota de otro niño o el juguete de otro niño. Cuando se acerca a algún juguete me resulta fácil distraerle y llevarle a otro lado diciéndole que no es suyo, pero reconozco que le encantan las pelotas y balones y yo me he encontrado en la tesitura del ejemplo que has puesto. Si el otro niño y su padre o madre están jugando a la pelota y mi hijo se lo quita, se lo devuelvo inmediatamente e intento distraerle con otra cosa, pero si la pelota está sola le dejo jugar.

      Como él es el pequeño no me ha pasado mucho el que le quiten a él su pelota o juego, pero me ha venido muy bien el post para reflexionar en cómo actuar tanto cuando es él el quita como si es a él al que le quitan.

      Veremos!

      Un saludo

    • Yo creo que la clave está en lo que cuentas al principio del artículo. Y es que los padres somos juzgados constantemente, así que nos sentimos obligados a parecer educados y que, por extensión, nuestros hijos también lo parezcan. Y eso lleva a obligar a compartir los juguetes, aunque realmente muchos padres no lo encuentren importante ni educativo.

      Otro problema es llevar los juguetes caros al parque. Claro, cuando la última monada electrónica, que tanto cuesta, se pone en manos de un niño que la puede destrozar...duele. Por eso, lo mejor es no llevar nada al parque o llevar algo con lo que se pueda jugar sin miedo a perderlo, romperlo, dañarlo, etc.

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    • Avatar de entribu09 Respondiendo a entribu09

      Bueno, este punto de vista me parece demasiado "adulto". Los juguetes más caros no siempre son los más apreciados por los niños, por lo que perder o estropear el típico osito inseparable (o similar) que tienen muchos puede ser más importante para ellos que otros cacharros más caros y sofisticados, y mucho más difícil de reemplazar. Quizá deberíamos ayudar a nuestros hijos a elegir el juguete que quieren llevarse teniendo en cuenta que se puede romper o perder.

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    • Avatar de latata365 Respondiendo a latata365

      Sí, tienes razón, es un punto de vista demasiado "adulto". Pero a veces también se transmite a los niños. Por lo menos yo lo he visto en los de 5-6 años, que acaban percibiendo esa ansiedad por que no se rompa ni dañe. En niños más pequeños coincido que esa influencia no se ve. Pero también encuentro difícil que entiendan que algo que se llevan al parque se puede romper o perder.

    • ¡Qué difícil! No sólo tú tienes que tenerlo claro sino que el resto de los padres también. Nos reunimos semanalmente con otros amigos con hijos y Arán es de los más pequeños y hay otro niño de dos años que parece que le tenga fijación. Me explico, cada vez que Arán lleva algo en la mano éste va a cogérselo y a mí me da una rabia... Pero es que un día hice la prueba y me rodee yo de juguetes y tal cual le quitaba uno yo le daba otro a mi hijo y así estuvimos hasta que acabaron todos los juguetes alrededor del otro niño y nosotros con ninguno. Yo lo hice todo delicadamente, con una sonrisa, pero la otra madre ni se inmutó a pesar de que se estaba dando cuenta.

      Lo he probado todo. Explicándole (yo) que el juguete es de Arán que es más pequeño y que no puede jugar con los demás, ofreciéndole otros juguetes para distraerlo... pero nada. Arán no habla y no le puedo preguntar y mira con penica cuando le quita las cosas. ¿Qué puedo hacer sin parecer un ogro desagradable y maleducado si la otra madre mira a su hijo con aprobación cuando éste le enseña los juegos que le ha arrebatado, a veces a la fuerza a mi peque? Si yo estuviera en su lugar, no le dejaría.

      ¿Me levanto y le quito el bolso? jajajajajaja.

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    • Avatar de natalicool Respondiendo a Natalicool
      interesante

      No sé qué puedes hacer... todo depende de lo mal que se lo tome tu hijo. Si vieras que a tu hijo realmente le afecta el que le quite el juguete, quizá deberías simplemente coger el juguete de las manos del otro niño con tu mejor sonrisa y devolvérselo a tu hijo.

      ¿Con quién prefieres quedar mejor, con esa mamá o con tu hijo?

      Un saludo.

    • Que tema más complicado. Muchas veces, por quedar bien, "fastidiamos" a nuestro peque. Si tiene 2 palas y solo usa una, claro que otro peque puede jugar con la que sobra. Pero si esta jugando con su pelota el otro niño deberá jugar con otra cosa, porque es la pelota de mi hijo y la esta usando. Egoista? no, creo que es justo, para mi hijo eso es lo justo.

      Siempre saldré en defensa de mi hijo cuando alguien quiera quitarle algo que es suyo. A mi no me gusta que me toquen mis cosas. Puedo prestarlas, pero cuando yo decido y a quien yo decido. No me gusta que me lo impongan. A mi peque trataré de no imponérselo.

