Antes me costaba crear hábitos y rutinas; la procrastinación, el estrés diario, la falta de tiempo, las excusas... parecían obstáculos insalvables. Sin embargo, cuando empecé a poner en práctica el método Kaizen, sentí que mi día a día era más productivo y ligero, y a la vez, logré sentirme mejor conmigo misma. Aquí os cuento un poco más sobre este método y cómo aplicarlo.
El método Kaizen es una filosofía japonesa que nos ayuda a hacer grandes cambios en nuestro día a día, y a incorporar nuevos hábitos, con pequeños pasos. Nos permite convertir tareas complejas en tareas más sencillas y asequibles, y a través de él podemos lograr un estilo de vida más sano y más acorde a nuestros valores.
En este artículo os cuento más sobre este método que es atractivo por su simplicidad sin dejar de ser altamente efectivo, y sobre cómo llevarlo a la práctica en el día a día. Como veremos, es un método que nos puede ayudar a potenciar nuestra calidad de vida y nuestra salud mental.
Método Kaizen: en qué consiste
El método Kaizen es una filosofía de mejora continua que se originó en Japón y que se ha utilizado en empresas de todo el mundo para aumentar la eficiencia, la calidad y la productividad.
Concretamente, fue creado por el consultor Masaaki Imai, y se basa en la cultura empresarial japonesa de posguerra. El método se traduce literalmente como "la sabiduría del cambio", y pone el foco en la importancia de los procesos, el cambio de comportamientos y el esfuerzo diario para lograr los objetivos de forma escalonada y sin "gran" esfuerzo.
El nombre de "Kaizen" surge de la contracción de dos términos: Kai, que significa "cambio", y Zen, que significa "mejor". Como se ha visto, es un método aplicable a múltiples ámbitos de la vida cotidiana (más allá del ámbito empresarial), que nos ayuda a hacer cambios graduales en nuestra vida y mejorar así nuestra salud y nuestra calidad de vida.
A su vez, el método sirve para eliminar las ineficiencias o errores que puedan afectar el desempeño de la tarea en cuestión; traducido al día a día, sería como eliminar esos obstáculos que nos hacen "perder el tiempo" o ser poco productivos. Os proponemos cinco formas prácticas de aplicarlo en el día a día.
Cómo aplicar el método Kaizen en nuestro día a día
El método Kaizen es una forma efectiva y amigable de mejorar la calidad de vida en diversas áreas, como la alimentación, el sueño, la organización en el hogar, la salud mental y la actividad física, entre otras. Al abordar estos aspectos con pequeños cambios diarios y un enfoque constante, puedes experimentar mejoras importantes en tu bienestar general sin sentirte agobiado.
La clave está en recordar que el cambio a menudo es un proceso gradual, y que cada pequeño paso cuenta hacia una vida más saludable y equilibrada. Yo te animo a empezar hoy mismo y a disfrutar de los beneficios del Kaizen en tu vida cotidiana; y por ello te propongo cinco formas para empezar (aunque podrás escoger los ámbitos de tu vida que más te interesen):
1. Pequeños cambios en la alimentación para que esta sea más saludable
Comenzar una dieta drástica o un cambio radical en tus hábitos alimenticios puede ser abrumador y poco sostenible a largo plazo. En cambio, el enfoque Kaizen te anima a hacer pequeños ajustes diarios en tu alimentación.
Por ejemplo, podrías comenzar por incluir una porción adicional de verduras en una comida al día o reemplazar un refrigerio o snack poco saludable por una opción más nutritiva. Estos pequeños cambios, con el tiempo, pueden llevar a una dieta más equilibrada y a una mejor salud en general.
2. Mejora del sueño a través de rutinas nocturnas consistentes
El sueño es crucial para la calidad de vida y la salud mental. En lugar de tratar de cambiar de la noche a la mañana tus patrones de sueño, considera aplicar el Kaizen estableciendo una rutina nocturna consistente.
Esto podría incluir ir a la cama y despertarse a la misma hora todos los días, apagar dispositivos electrónicos al menos una hora antes de dormir y practicar técnicas de relajación, como la meditación, antes de acostarte. Estos pequeños cambios pueden contribuir a un sueño más reparador y, a la larga, a una mejor calidad de vida.
3. Orden y organización en el hogar: un lugar para cada cosa
El desorden en el entorno puede aumentar el estrés, sobre todo a nivel mental, y afectar de forma negativa la calidad de vida. Por ello puedes aplicar el Kaizen en tu hogar realizando pequeños cambios de organización y orden diarios.
Por ejemplo, dedica unos minutos a ordenar un cajón, un estante o un armario, o a eliminar elementos innecesarios (a donar ropa, tirar cosas...). Establece un lugar para cada cosa y adquiere el hábito de poner las cosas en su sitio después de usarlas. A lo largo del tiempo, notarás un aumento en la sensación de calma y claridad mental.
4. Meditación progresiva y diaria
La meditación es una práctica que se adapta perfectamente al enfoque Kaizen. En lugar de tratar de meditar durante largos períodos de tiempo desde el principio, empieza con sesiones cortas y aumenta gradualmente la duración a lo largo del tiempo.
Incluso cinco minutos al día pueden marcar una diferencia en tu bienestar mental. La meditación ayuda a reducir el estrés, mejora la concentración y promueve la salud mental en general.
5. Ejercicio físico diario en pequeñas dosis
La actividad física es otro elemento esencial para mantener una buena calidad de vida. En lugar de forzarte a realizar intensas sesiones de ejercicio, comienza aplicando el método Kaizen a tu rutina de ejercicios.
¿Cómo? Por ejemplo, puedes empezar con tan solo diez minutos de ejercicio al día, ya sea caminar, nadar, hacer yoga o cualquier actividad que disfrutes. Con el tiempo, puedes aumentar gradualmente la duración y la intensidad de tus entrenamientos. Este enfoque gradual y constante te ayudará a mantenerte activo y motivado de manera sostenible en el tiempo.
La regla del minuto del Método Kaizen para crear hábitos
Por otro lado, es importante que conozcas una de las reglas más efectivas dentro del método Kaizen, la regla del minuto, que también puedes aplicar a las recomendaciones anteriores a la hora de crear hábitos y rutinas. ¿Cómo ponerla en práctica?
Se trata de repetir a diario, durante 60 segundos, una misma tarea que queremos que se convierta en un hábito a largo plazo y que forme parte de nuestro estilo de vida saludable. Es sencilla pero realmente efectiva. Podemos aplicarla en la alimentación, el ejercicio, el sueño, el orden...
Por ejemplo, empezar cada dia meditando durante un minuto al levantarnos y al irnos a dormir, u ordenar la habitación durante un minuto, escribir durante un minuto... Con el tiempo, será más fácil que se instauren estos hábitos saludables, y si nos aptece, podemos aumentar la duración de la actividad.
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