La organización internacional Greenpeace presentó ayer los resultados de un nuevo estudio que prueba la presencia de sustancias químicas tóxicas en artículos de marcas comerciales de ropa y calzado infantil (como prendas de moda, marcas especializadas en deportes y otras de lujo). Estos productos se están vendiendo en países como España, Colombia, Argentina, Estados o México o México, lo que a priori podría indicar no sólo bajo compromiso de las empresas, sino también demasiada permisividad por parte de Gobiernos.
Entre mayo y junio de 2013 se compraron un total de 82 artículos textiles infantiles manufacturados en 12 países. Entre las marcas adquiridas se encuentran American Apparel, C&A, Disney, GAP, H&M, Primark y Uniglo; y marcas deportivas como Adidas, Li Ning, Nike y Puma, así como la marca de lujo Burberry.
Los químicos peligrosos detectados en algunos de los productos analizados arrojaron resultados por arriba de los límites técnicos de detección empleados en este estudio. A pesar de que estos productos fueron hechos para niños, no se encontraron diferencias significativas entre el rango y los niveles químicos encontrados en éste y en estudios previos en los que se analizaron estas sustanciasMuchas sustancias químicas peligrosas son conocidas por acumularse en nuestros cuerpos; algunas de éstas se sabe que son peligrosas por sus propiedades y por ser perjudiciales para la salud. El uso de productos químicos peligrosos en esta ropa conduce también a la liberación de esos productos químicos en el medio ambiente, ya sea durante la fabricación o como productos directamente.
En algunos casos, también puede haber un riesgo potencial para los niños por estar expuestos directamente a estos productos químicos peligrosos
Los análisis han encontrado un 61 % de prendas conteniendo nonilfenol (un grupo de químicos que actúan como perturbadores hormonales); y más del 94 por ciento contenía ftalatos, un tóxico que afecta el desarrollo reproductivo en mamíferos. Efe Ann Lee es responsable de la campaña de tóxicos de la oficina de Greenpeace de Asia Oriental, quien afirma que a pesar de que es evidente el riesgo inherente al contacto con estos químicos, de momento se desconocen las consecuencias directas; eso sí: los estudios científicos alertan de la posibilidad de impacto sobre la salud.
¿Por qué es peligroso que los niños se pongan ropa fabricada con productos tóxicos?
Una gran cantidad de factores que incluyen el tamaño, el metabolismo y el comportamiento puede hacer que el feto en desarrollo, los bebés y los niños sean más vulnerables a algunas sustancias químicas tóxicas. Entre ellos se encuentra la reducida capacidad metabólica para dividir o eliminar las sustancias tóxicas absorbidas por el cuerpo con el riesgo de tener efectos más severos que en los adultos que se exponen a la misma situación.
Por ejemplo, antes de los doce meses de edad, el hígado y los riñones no se han desarrollado completamente, así pues las toxinas se eliminan más lentamente, a partir de esa edad van madurando, pero todavía no son órganos adultos.
La vulnerabilidad, especialmente de los niños a determinadas sustancias químicas, ha propiciado regulaciones relativamente más restrictivas - pero aún insuficientes – para reforzar las normas para el uso de un pequeño número de sustancias químicas tóxicas en algunos productos (como los ftalatos en los juguetes). Aun cuando es necesario proteger a los niños de la exposición directa a las sustancias químicas tóxicas, en algunos casos, este objetivo nunca es suficiente: en donde existen estos límites, no son tan bajos como podría lograrse.
¿Desintoxicamos a nuestros hijos?
A partir del lanzamiento de la campaña Detox de Greenpeace en julio de 2011, dieciocho de las principales empresas fabricantes de ropa se comprometieron públicamente a eliminar las sustancias tóxicas de sus cadenas de suministro. Mientras que la mayoría de estas compañías están actuando como líderes logrando avances tangibles; tres empresas: Adidas, Nike y Li Ning no lo están haciendo.
Sin embargo, otras empresas ni siquiera se han comprometido al respecto, aun cuando están implicadas en el escándalo tóxico al que Greenpeace ha hecho referencia en informes previos. Es por lo tanto urgente que las empresas productoras saneen sus cadenas de suministro y aseguren a las nuevas generaciones un futuro libre de sustancias tóxicas.
No existe un nivel “seguro” (¿cómo iba a existirlo?) de sustancias químicas tóxicas, es por esto que la meta cero uso constituye la única base confiable para llevar a cabo acciones efectivas para eliminar el uso de estas sustancias nocivas. Es necesario que las empresas y los gobiernos se comprometan a lograr este objetivo.
No solo nonilfenol y ftalatos, también se han hallado antimonio, PFCX u organoestánnicos, y a veces los niveles son incluso superiores a los propios estándares que el fabricante se impone
Este nuevo estudio de Greenpeace confirma claramente el resultado de las investigaciones anteriores: a pesar de décadas de regulaciones y programas de responsabilidad empresarial, las sustancias químicas tóxicas – incluyendo los once grupos prioritarios identificados por Greenpeace en el sector textil - se siguen utilizando en la cadena de suministro de empresas textiles de reconocido prestigio.
Tras el hallazgo de todas estas sustancias químicas tóxicas, se debe alertar acerca de los llamados “límites aceptables” de estas sustancias químicas que ha permitido emisiones de una multitud de fuentes desde el proceso de manufacturación hasta el producto final. En algunos casos, algunas de estas sustancias químicas se han impregnado en el medio ambiente y en algunos casos se han acumulado en los animales y en los seres humanos a través de los años.
No sé, yo creo que ya iría siendo hora de que los consumidores fuéramos un poco más responsables, porque al fin y al cabo, al cambio deseado para empresas productoras y gobiernos, también debería unirse una mayor consciencia. Estoy convencida de que con la información en la mano, y nuestro poder de decisión, tenemos más fuerza de la que pensamos. Y no olvidemos que hablamos de la salud de los nuestros, pero deberemos preguntarnos también en qué condiciones laborales se fabrica esa ropa, y cómo están afectando esas sustancias químicas a los operarios de las fábricas dónde se manufactura.
Imágenes | KOMUnews, J Vía | El Periódico Más información | Little Monsters, Informe Greenpeace En Peques y Más | La 'esclavitud' de la ropa de bajo coste desde dos puntos de vista