Vicki Bernadet fundó en 1997 la entidad que ahora preside, y lo hizo tras hacer público que había sufrido abusos en su infancia y adolescencia. La fundación que lleva su nombre, trabaja por la prevención, atención y sensibilización contra los abusos sexuales a menores. Uno de los éxitos de su trabajo personal, y de su organización, es la normalización del tema, para que se pueda hablar sobre él, y tratar como cualquier otro problema, sin secretísimos ni tabúes.
La Fundación ha trabajado desde sus inicios porque las diferentes administraciones publicas, en el nivel autonómico, local o estatal, se responsabilicen para llevar a cabo políticas sociales en apoyo a las víctimas de abuso sexual infantil y se comprometan en la prevención verso este maltrato que afecta a un 20% de la población
Ya no se puede trabajar exclusivamente de forma paliativa sobre las consecuencias del abuso sexual infantil (ASI), por ello tanto Vicki como su fundación están consiguiendo que (en Catalunya) se hable sobre este tema en medios de comunicación, que se discuta en los colegios, y que se aborde desde la instituciones relacionadas con la infancia. Pero además, desde el 2006, se ha producido un cambio cualitativo y cuantitativo de la entidad, a fin de ampliar su ámbito de actuación a toda España. Es por eso por lo que Vicki participa en tareas formativas, representa a su entidad ante administraciones públicas, e intensifica su labor divulgadora.
Y nosotros queremos aportar nuestro granito de arena para hacer visible este terrible problema, y para que todos seamos conscientes de que los ASI, se siguen produciendo mayoritariamente en el entorno más cercano del menor. En nuestro afán hemos podido conocer a Vicki, una persona generosa, con las ideas claras, cálida y muy capaz de transmitir sencillamente la información que se pretende hacer llegar. La hemos conocido, y la hemos entrevistado, os dejamos con ella. Peques y Más.- Tengo la impresión de que se siguen cometiendo abusos sexuales a los niños dentro del entorno familiar, ¿es así?
Dentro de los abusos infantiles, un porcentaje altísimo sucede en el entorno intrafamiliar: esto es algo que no nos gusta saber y no estamos preparados para escuchar
Vicki Bernadet.- Desgraciadamente, los abusos sexuales siguen ocurriendo con demasiada frecuencia, siendo una problemática que se produce en más del 80% de las ocasiones dentro de la familia o el entorno más cercano del menor. En contra de la visibilidad de los ASI, juegan factores relacionados con la percepción (errónea) de que estos abusos suceden en familias con un nivel socio económico inferior, o estereotipos que los relacionan con agresiones por parte de personas completamente ajenas a la familia.
Debemos estar informados de un hecho contrastado por diversos estudios, los cuales demuestran que un 23 al 25 % de las niñas, y un 10 al 15 % de los niños sufren abusos sexuales antes de los 17 años. En España el doctor Félix López mostró estas cifras escandalosas mediante un estudio amplio que presentó el Ministerio de Asuntos Sociales en 1994, desde entonces las cifras de incidencia no han variado.
De hecho otras investigaciones más recientes realizadas en distintas Comunidades Autónomas, están confirmando estos porcentajes. No podemos negar por tanto que estamos ante un problema de salud púlica que requiere de una atención especializada, pero sobre todo de una toma de conciencia por parte de todos.
PyM.- La violencia sexual contra los menores puede adoptar muchas formas, pero ¿estamos preparados para aceptar que un niño puede ser abusado por un familiar?
V.B.- Evidentemente no, es algo que no nos gusta saber y no estamos preparados para escuchar; en cualquier caso resultaría demasiado fuerte conocer que un tío, un abuelo, un padre, un primo o un vecino han abusado de nuestros hijos, pero la realidad, los hechos están ahí; por eso los niños necesitan a toda costa una protección efectiva, más allá de los prejuicios y de las creencias.
PyM.- Las cifras que mencionas ¿Son similares en otros países de nuestro entorno?
Estudios realizados en España (Dr. Fèlix López, 1994. Ministerio de Asuntos Sociales) y en otros países de la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá, estiman que un 23-25% de las niñas y un 10-15% de los niños sufren abusos sexuales antes de los 17 años. El 60% de estos/as no reciben ningún tipo de ayuda
V.B.- Si, otros países de la Unión Europea, además de Estados Unidos y Canadá, están padeciendo esta problemática, en cifras muy similares a las que aportó Félix López hace 19 años: una de cada cuatro niñas, y uno de cada seis niños, podrían sufrir abusos en su infancia.
