Los bebés nacen estériles. Esta afirmación es el inicio de algo que le sucederá nada más nacer, que no es otra cosa que contaminarse de todo aquello que le rodea.
Dicho así suena bastante mal: contaminarse, por eso quizás debamos cambiar ese verbo por colonizarse, ya que es lo que hace el cuerpo del bebé al nacer, empezar a colonizarse con los microorganismos que entran en contacto con él y, poco a poco, su sistema digestivo va creando la llamada flora intestinal, que le servirá para, entre otras cosas, defenderse de algunas agresiones externas (las bacterias buenas, se les llama coloquialmente).
El caso es que no todos los bebés se colonizan de los mismos microorganismos, ya que las diferencias aparecen según sea el modo de nacer (por cesárea o vía vaginal), según sea alimentado (con pecho o con leche artificial), según las semanas de gestación, etc.
Dentro de todas estas variables se ha observado que lo mejor que le puede pasar a un recién nacido es que se contamine de su madre, es decir, que cuanto más toque a su madre al nacer y menos toque otras cosas, mejor para él.
Qué dice la evidencia científica al respecto
Un estudio que data de 1999 en el que se analizaron muestras fecales de 64 niños sanos que habían nacido vía vaginal o mediante cesárea arrojó los siguientes resultados:
Los niños nacidos por cesárea fueron colonizados más tarde que los niños nacidos vía vaginal. Las heces de los bebés nacidos vía vaginal tenían Bifidobacterias y Lactobacilos (forman la flora natural del tubo digestivo) a los 10 días de edad, mientras que las heces de los nacidos por cesárea no mostraron restos de estas bacterias hasta el mes de vida.
Además, los que nacieron por cesárea se colonizaron menos por bacterias del tipo Bacteroides fragilis, que forma parte de la flora normal del intestino grueso, que los que nacieron vaginalmente (a los 6 meses las tasas fueron del 36% y 76%, respectivamente). Es decir, incluso a los 6 meses, la flora intestinal de los bebés es diferente según hayan nacido de una u otra manera.
A pesar de todo esto, durante los 6 meses de edad que los niños fueron controlados no hubo diferencias en cuanto a infecciones gastrointestinales (habría estado bien saber qué pasó después).
Otro estudio realizado en Holanda en el año 2006 realizó también análisis a las muestras fecales de los bebés, en este caso de 1.032 niños, analizando las bacterias que contenían en comparación al tipo de parto que habían tenido y además a otros factores como la alimentación o el lugar donde nacían.
Las muestras se tomaron cuando los bebés tenían un mes de edad y los resultados obtenidos fueron los siguientes:
Los bebés nacidos por cesárea tuvieron menor número de Bifidobacterias y Bacteroides, mientras que eran más a menudo colonizados por Clostridium difficile, una bacteria que suele estar en el sistema digestivo de personas que suelen pasar mucho tiempo en los hospitales, o que han sido tratados con antibióticos, aprovechando esta situación dicha bacteria, en comparación con los bebés nacidos por vía vaginal.
Con respecto al tipo de alimentación que tomaban los bebés, los que eran alimentados con leche de fórmula en exclusiva se colonizaban más frecuentemente por Escherichia coli, una bacteria que puede llegar a ser bastante peligrosa por ser causante de muchas infecciones, por Clostridium difficile, aunque también parecían tener más Bacteroides y Lactobacilos que los bebés que tomaban leche materna.
Si los bebés eran hospitalizados o eran prematuros tenían una mayor prevalencia y cantidad de C. difficile y si los niños tenían hermanos mayores tenían un número ligeramente superior de Bifidobacterias que aquellos que no tenían hermanos.
Como conclusiones al estudio los autores expresaron que los recién nacidos a término que nacieron por vía vaginal, en casa (sin posibilidad de colonizarse por microorganismos de un hospital), y que fueron amamantados de manera exclusiva eran los que parecían tener mejor microbiota intestinal, por tener un mayor número de Bifidobacterias y una menor cantidad de C. difficile y E. coli.
Resumiendo
Hay una frase que lo resume todo: los bebés nacen preparados para ser colonizados por los microorganismos de su madre, que su cuerpo ya conoce porque ha estado 9 meses con ella, sin embargo no está preparado para colonizarse con los microorganismos de una sala de partos ni de otras personas que no sean la madre.
Por suerte para todos los bebés, cada vez más niños nacen vaginalmente, cada vez más niños pasan del útero al pecho de la madre directamente, cada vez se ponen menos enemas a las mamás (y el bebé se puede contaminar también de los microorganismos de las heces de su madre) y cada vez más bebés toman leche materna.
Fotos | A4gpa, Storyvillegirl en Flickr En Bebés y más | La forma de nacer determina las primeras bacterias que alberga el bebé, ¿Elegirías parir por cesárea si pudieras?