Está comprobado que el embarazo antes de los 35 años tiene un efecto protector ante el riesgo de padecer cáncer de mama.
Por eso, se creía que el aborto, ya sea espontáneo o inducido, al interrumpir este proceso, eliminaba también la defensa natural del organismo.
Sin embargo, investigadores de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) señalan que no es así, que las gestaciones interrumpidas no tienen ninguna relación con las probabilidades de desarrollar este tumor.
El efecto de protección ante el cáncer de mama durante el embarazo se debe a la que la mujer fabrica grandes cantidades de gonadotropina coriónica que estimula el tejido mamario y acelera la diferenciación de sus células haciéndolas menos propensas a generar un cáncer.
A través de un estudio a más de 100.000 mujeres de entre 29 y 46 años, a quienes hicieron un seguimiento durante diez años, y de las cuales 1.458 mujeres padecieron un carcinoma de pecho, los científicos pudieron demostrar que no existe asociación alguna entre haber tenido un aborto y la incidencia de cáncer de mama.
Además del embarazo, hemos comentado varias veces en el blog que la lactancia materna también contribuye a disminuir el riesgo de padecer cáncer de mama.
Otra vez más, gracias a los estudios científicos podemos interiorizarnos sobre cuestiones que nos interesan y discriminar qué es lo mejor para nosotras y para nuestros bebés.
Vía | El Mundo Salud En Bebés y más | Aumenta la detección de cáncer de mama en embarazadas En Bebés y más | Lactancia, nuevos datos sobre la prevención del cáncer de mama En Bebés y más | Tras un cáncer de mama puede no ser necesario esperar dos años para buscar embarazo