Estos días, en la prensa británica especializada en salud infantil, ha llamado poderosamente la atención un estudio que ha señalado que las madres que dan alimentación a sus bebés con biberón no reciben ni el apoyo emocional ni la información suficiente.
No se como es la situación de las mujeres españolas, pues aqui las tasas de lactancia materna son enormemente bajas, pero seguramente se sientan identificadas con lo que se ha encontrado en la sociedad británica.
La publicación Archives of Disease in Childhood ha recogido un estudio muy amplio que indica que el personal sanitario podría estar descuidando a las mamás que deciden o que se ven obligadas a dar biberón. La noticia ha causado considerable revuelo pues, sin duda, aunque se sepa que lo mejor para la salud de madres e hijos es la lactancia materna, “castigar” a una atención de menor calidad a quienes usan la leche artificial es, además de una injusticia, una acción muy peligrosa que puede tener graves consecuencias.
La leche artificial está relacionada con una mayor incidencia de muchas dolencias, que van desde las otitis y diarreas hasta mayores tasas de leucemia y diabetes en los niños. La causa-efecto concreta posiblemente no podamos determinarla, pero es innegable que hay un riesgo mayor en la salud de los bebés que toman biberón en terminos generales.
A veces piendo que la leche artificial debería ser tratada como un medicamento y exigirse que se realizasen los mismos controles antes de comercializarla que se hacen a las medicinas, para que los efectos “secundarios” fuesen bien conocidos.
Como decía, el uso de la leche artificial aumenta el índice de determinadas patologías. Pero hay más, la higiene, la dosificación, el modo de preparación y de administración es un tema muy serio. Por ese motivo precisamente las madres que van a dar biberón necesitan mucha información, apoyo y conocimentos. Un biberón mal preparado puede aumentar estos problemas si no es correctamente esterilizado o si la preparación es incorrecta en modo y cantidad.
Los investigadores británicos repasaron 23 estudios que incluyeron a más de 13.000 participantes y encontraron que un número considerable de mujeres se quejó de no recibir bastante información sobre técnicas de crianza con biberón correctas, tales como frecuencias y cantidades de alimentación. También encontraron que algunas mamás experimentaron emociones negativas tales como culpabilidad, preocupación sobre el impacto en su bebé, incertidumbre sobre cómo proceder, y un sentimiento muy negativo respecto a la presión que recibían para amamantar.
Los autores del estudio concluyeron que si bien es una cuestión de salud pública muy importante el promover la lactancia materna por ser la opción más sana para la madre y el bebé, también es necesario asegurarse de que las necesidades de las madres que dan biberón estén cubiertas.
Concluyen que si los profesionales de la salud no proporcionan información correcta sobre la crianza con biberón, las madres buscarán ayuda en la familia y en los amigos, que pueden aumentar el riesgo de prácticas de crianza con biberón incorrectas y peligrosas.
Es estudio ha sido contestado por la dirección del programa Hospitales Amigos de los Niños en el Reino Unido, que es una iniciativa de Unicef. Han expuesto su preocupación pues consideran que la iniciativa es cuestionada por las conclusiones del trabajo y han querido explicar el funcionamiento de los protocolos que se aplican en los hospitales que adquieren esta certificación. Consideran que la Iniciativa Hospital Amigo de los Niños no es causa de la desinformación que relatan las madres.
El protocolo indica que todas las madres embarazadas deben recibir una charla sobre alimentación infantil dentro del resto de las informaciones de cuidado prenatal, asegurándose así que todas ellas dispongan de información completa y veraz antes de tomar una decisión sobre el tipo de lactancia que van a dar.
La única restricción es que no pueden hacerse demostraciones reales del uso de biberones ni promocionar de forma directa o indirecta estos productos. La razón que es que tales demostraciones en clases prenatales minan el amamantamiento, y se considera que en nada ayudan en la toma de un decisión informada.
En el período postnatal se recomienda fuertemente que a las madres que dan biberón se les enseñe como prepararlo antes de que reciban el alta y se recomienda que el personal tenga una charla completa con ellas sobre como criar con biberón correctamente. Animan al personal también a asegurarse de que todas las madres, sin importar método de alimentación, tengan un período de contacto piel a piel con sus bebés para facilitar la creación del vínculo.
Respecto a la tan repetida acusación que señala que la promoción de la lactancia materna crea culpabilidad y sensaciones negativas en las mujeres la consideran simplista. La realidad es incuestionable, la evidencia ha demostrado en muchos campos y ocasiones que el amamantamiento tiene implicaciones importantes para infantil y la salud maternal. Negar esta información a las mujeres por miedo a crearles una sensación de culpa o a que se sientan presionadas es negarles a los padres un derecho fundamental, el que tomen sus decisiones de forma informada y responsable.
Esa es la manera que se imparte la información en los Hospitales Amigos de los Niños y no puede negarse a los padres su derecho a conocer toda la verdad. Para lograr que la información llegue y lo haga de modo comprensible y comprensivo se forma intensamente al personal sanitario.
Finalmente, en la carta manifiestan su tristeza por los sentimientos que relatan las madres de verguenza e inferioridad por no lograr amamantar, lo que precisamente hace que sea necesario reforzar las medidas de apoyo y formación a las mujeres, pues en realidad, solamente un muy reducido número de ellas están impedidas físicamente para conseguirlo. Si querían dar el pecho y no lo consiguieron la culpa no es de ellas, sino de que no hay todavía suficientes programas de educación y ayuda. Hacen falta mas programas como la Inciativa Hospitales Amigos de los Niños para que las mujeres que quieren dar el pecho puedan lograrlo.
Mi experiencia personal y la de mi entorno es bastante diferente en España. Aqui, excepto en los Hospitales Amigos de los Niños, la información y promoción de la lactancia materna es escasa, sesgada e insuficiente. ¿Vosotros cómo percibís la orientación de los sanitarios y médicos españoles? ¿Ofrecen información veraz y apoyo sobre lactancia materna y sobre lactancia artificial ?
Via | Archives of Disease in Childhood
Más información | ADC, San Francisco Gate
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