    • joselinmf, a la mama que llamó egoista a tu niña dile que te preste su casa unos dias, que se la devolverás, claro, o su coche como dice Armando en el post. Para la niña es igual de importante su juguete que para nosotros nuestro coche, o casa.

      Debemos ponernos en el lugar de los niños. No podemos verlos desde nuestra visión de adultos.

    • Excelente post. Muchos padres dudamos acerca de cómo actuar cuando nuestro hijo no quiere prestar los juguetes, y muchas veces tendemos a defender al otro niño en lugar del nuestro. ¡Todavía recuerdo lo mal que me sentía de niña cuando mi madre hacía eso! No quiero repetirlo con mi hijo, aunque no sea "políticamente correcto". Muchas gracias por hacernos reflexionar.

    • muy bueno el articulo,yo tengo una nena de dos anos y medio y nunca la obligue a compartir, anque ella generalmente no tiene problema en prestar sus cosas,pero me ha pasado de estar en alguna reunion con amigos y yo llevo algunos juguetes de mi hija y las otras mamas no llevan nada,entonces sus hijos quieren los de la mia porque son los unicos jugietes que hay,y ha sido situaciones diiciles,y me he tenido que aguantar comentarios como el de bola8 ,igual cuando mi hija ve que los otros ninos lloran porque quieren alguna de sus cosas ella sola va y se las da, y viene a mi y me pide teta.

    • Me encanta este artículo. Tengo una niña que pronto cumplirá 2 años y porque no quiso prestar su juguete a una prima, su madre la estaba tildando de que era una egoísta. Ese comentario me sentó fatal. ¡¡¡Por Dios, que es una bebé!! Todos los niños pasan por esa etapa... ya aprenderá a compartir en su momento... ¿Cómo es posible que pretendan poner al mismo nivel la mentalidad de una bebé con la de un adulto? Es mi hija, nadie la conoce mejor que yo, y no permito que nadie la etiquete y ponga en tela de juicio mi capacidad para educarla... creo que todo tiene su momento, su etapa. Ya aprenderá. Y además los padres no somos perfectos ni nacimos sabiendo.

    • Excelente entrada

    • Me ha encantado el artículo, sobre todo porque llevo tiempo en estas situaciones y he tenido que "aprender" a defender el que mi hijo no quisiese compartir. El problema es que le he dicho tantas veces que tenía que dejar y compartir, que ahora lo ha asumido como algo que tiene que hacer y cuando le quitan algo, directamente pasa , prefiere no jugar con lo que estaba jugando. Se que he tenido toda la culpa y ahora tengo que hacerle ver que no, que está bien compartir pero no de esa forma. Gracias por los consejos.

    • pues siento disentir. los niños no tienen criterio a ciertas edades y la respuesta por lo general siempre va a ser "no".
      a mis hijas siempre les digo que en el parque va a haber otros niños y que si llevan juguetes tendran que compartirlos.

      Sobra decir que tambien estoy a favor de pedir las cosas BIEN por lo que si hay alguno que arrebate las cosas sin permiso, con mal genio, pegando, etc etc no se le presta el juguete y ya.
      ¿ por que hago esto aunque ellas no quieran? no solo porque me pongo en la piel del otro niño que cuando se le niega algo tambien se fastidia, mas si lo ha pedido bien.... sino para que aprenda a tolerar la frustracion y a "negociar". mi hija mayor se convirtio en una experta en hacer intercambios cuando queria algo.

      es lo mismo que en el columpio.me hace mucha gracia que los pades pregunten "que, quieres bajar?" a un niño que lleva ahi varios minutos y este contesta NO. ¿ que te va a decir? es un niño, son egoistas por naturaleza, lo hacen sin malicia pero ahi estas tu para tener criterio.

      creo que es un valor, el compartir, que antes se inculcaba por encima de la opinion del niño. yo lo veo positivo siempre y cuando el otro niño sea educado porque estarias recompensando el egoismo de tu hijo ante una peticion razonable.

    • Muchas gracias por el post. Aun tardaré un poco en ir a los parques y tener que lidiar con el resto de niños que cogen el primer juguete que encuentran a su paso, porque mi niña tiene siete meses, pero es algo que siempre me ha dado rabia. Por ejemplo, que pasa si tu hijo/a no quería dejar su juguete a otro, le obligas y luego el otro niño lo rompe? El otro día mi sobrino rompió el coche de otro niño y claro la cara que debió poner mi hermana me la puedo imaginar. Yo intentaré que mi hija quiera compartir, pero si no quiere, no la obligaré, y ahora sabré que no soy la única de la que piensan que soy rara o egoista.

    • Yo reflexioné por primera vez en mi vida sobre este tema cuando leí "Bésame mucho". Por suerte, Mario sólo tenía unos pocos meses de vida. Cuando le llegó el momento de "no compartir", he intentado ponerme siempre en su lugar aunque por ello haya tenido que recibir muchas miradas de reproche y algún que otro típico comentario. Unas veces lo habré hecho mejor, otras peor, pero lo cierto es que estoy satisfecha con lo hecho.

