Nunca me han gustado los parques tradicionales (corralitos, en algunos países) porque ocupan mucho espacio y los niños parecen enjaulados. Por eso, me encantó lo que he descubierto.
Es una especie de parque y alfombra de actividades, pero con lados que se pueden subir para que el bebé no se escurra o para convertirlo en una camita.
Es ideal para los primeros meses, cuando aún no se quedan sentados. Tiene actividades y sonidos para que el bebé esté entretenido y en la barra podemos colgar sus juguetes favoritos.
Lo que más me gustó es que tiene tres funciones: parque, hamaca y cambiador. Trae una base redondeada que se puede agregar debajo para hamacarlo, o podemos abrir uno de los lados (también se pueden abrir todos) y se convierte rápidamente en un cambiador.
La funda es lavable y se puede comprar por 220 dólares, con base incluida ó 155 dólares sin base en zacandzoe.com.