Pues si. La adopción por parte de parejas homosexuales, que tanto ha dado que hablar, no es algo que se de solamente en los humanos. Hace unos días saltaba a los noticiarios la bonita historia de dos pingüinos macho que son pareja y que han adoptado una cría rechazada por los padres biológicos.
Z y Vielpunk, ambos machos, son dos pingüinos Humbold que viven en el zoo de Bremerhamer, en Alemania. Tras diversas visicitudes los cuidadores aceptaron su condición sexual y cesaron en los intentos de reconducirlos hacia la heterosexualidd. Finalmente se les ofreció un huevo que había sido abandonado por los padres biológicos y las pareja asumió feliz el rol de nuevos padres.
Empollaron el huevo como el resto de las parejas y el pequeño, que nació hace un més, ahora los ha colmado de alegría. Lo cuidan y alimentan con ternura y se preocupan continuamente de él.
La historia me ha encantado. Esta pareja ha demostrado no sólo que la homosexualidad es normal entre algunas especies animales, sino que es además aceptada perfectamente por el resto de los congéneres de la especie. Algo de lo que los humanos tenemos mucho que aprender.
El polluelo está creciendo en un hogar en el que se cubren sus necesidades afectivas y materiales por la pareja de padres que les ha tocado. Y no hay nada que decir en contra de esto, como nada hay que decir acerca de que los niños humanos reciban amor y atención de sus padres, sea cual sea su condición sexual.
Via | Ambiente G