La lactancia no tiene fecha de caducidad, es imposible ponerle un plazo. Es una experiencia mutua que debe durar el tiempo que tú y tu hijo consideren.
La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses, luego complementarla con la alimentación adecuada hasta los dos años.
Yo he amamantado durante algo más de un año y creía que iba a ser difícil quitarle el hábito a mi hija, pero da a poco solita empezó a dejar la “teti”. Es cierto que es más por mimo que por alimentación, convirtiéndose casi exclusivamente en un acto de consuelo y tranquilidad. A la vez, seguirás reforzando sus defensas a través de tu leche, que mientras el bebé succione se seguirá generando. Aunque sea una sola vez al día, tu cuerpo se organizará para suministrarle la cantidad necesaria.
Nunca falta algún comentario mal intencionado. Hay mucha gente que cree que la lactancia es exclusivamente para bebés pequeños y no ve con buenos ojos que el bebé que camina tome la teta. Pero, a comentarios necios… oídos sordos.
Para mí fue una experiencia maravillosa y recomiendo no cortarla hasta que tu bebé no lo decida.
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