El bar Livingstone en Salamanca, se ha visto inmerso en una polémica a través de las redes sociales por redactar unas normas de convivencia y comportamiento dirigidas a los menores y a sus padres, que no han sentado bien.
El cartel, con las cincos normas impresas, fue colgado por los responsables en la puerta del establecimiento con el objetivo de "poner orden en la convivencia entre los clientes". Sin embargo, han sido tantas las críticas recibidas que el bar ha acabado rectificando y pidiendo disculpas por lo ocurrido.
Cinco normas que han levantado la polémica
Hace dos días, un vecino de Salamanca publicó en su perfil de Facebook la fotografía de una cartel con cinco normas de convivencia para menores, redactadas por los responsables de un bar de su ciudad.
Su publicación se viralizó rápidamente, causando un gran revuelo en redes sociales y dividiendo las opiniones de los usuarios. La mayoría de ellos mostró su absoluto rechazo e indignación, e incluso muchos lo manifestaron abiertamente en la página de Facebook del bar. Sin embargo, otros clientes han aplaudido la medida y han destacado el mal comportamiento de algunos niños y las molestias que a veces causan.
En cualquier caso, el bar ha rectificado y ha pedido disculpas a los usuarios a través del siguiente mensaje publicado en su página de Facebook:
¿De verdad es necesario esto?
Leo todo lo ocurrido y confieso que no doy crédito. ¿Normas de comportamiento dirigidas a los menores antes de acceder a un local? ¿Y qué pasa con los adultos? ¿Acaso no los hay bastante más molestos que muchos niños?
Pero es que además, analizo las controvertidas reglas y a algunas no las encuentro ningún sentido:
- "Está prohibido entrar con cualquier tipo de juguete en el local (excepto móviles y consolas)"
No logro entender el motivo de esta prohibición, salvo que hiciera referencia a juguetes como balones o patines que los niños puedan llegar a utilizar dentro del local con el consiguiente riesgo.
En mi caso, por ejemplo, cada vez que salimos de casa, mis hijos se preparan una pequeña mochila con sus juguetes. De este modo, si decidimos comer en un restaurante o ir a una cafetería siempre tienen sus muñequitos a mano para entretenerse, o sus cuadernos para colorear. Y justamente, a lo que no recurren es al móvil o al iPad.
- "Si el menor llorase, gritase o hiciera ruidos molestos para el resto, los padres deberán sacar al menor hasta que deje de hacerlo"
Es cierto que muchas veces los peques se aburren y ello les puede llevar a gritar, hablar demasiado alto, llorar... En definitiva, causar algún tipo de molestia a los demás.
El fin de semana pasado me ocurrió algo similar con mi hijo pequeño de dos años. Estábamos comiendo en un restaurante y algo le provocó una enorme rabieta. Traté de calmarle durante unos segundos dentro del local, pero en vista de que no lo conseguía decidí salirme a la calle con él hasta que parara de llorar para no molestar a nadie.
Y no necesito un cartel de normas que me obligue a actuar así porque como adulta responsable, se lo que es la convivencia y el respeto a los demás, así como mi deber de educar a mis hijos.
Muchos clientes alegan que algunos padres confunden los bares con las guarderías, y dejan a sus hijos campar a su antojo por el local, molestando al resto de personas. Y lamentablemente sé que esto es así porque me he encontrado con situaciones similares. Pero insisto, la responsabilidad no es de los niños, sino de los adultos que les acompañan.
- "Está prohibido cambiar a los niños en el local fuera del aseo"
Confieso que esta norma me ha dejado boquiabierta, aunque imagino que si han llegado a prohibir algo así será porque lo han visto en más de una ocasión. Supongo que se referían a cambiar los pañales, pero ¿de verdad alguien es capaz de cambiar a un bebé sobre la mesa de una cafetería? Si es así me parece una tremenda falta de respeto, hacia el niño y hacia el resto de las personas.
En cualquier caso, y aunque haya ciertas normas que vayan cargadas de razón, considero que es una falta de respeto hacia los menores publicar algo así. En general, creo que hemos llegado a un punto en el que se cataloga muy rápidamente a los niños, y todo lo que hacen molesta. Molesta si corren, si lloran, si gritan, si hablan alto...
Nos olvidamos de que los niños, y sus actos, son responsabilidad de los adultos. Los peques son personas en formación; espontáneas, vitales y sin las normas de convivencia grabadas en su cerebro. No nacen con un botón de Off que podamos apagar cuando tienen un mal día o entran en una rabieta, ni con una rueda para ajustar el volúmen de su voz.
Por tanto, me pregunto: ¿de verdad es necesario publicar este tipo de normas, o estamos volviéndonos demasiado intransigentes con el comportamiento de los niños? Entiendo que haya situaciones que resulten molestas para el resto, pero en esos casos particulares y concretos pienso que quizá lo mejor es hablar personalmente con el cliente, tanto si hay niños implicados como si no.
Niños en bares de copas
Pero también creo que los padres debemos hacer un ejercicio de reflexión y pensar si nuestro ocio debe primar por encima del de los niños. Es decir, a todos nos apetece divertirnos en un momento dado, salir a tomar un café, o irnos de tertulia al bar con los amigos, pero ¿es el mejor sitio para ir con menores?
Según leemos en el comunicado de este bar, parece que el establecimiento está enfocado al "ocio nocturno", si bien según se indica en la información de su página, su horario de apertura es a partir de las 15:00 de la tarde. En cualquier caso, es totalmente lógico y comprensible que un niño se aburra en un bar o una cafetería.
Lo que para nosotros son unas horas de desconexión y conversación (¡que pasan volando!), para el peque es mucho tiempo de permanecer sentado en una silla, frenando sus impulsos de jugar o correr, sobre todo si hablamos de niños muy pequeñitos.
Lógicamente, nadie debe decirnos donde ir o no ir con nuestros hijos, pero en mi opinión creo que a veces a nosotros mismos se nos olvida que quizá ciertos sitios o cierto tipo de actividades de ocio adulto, pueden no ser la opción más entretenida para los niños.
En cualquier caso, y resumiendo, me parece muy acertado que el bar haya decidido rectificar sus normas, pero no debemos olvidarnos de que todos vivimos en sociedad y tanto niños, como adultos, merecemos respeto y comprensión que sólo lograremos mediante la empatía y la educación.
Vía El Español
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