Probablemente si le preguntas a una embarazada primeriza cuál es el día más esperado, te contestará que el día de su parto. Cuando estamos embarazadas por primera vez, contamos los meses, semanas, días y hasta las horas para conocer a nuestro bebé.
Si durante el embarazo estuvimos atentas a cualquier cambio en nuestro cuerpo, cuando nos encontramos en las últimas semanas la atención se multiplica. En esta etapa es cuando pueden presentarse algunas señales que indican que se acerca el día del parto, te compartimos cuáles son.
La barriga baja porque el bebé comienza a encajarse
Es común escuchar de madres experimentadas que te falta tiempo para el parto porque "tu barriga no ha bajado". Suena como algún consejo de abuela, pero es algo muy real. Durante las semanas previas al parto el bebé comienza a descender para enjacarse en la pelvis. Esto puedes notarlo porque sentirás que respiras mejor al no tener tanta presión en el diafragma.
Tapón mucoso
Una señal definitiva de que el parto está cada vez más cerca es la expulsión del tapón mucoso. Esto no quiere decir que el parto comenzará de inmediato, pero sí es un indicativo de que el cuello uterino ha comenzado a dilatar.
Lo reconocerás porque es un flujo gelatinoso, espeso y transparente y esto puede ocurrir horas o días antes del parto. Aunque es relativamente fácil de identificar, algunas mujeres nunca lo ven o no se dan cuenta porque puede salir poco a poco en el transcurso de varios días o caer en el inodoro.
Flujo con sangre
Esta es una señal que podría preocupar a algunas embarazadas pero no es motivo para alarmarse siempre que sea solo una pequeña cantidad. Normalmente ocurre algunos días antes del parto como parte del desprendimiento del tapón mucoso y suele ser un flujo con una ligera línea de sangre. En el caso de que la sangre fuera abundante, debemos acudir de inmediato con el médico.
Contracciones más rítmicas o regulares
Existen diferentes tipos de contracciones, pero las más conocidas son las de Braxton Hicks y las contracciones de parto. Las de Braxton Hicks también son llamadas "contracciones falsas" y pueden ocurrir desde la semana 29 del embarazo. Son indoloras, irregulares y su duración es de aproximadamente 30 segundos. Podemos identificarlas porque se sienten debajo del abdomen y en las ingles.
Ahora, si te preguntas cómo se diferencian las contracciones falsas de las verdaderas, hay varias señales que nos indican que ahora sí está por comenzar el trabajo de parto.
Las verdaderas contracciones de parto sí son dolorosas y se producen por periodos regulares de tiempo. El dolor comienza desde la espalda y se va irradiando hacia los lados y hacia adelante, hasta llegar a la parte baja del abdomen. Estas contracciones se producen con una frecuencia de 3 a 5 contracciones cada 10 minutos y su duración va aumentando. Cuando ya inicias el trabajo de parto, las contracciones suelen llegar en grupo de 2 ó 3 con una duración de 40 a 60 segundos cada 10 minutos.
Romper aguas
La rotura de aguas es la señal que más se utiliza en las películas para indicar que ha llegado la hora de que nazca el bebé. Cuando esto sucede, el bebé podría nacer muy pronto. Es fácil identificarlo porque sentirás un chorro de agua caliente mojándote las piernas, como si te hubieras orinado encima.
A algunas embarazadas la rotura de aguas no suele ser tan dramática y expulsan pequeños chorros de agua a través de una fisura, aunque sí sentirán que están húmedas. Si crees que has roto aguas, lo mejor es acudir al hospital, pues a medida que aumenta el tiempo entre la rotura y el parto, también aumenta el riesgo de infección en el bebé.
Recuerda que lo mejor para esos últimos días es ser paciente e intentar descansar y disfrutar tanto como sea posible. Mantente atenta a las señales que te envía tu cuerpo y ante cualquier duda, consulta a tu médico.
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