Ironías de la vida: hay parejas que no pueden tener hijos y darían lo que fuera por lograr un embarazo y hay parejas que logran un embarazo y darían lo que fuera por no tener al hijo. ¿Por qué? Pues porque cuando no hay medios económicos, cuando no hay dinero, no se hace uso de métodos anticonceptivos y un bebé, una boca más que alimentar, puede suponer un problema para toda la familia.
No justifico lo que hizo esta mujer. Sólo explico por qué desde el embarazo decidió que no cuidaría de su bebé. Que ojo, yo hablo de dinero, pero la causa podría ser otra: una adolescente escondió su embarazo hasta el final, una mujer con una pareja violenta, una infidelidad, etc. El caso es que después de dar a luz tiró al bebé a la basura y quiso el destino que ese no fuera su día: un perro le encontró y le salvó la vida.
Un perro callejero, el ángel de la guarda del bebé
Fue un perro callejero, sin dueño, probablemente buscando entre los escombros algo que llevarse a la boca, quien lo encontró. Lo cogió en sus fauces y se dirigió a la casa más cercana que encontró.
Allí vieron la escena que ha sorprendido a tanta gente (podéis ver las fotos aquí), del perro llevando en su boca al bebé desnudo, aún con el cordón umbilical colgando.
Lo incomprensible del momento es que decidieran hacer fotos antes que coger al bebé, pero tampoco quiero decir mucho al respecto porque no sabemos cómo sucedió todo (quién sabe si no pensaron que era una broma de Halloween, o si siendo un perro desconocido no se atrevían a acercarse por miedo a que mordiera con fuerza al bebé).
El caso es que cogieron al bebé y lo trasladaron al hospital, donde los médicos, tal y como leemos en Ideal, han informado de que el bebé está bien y que se está recuperando.
¿Qué otras opciones tenía la "madre"?
Pues en Brasil igual no hay muchas soluciones para mujeres así, pero antes que tirarlo a la basura sin duda podría haber buscado otras soluciones: si quedárselo no era una de ellas, podría haberlo dado en adopción, y si eso suponía desvelar su identidad, habría bastado con abandonarlo (ya que no le vas a cuidar) en cualquier puerta... antes se dejaban en los conventos, ¿no?
Para casos así, y en momentos como este, siempre recuerdo los buzones para abandonar niños que hay en algunos países, además de la posibilidad de dar a luz de manera anónima.
En el caso del parto anónimo, la mujer que va al hospital solicita un parto sin registro y desde ese instante se le trata como a cualquier madre, pero sin anotar sus datos en ningún momento. El bebé se queda ya en el hospital donde los servicios sociales buscan una familia de acogida, mientras la mujer se va del hospital sin él.
Si no se hace uso de este servicio, si se tiene el bebé en casa, pero no quieres hacerte cargo de él, puedes ir al buzón salvabebés; es una ventana que se abre desde el exterior y que da a una cuna climatizada vigilada por una cámara de vídeo.
En el momento en que alguien abre esa ventana una alarma se dispara en la unidad de cuidados intensivos avisando al personal médico de que está siendo depositado un bebé.
La persona que realiza la entrega, que no queda grabada en el vídeo, encuentra una carta escrita en ocho idiomas que explica cómo contactar con el hospital y un sello de tinta para tomar una huella del recién nacido. Así esa persona tiene la posibilidad, si luego se retracta o se lo piensa mejor, de volver para reclamar al bebé. En ese momento la ventana se cierra siendo imposible volver a abrirla desde fuera.
Ojalá en Brasil empiecen a pensar en estas soluciones para que esto no vuelva a pasar.
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