PyM- ¿Crees que ha mejorado la conciencia colectiva hacia los ASI?
V.B.- Pues la verdad es que no mucho, al menos desde que estoy trabajando en este ámbito, especialmente a nivel social (de la ciudadanía), la percepción general de la gente aún no se ha alejado de los estereotipos (aquellos que nos hacen pensar que un niño sólo puede sufrir una violación por parte de un desconocido, o que la única violencia sexual que potencialmente pueden recibir nuestros hijos llega por parte de las redes de pornografía infantil).
Sin embargo, desde las Instituciones si que se va dotando de recursos para hacer prevención, atender a las víctimas, o facilitar información; como ejemplos tenemos los avances en algunas Comunidades Autónomas como Catalunya, Baleares, País Vasco o Andalucía. Sin ir más lejos, en Catalunya, la aprobación de la Ley de Derechos y Oportunidades de la Infancia y Adolescencia, situó la lucha contra el maltrato infantil al mismo nivel que la que actúa contra la violencia machista. Una de las medidas establecidas por la Ley, fue la creación de un Centro de investigación sobre el maltrato infantil, que incluía el impulso de servicios específicos para víctimas de abuso sexual.
Existe aún miedo social a destapar estos temas abiertamente y desde todas las perspectivas posibles
PyM.- ¿Qué se necesitaría para reducir el número de menores que sufren abuso sexual?
V.B.- Se necesita una sociedad valiente, personas valientes y comprometidas en la visibilización y la denuncia de los ASI, también se requiere que las Instituciones se impliquen para realizar prevención y educación de los niños, para que sepan protegerse de las situaciones abusivas. Es necesario que impere el sentido común para que todos tengamos herramientas que nos permitan abordar esta problemática.
Las experiencias de comunidades como Catalunya deberían generalizarse, porque la prevención funciona (aunque los resultados se vean a largo plazo), sin embargo, pasan los años y no se observa voluntad política en este sentido. No ocurre lo mismo (por ejemplo) en otros países, dónde la prevención forma parte de las actuaciones institucionales, y dónde es normal proteger a los niños mediante actuaciones preventivas que le protegerán frente a estas (y otras situaciones, como puede ser el uso inadecuado de internet).
Nuestra Fundación desarrolla varios proyectos, entre los cuales uno responde a la necesidad detectada de ofrecer una información clara y especializada sobre los abusos sexuales infantiles, libre de tabúes y falsas creencias, tanto a nivel social como profesional. Va dirigido a niños y niñas de cinco a 10 años, y se trabaja (mediante la narración y escenificación de un cuento) una reflexión sobre los derechos de la infancia, trabajando habilidades para la autoprotección en situaciones de riesgo.
Con nuestro trabajo y el apoyo de las Instituciones Educativas, es posible realizar un buen trabajo preventivo, pero esta es una necesidad que se debería cubrir en otros lugares de España; y de hecho también sucede así en las islas Baleares, aunque lamentablemente no es una experiencia generalizada.
PyM.- Precisamente yo había previsto preguntarte ¿Por qué hay programas en las escuelas para prevenir el consumo de drogas, o los problemas en Internet, y no se les habla a los niños sobre los ASI?
V.B.- Existe aún miedo a destapar estos temas abiertamente y desde todas las perspectivas posibles. Tengamos en cuenta que todavía hay muchas dificultades para hacer educación sexual, y esto también influye a la hora de educar a los niños en este sentido. Si vemos la educación desde una perspectiva global, es muy adecuado que los niños conozcan sus derechos, y sepan que tienen derecho a hablar de lo que a ellos les preocupe.
PyM.- Entonces ¿cómo debería abordarse este tema en las conversaciones familiares?
V.B.- En primer lugar no es adecuado "magnificar" el asunto, porque no se trata de que los niños tengan miedo (ante una situación que puede o no suceder), sino de que sepan autoprotegerse. Es decir es mucho más adecuado transmitirles (por ejemplo) que su cuerpo les pertenece, que los secretos sólo son buenos si nos hacen felices, que tienen derecho a decir "no"; los otros mensajes les predisponen a estar alerta, a "defenderse", por lo tanto no hay que centrase tanto en "si alguien te toca los genitales, ....", sino dar una visión más positiva, y centrada en su propia capacidad para gestionar respuestas y emociones.
De esta forma los pequeños se sienten más seguros, y conociendo sus derechos, no se pondrán en situaciones de riesgo.
