‘Mi hijo se distrae en clase’: esta es la premisa con la que muchos padres llegan a la consulta de los especialistas, y es que parece que a medida que avanza el tiempo, también lo hace la facilidad con la que se distraen nuestros niños.
Es completamente normal que los niños se distraigan y sueñen despiertos algunas veces. Pero cuando esto sucede de manera frecuente, e incluso llega a afectar su rendimiento en clases, es momento de buscar ayuda profesional.
Por otro lado, es cada vez más frecuente encontrar a niños que han sido diagnosticados con Trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), o que presentan dificultades para concentrarse, y es importante que sepamos qué hacer ante estos casos.
“Las personas con TDAH a menudo tienen un sentido especial de la vida, una forma de ver directamente el meollo de los asuntos, mientras que otros tienen que razonar a su manera metódicamente”.
-Dr. Edward M. Hallowell-
¿Por qué se distrae mi hijo?
No existe una única razón para explicar por qué tu hijo se distrae estando en clases. Pero ten en cuenta algunas de estas consideraciones:
Problemas visuales
Descarta la posibilidad de que a tu hijo se le dificulte poder ver la pizarra. Puede ser que no se trate de un problema de falta de interés o de alguna patología de trasfondo.
Para algunos niños resulta difícil saber que tienen problemas visuales, al no tener un punto de comparación (con cómo ven los demás), por lo que es poco probable que lo noten.
Es importante estar atentos a cómo enfocan su mirada. Presta atención a sus ojos cuando está haciendo las tareas: ¿frunce mucho el ceño? ¿entrecierra sus ojos? ¿se acerca mucho al cuaderno? Si tus respuestas son afirmativas, te invitamos a buscar la ayuda de un especialista.
Problemas de audición
Al igual que con los problemas visuales, las dificultades auditivas pueden influir en la capacidad de prestar atención de tu hijo.
La hipoacusia se relaciona con un bajo índice académico, y muchos profesores reportan que los niños se distraen mucho en clases, antes de tener un diagnóstico.
Si tu hijo no escucha bien lo que se habla en clases, ¿cómo podría estar interesado? Esta razón es menos frecuente que los problemas visuales, pero es importante que la tengas en consideración.
No entiende a los profesores
La razón de que tu hijo se distraiga en clases se puede deber a que no entiende a los profesores.
Es posible que expliquen temas que no comprende, o que el material que se está presentando no le ayude a entender, y esto hace que pierda interés y se distraiga.
Es preciso tener en cuenta que el trabajo docente es muy complejo, y que en ocasiones puede ser un verdadero reto.
Por eso, antes de pensar en un reclamo a los profesores, convérsalo con ellos, explícales tus inquietudes y juntos buscad nuevas estrategias que puedan resultar interesantes a los niños.
Importante valorar las habilidades cognitivas
Es importante puntualizar aquí que, en algunos casos, será preciso realizar una evaluación neuropsicológica para valorar las habilidades cognitivas (inteligencia) de tu hijo.
Es decir, poder valorar si tiene algún tipo de dificultad, o si por el contrario, presenta altas capacidades y por ello se aburre (siguiente punto).
Se aburre y/o presenta altas capacidades
Una de las razones más comunes por la que los niños se distraen en clases es por aburrimiento, a veces debido a altas capacidades.
Puede que el tema que están presentando no sea de su interés, o incluso que ya lo conozca, y al no resultarle interesante le será muy fácil distraerse y perder la concentración en la clase.
Además, el uso de estrategias en clase que no le resultan atractivas puede hacer que se distraiga.
¿Qué puedo hacer para ayudarle?
Como padres y madres, hay algunas cosas que podemos hacer desde casa para ayudar a que nuestros hijos mantengan su atención durante más tiempo.
Pueden ser cosas que pasamos por alto en el día a día, pero que son fundamentales para su desarrollo y aprendizaje, como:
Asegúrate de que tu hijo descansa y duerme bien
Esto implica prestar atención no solo a las horas de sueño, sino también a su calidad. Que cuente con un espacio cómodo para su descanso y que su rutina de sueño sea ininterrumpida.
La higiene del sueño resulta muy beneficiosa en estos casos (medidas que facilitan el sueño, como por ejemplo, retirar las pantallas unas horas antes de ir a dormir).
Crea un ambiente agradable para tu hijo
Si a tu hijo se le dificulta concentrarse, procura que los espacios en los que descansa y realiza las actividades escolares sean lo más neutrales posible, sin una gran cantidad de estímulos que lo puedan distraer. El orden será tu mejor aliado.
La rutina es la clave
Crear rutinas simples pero constantes ayudará a que tu hijo cree hábitos, y este principio lo podemos aplicar a todos los ámbitos.
Si bien no podemos estar con ellos en el aula, podemos ayudarles con herramientas que faciliten su concentración.
De lo simple a lo complejo
Cuando tu hijo tiene muchas tareas, procura comenzar por las más sencillas y luego subir el nivel de complejidad.
Si comienzan por las tareas más complicadas, seguramente se cansará pronto y perderá el interés, lo que hará que se distraiga con más facilidad.
Limita el uso de tecnología
Se ha comprobado que el uso excesivo de equipos tecnológicos (tabletas, teléfonos móviles, computadores, etc.) incide de forma negativa en los niveles de concentración de los niños.
Por eso te recomendamos limitar y supervisar el tiempo en el que tu hijo hace uso de estos.
Da instrucciones claras
Indícale a tu hijo lo que esperas que haga. Usa frases cortas y simples, asegurándote siempre de que te mira cuando le explicas.
No des nada por sentado, asegúrate que haya entendido; ¿cómo hacerlo? Muy sencillo, pídele que te repita lo que le acabas de decir (puede hacerlo con sus propias palabras).
Mucha paciencia y amor
La mejor manera de ayudar a tu hijo es teniendo paciencia, y demostrándole siempre cuánto le amas.
Sabemos que ser padres no es sencillo, y que en ocasiones puede ser frustrante, pero recuerda, tu hijo está aprendiendo y los malos momentos no serán eternos.
Trata a tu hijo con amor y no olvides hacerlo también contigo. No te preocupes; ¡lo estás haciendo bien, confía en ti!
Hablad con el cole o los profesores de vuestro hijo para abordar estrategias conjuntas
Finalmente, tal y como mencionábamos más arriba, es importante hablar con los profesores para intentar identificar con ellos las causas de la distracción en clase de tu hijo.
Y, sobre todo, para proponer estrategias conjuntas a la hora de afrontar esta situación.
Para ello, son buenas las tutorías, porque son un momento para resolver dudas y poner en conjunto cómo veis a vuestro hijo y qué elementos pueden modificarse desde el aula (y también desde casa) con el fin de favorecer la atención del niño o adolescente.