Que el tabaco es perjudicial para la salud no es ninguna novedad, y más lo es en el embarazo pues tienen efectos nada deseados para el bebé. Los especialistas recomiendan dejarlo incluso antes de buscar el embarazo.
Cuanto antes se deje el hábito, mejor. Sin embrago, un estudio de la Universidad de Adelaide, en Australia ha llegado a la conclusión de que si la mujer deja de fumar antes de la semana 15, al inicio del embarazo, los graves efectos del tabaquismo podrían revertirse.
Las embarazadas que dejan de fumar antes de la semana 15 de gestación tienen tasas de parto prematuro y bebés pequeños para la edad comparables con las de las mujeres no fumadoras, según la investigación.
Los científicos analizaron datos de 2.500 madres primerizas y a las 15 semanas de gestación las dividieron en tres grupos: no fumadoras, fumadoras que abandonaron y fumadoras.
El 80% era no fumadora, un 10% lo había abandonado y el 10 % por ciento seguía fumando.
Tanto entre las fumadoras que abandonaron como en las no fumadoras, la tasa de parto prematuro fue del 4% mientras que la tasa de bebés pequeños para la edad fue del 10%.
En cambio, las mujeres que seguían fumando registraron una tasa de parto prematuro del 10% y una tasa de bebé pequeño para la edad del 17%, que son dos cifras significativamente más altas que las tasas en los otros grupos.
Aunque más vale tarde que nunca, es peligroso afirmar que da igual una mujer que ha fumado antes y durante el primer trimestre que una que no ha fumado en su vida.
Otros estudios contrastados han encontrado una clara relación entre el tabaco y el Síndrome de Down, con el déficit de atención y con problemas cardiovasculares, entre otros.
Por eso, si eres fumadora y estás buscando un bebé o embarazada es muy importante para tu salud y la del bebé que dejes de fumar lo más temprano posible.
Vía | Buena Salud