Serían necesarios más programas de prevención y divulgación dirigidos a niños, para que estos supieran que tienen unos derechos, que estos pueden ser defendidos, que pueden decidir sobre sus cuerpos; y también que les enseñaran a autoprotegerse
PyM.- ¿Qué hacer (como padres, madres o educadores) al escuchar la confesión de un hijo al que han abusado sexualmente?
V.B.- Lo primero es creerle (no dudar jamás). Como parte de nuestra actuación también le felicitaremos por su valentía, y le aseguraremos que vamos a buscar una solución. Es muy importante tranquilizarle y no hacerle preguntas directas de inmediato
¿Y si no lo cuenta? ¿cómo podemos detectar que se ha producido un abuso?
Lo más habitual sería esto: que no lo contaran, ya que los niños suelen ocultar el abuso. Pero mi respuesta no va orientada a señalar indicadores que nos permitan detectar el problema, sin embargo sí que debo manifestar que todo padre o madre debe considerar el ASI como una situación a detectar cuando "algo no funciona", lo que yo llamo "tenerlo en la lista". De lo contrario sería imposible detectarlos.
Quiero decir, cuando observamos cambios de actitud, conducta o rutinas en nuestro hijo, sabemos que algo está pasando, y solemos atribuir a situaciones conocidas y controladas (mudanza, separación de los padres, muerte de un familiar, posibles drogas - en la adolescencia - , etc) pero preferimos no pensar en que nuestro hijo haya podido ser víctima de abusos.
Teniendo en cuenta las cifras de incidencia señaladas, nos hacemos un favor (y se lo hacemos a los niños) si consideramos esta posibilidad, a la hora de detectar y actuar. Al fin y al cabo, forma parte de la obligación de proteger a los hijos que tienen los padres: esta incluye también la protección frente a abusos.
PyM.- ¿Qué motiva que los niños no sean creídos cuando intentan confiar en un adulto para que les ayude?
V.B.- Solemos descartar esa posibilidad porque es muy duro reconocer que pueda haber ocurrido en nuestro ámbito, si ocurriera debemos ser capaces de poner el problema en primer lugar (por delante de nuestra reacción) para actuar sobre él. Es habitual que se entrecrucen culpabilidades, incredulidad, u otros pensamientos o emociones negativos que puedan ralentizar una actuación correcta..
PyM.- Lo primero creer y apoyar al niño, lo segundo…
V.B.- Cabe recordar de nuevo que es una obligación proteger al menor, y dicho esto, el adulto responsable debe estabilizar al niño, buscar orientación profesional, con el objetivo de que no se produzca una doble victimización (y que el niño no tenga que contar lo que le ha ocurrido muchas veces ante diferentes personas); estos pasos a dar van por delante de la denuncia.
¿Es cierto que cualquier persona tenemos la obligación de actuar, aunque no seamos familiares del niño abusado?
Sí, ten en cuenta que en el Código Penal está especificada la obligación de comunicar los hechos que tiene cualquier persona que sospeche de un niño en situación de riesgo.
PyM.- Confírmame por favor, que los ASI, se pueden producir independientemente de las características sociales, culturales o económicas de la familia?
Efectivamente, y por eso es tan difícil acotar el problema (ya que no es exclusivo de clases sociales, nivel educativo de los padres o tipologías de familias).
Tan importante es reconocer esto como admitir que el problema no lo tienen las víctimas, sino los agresores; y estos pueden ser tanto personas con la sexualidad distorsionada, como otras que están perfectamente integradas en la sociedad, y en la mayoría de los casos son cercanas a los niños. Recordemos que el abuso intrafamiliar (o en el entorno del menor) se da en más de un 80 por ciento de los casos de ASI.
¿Qué mensaje debemos dar a los niños al respecto?
Volviendo al una de las respuestas anteriores, los niños tienen unos derechos que deben ser respetados, por otro lado tienen un cuerpo sobre el que pueden tomar decisiones, y debemos ayudarles a adquirir las herramientas de autoprotección necesarias.
Hasta aquí la entrevista, por nuestra parte debemos felicitar a Vicki y su Fundación por su trabajo incansable en favor de los niños y hacia la protección de la Infancia. Creo que en estos momentos merecen que el esfuerzo dé sus frutos, porque no sólo la sociedad aún no está concienciada, sino que además, los ASI continúan produciéndose; pero seguro que con la aportación de muchas personas e Instituciones, se conseguirá hacer visible este problema y establecer muchas más líneas de prevención.
Gracias a Vicki por responder a nuestras preguntas y por su paciencia en una entrevista telefónica que ha durado muchísimo.
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