Llegó el cambio de horario y tuvimos que adelantar una hora los relojes. Esto puede producir alteraciones leves en nuestro organismo y es en niños y ancianos dónde más puede notarse el restar una hora de descanso a nuestro sueño.
Varios especialistas en sueño señalan que sus consecuencias en los peques pueden ser una mayor irritabilidad y alteraciones en la alimentación. Realmente el problema tiene fácil solución ya que nuestro organismo tardará tres o cuatro días en adaptarse al cambio horario, en este tiempo debe mejorar el rendimiento. Los principales efectos que se pueden manifestar en los niños son mayor somnolencia, cansancio, falta de concentración, dificultad para conciliar el sueño pudiendo incluso sufrir dolores de cabeza y trastornos de sueño que en la mayoría de los casos cesan en unos días.
Para adaptarnos a estos cambios deberíamos tomar ciertas medidas entre ellas cambiar nuestros horario de alimentación y sueño unos días antes poco a poco, por ejemplo adelantando unos minutos cada día la hora de cenar y de dormir.
También debemos evitar en lo posible las siestas para que los peques lleguen a la noche con más sueño y por supuesto si hay alguna alteración del sueño evitar fármacos o remedios naturales que les ayuden a dormir, todos tenemos un reloj natural que sólo necesita adaptarse al cambio.
No olvidemos que está comprobado que la falta de sueño a largo plazo contribuye a la obesidad y a los trastornos metabólicos relacionados con la insulina, por lo que un sueño condiciona el rendimiento intelectual y físico.
Por lo que si los peques durante estos días necesitan que les leamos antes de dormir, les arropemos o simplemente que tengamos un poco más de paciencia con ellos no os preocupéis porque esto suele durar tan sólo unos días.
En Peques y Más | El cambio de hora ¿puede provocar alteraciones en el comportamiento de nuestros hijos? Imagen | katrinket