Hemos hablado en varias ocasiones sobre la importancia de extremar ciertos cuidados en el embarazo para evitar infecciones causadas por parásitos o bacterias que podrían afectar al bebé como por ejemplo la listeriosis.
La listeriosis es una infección provocada por la bacteria Listeria monocytogenes que afecta a los animales y en menor medida al ser humano, pero en un recién nacido o en un bebé en gestación podría llegar a ser mortal.
La infección se produce a través del consumo de alimentos contaminados como puede ser la leche cruda, el queso elaborado con leche cruda, carne cruda o mal cocinada, verduras crudas o embutidos.
La listeria puede pasar del intestino al flujo sanguíneo de la madre y atravesar la placenta infectando al bebé pudiendo provocar un parto prematuro, un aborto espontáneo o un parto donde el bebé nace muerto.
Los síntomas de la listeriosis son similares al de una gripe, dolor de cabeza, dolores musculares, fiebre, a veces nauseas y diarrea y si afecta al sistema nervioso, convulsiones y pérdida de equilibrio. En el bebé puede provocar septisemia (infección generalizada de la sangre), asociada a meningitis, lesión del hígado o neumonía.
Un equipo de investigadores del Instituto Pasteur en París ha encontrado cómo es exactamente que la listeria pasa de la madre al feto para intentar buscar una forma de evitarlo.
Han descubierto que listeria requiere de dos proteínas bacterianas (InlA y InlB) para atravesar la barrera de la placenta e infectar al feto. Creen que al bloquear una o ambas de esas vías de acceso, sería posible evitar que la madre traspase la infección al feto.
De ser así, podríamos estar cerca de la fórmula para evitar el contagio de la infección de la madre al bebé, lo cual ayudaría a salvar muchas vidas ya que un tercio de los casos de listeriosis se da en embarazadas.
Vía | Reuters Más información | Nature En Bebés y más | La listeriosis está a salvo en la placenta de la mujer embarazada En Bebés y más | Los quesos en el embarazo