La lactancia materna no comienza cuando el recién nacido se engancha al pecho de la madre y mama, sino que es un proceso que se inicia mucho antes. Durante el embarazo el pecho sufre una serie de modificaciones y se va preparando para la lactancia. Y el calostro se produce mucho antes de dar a luz.
Sin embargo, el embarazo no es un paso imprescindible para amamantar. La lactancia inducida es el proceso por el cual una madre que no ha estado embarazada ni ha dado a luz a un bebé puede producir leche materna. Debemos diferenciarla de la relactación, el proceso por el cual una mujer que ya amamantó previamente y dejó de hacerlo, vuelve a producir leche.
No es algo nuevo...
Aunque pueda parecer novedoso, incluso ciencia ficción para algunos, lo cierto es que la relactación y la inducción de la lactancia han existido históricamente. No era raro que, tras la muerte de la madre de un bebé, éste fuese acogido por algún familiar que tratase de amamantarlo para nutrirlo, cuando no quedaba otra opción.
La relactación y la inducción se han usado también en situaciones de desastres o epidemias, cuando las madres trataban de proporcionar alimento seguro a bebés y niños ya destetados.
Actualmente, en los países desarrollados, lo vemos en mujeres que adoptan o en parejas de mujeres en las que la que no ha gestado al bebé desea también amamantar.
¿Qué mujeres pueden inducirse una lactancia materna?
Cualquier mujer que tenga pecho y una hipófisis que funcione de manera de normal es probable que sea capaz de amamantar. No es necesario haber estado embarazada, ni tener útero u ovarios.
Las mujeres postmenopáusicas también pueden tener una lactancia inducida. Dependiendo de cada caso, necesitarán uno u otro tratamiento. Incluso ha llegado a inducirse la lactancia en hombres.
Formas de inducir la lactancia materna
Aunque hay situaciones en las que no es posible, lo ideal es contar con un tiempo de preparación del pecho antes de la llegada del bebé (de la misma manera que el pecho se prepara para la lactancia durante el embarazo).
La lactancia podemos inducirla con medicamentos, que tratan de simular un estado de embarazo para favorecer la preparación del pecho para la lactancia. Además, a veces se administran galactogogos (sustancias que aumentan la producción de leche materna). Esto hay que combinarlo con estimulación del pecho y extracciones de leche.
Uno de los protocolos más empelados es el de Dr Jack Newman y Lenore Goldfarb, en el que las mujeres combinan medicación de estrógenos y progesterona con estimulación del pecho y un galactogogo (domperidona). Esta inducción debe contar con supervisión médica y debe comenzar varios meses antes de la llegada del bebé. Para las mujeres que cuentan con menos tiempo, estos mismos autores disponen de un protocolo acelerado.
También es posible inducir la lactancia sin medicación. La madre deberá comenzar a estimularse el pecho; primero puede hacerlo manualmente por breves periodos de tiempo y progresivamente ir aumentando la duración. El uso de un sacaleches doble eléctrico también puede ayudar y ahorra tiempo. Es preferible realizar un mayor número de extracciones breves que menos pero de mayor duración. Tener un horario más o menos fijo también es beneficioso.
Una vez que llega el bebé debemos tratar de ofrecerle el pecho siempre que sea posible. En el caso de necesitar suplementos, éstos se ofrecerán tras el pecho. En ocasiones puede ser de utilidad un relactador (un recipiente en el que colocamos la leche a suplementar y del que sale un tubito/sonda hasta el pezón de la madre, de manera que cuando el niño succiona coge el pezón y extrae leche del pecho y del relactador).
Debemos tratar de minimizar interferencias con chupete y tetinas (los suplementos pueden también ofrecerse con jeringa, vasito o cuchara)
¿Cuánto tiempo se tarda en producir leche?
Esto es variable, dependiendo de cada mujer y de la técnica empleada, pudiendo tardar entre 1 y 6 semanas.
Como media, suelen tardarse unas 4 semanas en verse las primeras gotas de leche desde que se inició la estimulación y/o el tratamiento hormonal. En el caso de estar poniendo al bebé directamente a mamar, puede aparecer la leche tras 1 o 2 semanas.
La leche de lactancia materna inducida tiene una composición similar a la leche madura
La mayoría de los niños alimentados con leche materna inducida tienen un crecimiento normal, lo que hace presuponer que la composición de esta leche es similar a la de las mujeres que sí han estado embarazadas.
Hay diferentes estudios que comparan leche de mujeres que han dado a luz con leche de lactancias inducidas. La lactancia inducida tiene una composición similar a la leche madura (a partir de 10 días) de las madres biológicas, con pequeñas diferencias.
Las mujeres que no han gestado no son capaces de producir calostro. Estas pequeñas diferencias no son clínicamente significativas salvo casos puntuales (prematuridad o muy bajo peso al nacer), y esta leche inducida también contiene anticuerpos y otros elementos de protección frente a enfermedades.
¿Se puede lograr lactancia materna exclusiva?
Aunque existen casos de lactancias inducidas que han logrado hacer una lactancia materna exclusiva, son muchas las madres que no lo consiguen y tienen que mantener suplementos.
El fin de la lactancia inducida es normalmente favorecer el vínculo madre-hijo, que le bebé encuentre en el pecho comfort y seguridad, además de la parte nutritiva. La leche materna que consiga tomar el bebé, por poca que sea, le ofrecerá múltiples beneficios.
Es importante que las madres (y los profesionales) que quieran llevar a cabo este tipo de lactancia sean conscientes de que tal vez no puedan amamantar a su bebé en exclusiva.
La clave del éxito es...
Una de las cosas que más influya probablemente la perseverancia y las ganas de amamantar que tenga la madre. Es una tarea dura, que requiere mucho esfuerzo, tiempo y constancia pero que las que lo han llevado a cabo, aseguran que merece la pena.
Otro punto importante son las ganas que tenga el bebé de mamar. Es más fácil conseguirlo cuanto más pequeño sea el bebé (las tasas de éxito son mayores en menores de dos ó tres meses). Además es fundamental que tenga un buen enganche.
La preparación previa a la llegada del bebé facilita las cosas, como hemos visto, aunque no siempre es posible.
En Bebés y más | Mitos sobre la lactancia materna: “Si has dejado de dar el pecho no puedes volver atrás”, Afianzamiento espontáneo: otra oportunidad al lactante que se agarra mal al pecho, https://www.bebesymas.com/lactancia/que-mi-bebe-rechaza-pecho-soluciones