      Y no ya sólo lo he aplicado a mi hijo, sino que también me he visto más de una vez intercediendo a favor de algún que otro niño cuando sus cuidadores le decían "¡Mira que eres egoista! Pues si no compartes tus cosas con los niños, nos vamos a casa"

      Hablas en el artículo de cómo ir sembrando el camino para que el niño llegue a entender -a aprehender- el valor de compartir. Yo retrocedería algún paso más, hasta cruzar la puerta que nos lleva a nuestra propia casa. Si uno lo piensa, ¿cuánto de nosotros compartimos con nuestros hijos? ¿Nuestro tiempo, nuestra cama, nuestra comida, nuestro ocio, nuestros sentimientos, nuestros conocimientos, nuestras cosas personales,....? "Ahora no puedo hacerte caso", "la cama de mamá no es la tuya", "tú tienes tu comida", "no bebas de lo de papá", "no puedes venir a correr conmigo", "son cosas que no puedes entender", "que te lo enseñen en la escuela", "no juegues con mis pinturas", "no toques mi ordenador", "no te pongas mis zapatos",....y así hasta el infinito.

      Evidentemente, no por compartir todo lo que no compartimos, nuestros hijos van a "saltarse" la etapa de "no compartir". Pero sí creo que servirá para asentar unas pequeñas bases a la hora de entender este valor. Sobre todo, creo que servirá para captar el sentimiento que conlleva el compartir. No sé si me explico. Si cuando nuestros hijos nos piden que compartamos con ellos algo de nosotros mismos, nuestra actitud es negativa, ¿qué concepto obtendrán de lo que significa compartir?

      Un saludo

    • Muy buenas: Genial post,porque uff! mira que es difícil explicar esto de la "compartición" de juguetes en el parque ;) Cuántas veces me he sentido cómo describís:siempre me he negado a quitarle las cosas a mi niña y nunca he entendido eso de dejarle las cosas a quien sea sin más.Si ella no quiere dejarlas pues ya está,aunque el problema como muy bien decís es que está muy arraigado esto de que si el crío no suelta las cosas es una especie de ermitaño,y yo no lo veo así.Afortunadamente mi mujer lo ve como yo ;) En fin,me alegro de ver que no estamos solos en estas pequeñas cosillas ;) Un saludo y a seguir así que el blog es muy interesante.

    • Si quieren, claro, como no. Si quieren comer que coman, si quieren comer gusanitos solamente pues que los coman, si quieren pasar de saludar a los abuelos que lo hagan, pobrecitos, no vaya a ser que aprendan normas sociales básicas que les vendrán bien para el futuro. Pero mientras que hagan lo que quieran y cuando les apetezca pues todo chachi.piruli. Jo, que moden-no ¿no? Que natural y que guay.

      Luego crecen los chachi pirulis nenes y al llegar al cole no saben ni sentarse en una mesa con los compañeros porque no aguantan estar así, como sus moden-nos papis le dejaban sentarse encima del vídeo porque él lo quería así... y luego a la super-nani porque no hay quien aguante al nene porque como ha hecho toda su vida lo que ha querido.

      Colega, vaya tela con lo que escribes. Y luego llega la peña y te dice "jó es lo que yo pensaba", "jo, que chachi y piruli es criar a los hijos con el que hagan lo que quieran, así me libro de hacer de padre/madre que es taaaan cansado".

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    • Avatar de bola8 Respondiendo a bola8
      interesante

      bola8, es una pena que con el tiempo que llevas aquí y con todo lo que has leído no hayas entendido nada todavía.

      Compartir con los demás no es una norma social básica. ¿Acaso tú dejas que los demás te quiten las cosas?

      Como ves, intento (y muchas lectoras a las que también desprecias) criar a mis hijos con respeto. Para ello trato de respetar las opciones de los demás, porque la gracia de enseñar algo es que creas en ello.

      Viendo lo poco que respetas al resto de personas, puedo imaginar el poco respeto con el crias a tus hijos... en cualquier caso poco me importa.

      La idea no es que haga lo que quieran, sino que respeten sus cosas y las de los demás.

      Por cierto, hacer de padre/madre no es saber decir no. Hacer de padre/madre es saber cuándo decir no, que es muy diferente.

      PD: No espero que contestes, porque nunca lo haces... yo al menos tengo la deferencia de comentar cuando alguien expresa su desacuerdo, aunque sea con tan poco respeto (quizás ignorar a quien te habla sea una de esas normas básicas de la sociedad de las que hablas...).

    • Avatar de bola8 Respondiendo a bola8

      bola8, conforme he ido leyendo tu comentario pensaba que era una broma de mal gusto. Veo que no.

      No voy a dedicarte más de un minuto -y ya me parece demasiada educación por mi parte. Armando es aún más educado que yo-. Creo que tus propias palabras ya dicen bastante de ti. Simplemente caes por tu propio peso.

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