Miedo al parto: cuando en lugar de sentirte emocionada, estás aterrorizada
Durante el embarazo, pasamos meses imaginando cómo será nuestro bebé, acariciando nuestra barriga que crece cada día y esperando el gran momento del parto, en el que finalmente podamos tenerlo en nuestros brazos.
Pero, ¿qué pasa si no es así? Aunque siempre hace ilusión conocer al bebé, muchas embarazadas temen el momento del nacimiento. Te hablamos acerca del miedo al parto: cuando en lugar de estar emocionada, te sientes aterrorizada.
El parto: una experiencia desconocida
Para muchas mujeres, el parto es algo emocionante y que esperan con mucho entusiasmo, pero para otras es algo que les causa mucho temor. Y es que si lo vemos tal y como es, y con todo lo que involucra parir, desde luego que puede ser algo que nos provoque muchos sentimientos, entre ellos nervios, miedo y dudas.
Esto sucede principalmente en el caso de las madres primerizas, al ser la primera vez que vivirán una experiencia totalmente desconocida, que resultará en el nacimiento de su bebé, y en una gran transformación de su cuerpo y su vida.
Por otro lado, está el caso de quienes ya tuvieron un primer parto, pero fue una experiencia muy negativa o traumática, que las dejó con un mal sabor de boca y cero ganas de volver a pasar por la misma situación.
También, existen casos muy extremos (aunque poco frecuentes) donde el miedo se convierte en fobia, y ahí estaríamos hablando de tocofobia, un miedo irracional al embarazo y al parto. En esta situación, es recomendable buscar ayuda profesional con un psicólogo que nos guíe para poder superarlo.
¿Por qué tenemos miedo al parto?
Como lo he mencionado, la principal razón por la que las mujeres tienen miedo al parto, es por el hecho de ser una experiencia desconocida, pero sobre todo, por ser impredecible y no saber qué es lo que pasará exactamente durante él.
Dentro del "miedo al parto", existen diversos temores habituales que pueden pasar por la mente de la madre: ¿cuánto durará? ¿me dolerá mucho? ¿estará bien mi bebé? ¿podré hacerlo? ¿y si algo sale mal? ¿cómo me sentiré después? ¿seré capaz de cuidarle mientras me recupero?
En el caso de quienes serán madres por segunda o tercera vez (o las que sean), el principal temor que suele presentarse está relacionado con su parto o partos anteriores, pues si se tuvo una mala experiencia, se teme volver a pasar por lo mismo, o si fue fue regular, existe el temor de que sea peor que la anterior.
En ambos casos, existe un factor común: el temor a lo desconocido. Lo cierto es que aunque el parto sea impredecible y no exista una forma infalible de estar totalmente seguros de que todo saldrá como se espera, no debemos permitir que nuestra imaginación se vaya por el lado negativo.
Por qué no debemos parir con miedo
Si bien es "normal" sentir algo de miedo sobre el momento en el que finalmente nacerá nuestro bebé, parir con miedo no es recomendable, pues esta emoción suele ser algo que no detiene, nos paraliza. Y esto no es algo que pueda ayudar durante el parto, sino todo lo contrario.
El problema de sentir miedo, es que nuestro cuerpo se tensa, haciendo que nuestros músculos se pongan rígidos y dificultando el nacimiento de nuestro bebé, haciendo incluso el parto más doloroso y menos fácil de lo que podría ser si nos sintiéramos relajadas.
Cómo superar el miedo al parto
Una de las mejores armas contra el miedo, es la información. Asistir a clases de preparación al parto o consultar todas las dudas que tengas con tu ginecólogo, te ayudará a hacerte una idea clara de lo que podrás esperar durante el parto y también, podrán darte algunos consejos para que te sientas más tranquila.
Además de informarte para llegar a tu parto con una mentalidad realista y expectativas abiertas, algo que también ayuda mucho para controlar o reducir el miedo al parto, es aprender técnicas de relajación que podrás utilizar durante éste.
Por ejemplo, algo que ayuda mucho a tranquilizar los nervios durante el parto, es sentirte acompañada, ya sea de tu pareja o de alguien de tu confianza a quien hayas elegido para estar a tu lado.
Aprender ciertas técnicas de relajación, como controlar la respiración para ayudarnos a manejar mejor el dolor de las contracciones, practicar técnicas de relajación muscular y escuchar música relajante, también nos serán de utilidad para sentir menos miedo y nervios durante el parto. En el caso de temer al dolor, afortunadamente hoy en día existen diversas formas de ayudarnos a controlarlo, como la anestesia epidural.
Recuerda: no todos los partos son iguales
Además de ser un sentimiento natural al enfrentarse a algo desconocido que nos cambiará la vida, muchas veces sucede que el temor al parto aumenta tras escuchar "historias de terror" de partos en los que algo no salió como lo esperaban o que resultaron ser experiencias traumáticas.
Sin embargo, debemos recordar que así como cada embarazo es único, también lo es cada parto. Así como hay mujeres que tuvieron partos dolorosos o traumáticos, también hay otras que tuvieron partos maravillosos. El hecho de que alguien más o tú misma haya tenido un mal parto, no significa que sucederá lo mismo en esta ocasión.
En mi experiencia personal, sentir miedo al parto es algo normal (salvo que se convierta en fobia o en algo que nos altere demasiado), pero debemos recordar que, además de que millones de mujeres lo han hecho, al final nos dará el mejor regalo: nuestro bebé.
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