Una pareja belga, de 24 y 22 años, han encontrado en internet una herramienta para deshacerse de su bebé al nacer a cambio de una recompensa de entre 5.000 y 10.000 euros.
La noticia nos parece un horror, uno se pregunta cómo es posible que suceda algo así, pero los padres lo han tenido muy fácil, lo cual nos lleva a pensar en la impunidad con que se puede vender a un bebé sin que nadie se entere.
El anuncio ponía: "Estoy embarazada de cinco meses y me gustaría deshacerme de este bebé cuando nazca. Tengo dificultades económicas y no puedo quedármelo. Por este motivo, me gustaría hacer a alguien feliz gracias a mi hijo para que viva en un hogar caluroso y acogedor". Una propuesta muy tentadora para una pareja infértil. La desesperación ha hecho que picaran. Sucedió el verano pasado, así de fácil. La madre biológica acudió al hospital con la tarjeta sanitaria de la madre adoptiva quien al día siguiente registró al bebé como propio.
Este caso fue descubierto por una periodista, pero es posible que haya casos que nadie descubre. El país se ha revolucionado poniendo en el tapete el reclamo de que no esté estrictamente penada por ley la compra-venta de un bebé. O sea, que la venta de bebés como tal en Bélgica es legal, lo cual es espantoso. Según los abogados, para poner a los padres entre rejas habrá que demostrar otros delitos relacionados.
Vía | Público