Como era previsible, el comienzo de año en Alemania ha traído consigo una oleada masiva de nacimientos en los hospitales del país.
Al anunciar el gobierno subvenciones de hasta 25.000 euros para los niños nacidos a partir del 1 de enero, y tras las consecuentes maniobras de las parturientas para retrasar el parto a como diera lugar, era de esperar que los primeros días del 2007 los hospitales se llenaran de bebés con grandes panes bajo el brazo.
En algunos casos, como es lógico no se ha podido retrasar el parto. Cuando un parto se desencadena no hay forma de pararlo.
Pero el gran aumento de nacimientos se ha debido a los casos de partos programados, en los cuales no había riesgo de que el parto se produjera una semana más tarde y las madres pidieron que fueran postergados.
Mis dos partos, por ejemplo, fueron programados para la semana 38, fecha a partir de la cual el médico consideró que las niñas estaban bien para nacer, pero podrían haber sido una semana después sin problemas.
Como pensaron muchas madres alemanas: “si no perjudica al bebé, ¿por qué no?”
Claro que en España no hay ayudas tan generosas y la tripa pesaba demasiado, así que preferí adelantar los partos.
Vía | Reuters En Bebés y más | Alemania: retrasar el parto hasta enero tiene premio En Bebés y más | Retrasar el parto para beneficiarse de subvenciones