La sombra de la corrupción ha llegado hasta los sitios más impensados, como la consulta del pediatra. El viernes pasado, doce pediatras italianos han sido arrestados en su domicilio por recibir sobornos de los fabricantes de leche artificial a cambio de promover la leche artificial en lugar de la lactancia materna.
Según la Policía, los profesionales, dos de los cuales eran Jefes de Pediatría de hospitales italianos, "prescribían leche de fórmula para los recién nacidos a cambio de recompensas en forma de lujosos regalos y estancias vacacionales". Realmente una vergüenza.
¿La culpa es sólo de los pediatras?
Quien acepta el soborno es culpable, está claro, pero ¿y quién lo ofrece? También tendrán su responsabilidad las marcas de leche artificial, digo yo. Porque es su negocio y quieren vender, pero nunca a costa de la salud de los más pequeños.
Se ha sabido que en Italia los vendedores repartían "cientos de miles de euros en regalos a los médicos de la sanidad pública si la cifra de ventas locales eran altas. Entre los regalos había iPhones, ordenadores, sistemas de aire acondicionado, televisores, viajes a India, Estados Unidos, París, Londres y Estambul y cruceros de lujo".
También se ha detenido a cinco representantes de ventas de tres compañías diferentes y un director. Lo que no se sabe es si en algunos casos los representantes actuaban en solitario o si también estaba involucrada la compañía.
Jugando con la salud de los recién nacidos
Los pediatras se saltaron a la torera las recomendaciones de los científicos y de la propia Organización Mundial de la Salud que aconseja dar lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad y complementada con alimentación sólida hasta al menos los dos años.
Un pediatra está perfectamente informado acerca de los beneficios indiscutibles de la lactancia materna para la salud de los niños, tanto en cuanto a la protección frente a enfermedades, al desarrollo neurológico y desde luego, aspectos emocionales. Su misión es la de promover la salud de los más pequeños y esto incluye la promoción de la lactancia materna. En este caso, se esforzaban en convencer a las madres para que dieran leche artificial a sus bebés en lugar de ofrecerles lactancia materna.
¿A dónde vamos a ir a parar si un médico recomienda la leche artificial por encima de la leche materna? La leche de fórmula es un sustituto cuando no es posible la lactancia materna, y es el pediatra quien debe fomentarla y apoyar a la madre para que amamante a su bebé.
Hacer lo contrario es una absoluta falta de ética. Como si el médico nos recomendara beber alcohol en lugar de agua porque recibe sobornos de un fabricante de cerveza. La diferencia es que las madres confían en los pediatras y creen que la leche artificial "no es tan mala" o peor, no se les informa adecuadamente de los beneficios de la leche materna. ¿Qué será lo siguiente?
¿También pasa en España?
Según la policía, en Italia se trata de una "práctica común y extendida". Y claro, enseguida nos hace pensar si en España también se realizan prácticas de este tipo.
Lo que sí sabemos es que hay muestras de leche artificial en las consultas, algo que es totalmente innecesario y además va en contra de la ley. Según el REAL DECRETO 867/2008, que prohíbe hacer publicidad de los llamados “preparados para lactantes”, que es la leche de inicio (o tipo 1).
También se prohíbe que los fabricantes o distribuidores de leche artificial hagan llegar al público en general, ya sean mujeres embarazadas, madres o familiares, productos de manera indirecta a través de los servicios sanitarios o del personal sanitario.
Quiero creer que no sucede. ¿O será que no se investiga? Al menos espero que las madres estén lo suficientemente bien informadas para saber que la lactancia materna está por encima de cualquier preparado artificial y jamás al contrario. Aunque lo recomiende el pediatra.
Vía | El Mundo
Fotos | Thinkstock
En Bebés y más | ¿Hay muestras de leche artificial en la consulta de tu pediatra o enfermera?