La cesárea muchas veces “duele”

La cesárea muchas veces “duele”
9 comentarios

Uno de los momentos más duros e increíbles que he vivido en mi vida es el que sucedió hace 4 años, cuando estudiaba el curso de asesor de lactancia. La asesora que nos estaba dando clase quiso tratar un poco el tema del parto y decidió bajar las luces, poner una música instrumental lenta y hablar casi susurrando.

Pidió que cerráramos los ojos (unas 70 mujeres, casi todas madres y 3 hombres) y empezó a ponernos en situación:

Estás en el hospital, tumbada. No sabes qué va a pasar pero esperas que todo vaya bien. Tienes algo de frío y llevas esa bata que se ata por detrás y te deja semidesnuda. Parece que algo no va del todo bien y te dicen que te tienen que hacer una cesárea. Esperas que alguien te de una mano, una muestra de cariño, un “tranquila, que yo estaré contigo”, pero nadie lo hace. Sólo ves batas blancas y verdes que se mueven de uno a otro lado sin decir demasiado. Te gustaría que te explicaran un poco más qué pasa, te gustaría que te dijeran por qué no parirás tal y como esperabas, pero nadie habla, nadie te abraza, nadie…

La asesora siguió hablando, pero en este punto, y probablemente un poco antes, varias mujeres lloraban sacando mucho de lo que llevaban dentro. No es que las buscara, no es que mirara a sus ojos para buscar esa lágrima que quiere salir vergonzosa, es que las veía y las oía, como el niño que llora tras caerse al suelo, con el desconsuelo de verse asustado y solo.

Ese día me di cuenta de que la cesárea muchas veces “duele”. Duele en el alma porque no es lo que una mujer esperaba y sobretodo duele porque en ese momento nadie suele hacerse cargo del sufrimiento psicológico por el que pasa esa mujer.

Es cierto que muchas mujeres explican que le hicieron una cesárea con toda la tranquilidad del mundo, aceptando el momento vivido y viviéndolo como algo normal (y ese es el ideal, que una mujer pueda explicarlo tranquilamente).

Sin embargo también es cierto que muchas no pueden casi hablar del tema porque no esperaban que su bebé naciera en un quirófano, rodeado de máquinas, saliendo por la barriga ni que pasara sus primeras horas lejos de su regazo. No era lo que esperaban y a muchas les cuesta superarlo porque en el momento de hacerles la cesárea, nadie les dio el calor emocional que necesitaban.
Quizás no las escucharon ni resolvieron sus dudas, quizás nadie les preguntó cómo se sentían, quizás sólo le decían “tranquila”, como si eso tranquilizara mucho.

En cualquier caso, ese día aprendí mucho sobre cuánto puede llegar a llevar dentro una madre en lo que a su parto se refiere y me di cuenta de que una cesárea puede doler mucho, mucho tiempo. No la herida física, sino la herida emocional.

Foto | Amy Wilbanks Photography prev. SymaSees en Flickr
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    • interesante

      Gracias a Dios, tuve la suerte de decidir junto a mi ginecólogo, la necesidad de que mi hija naciera por cesárea. Tambien tuve la suerte de que el anestesista fuera tan humano, tan cariñoso, que pasó toda la intervención haciéndome chistes, y acariciándome la cabeza con una tranquilidad, una humanidad y un respeto que pocos esperamos de un médico. Las enfermeras fueron increíbles, me pusieron a mi niña junto a mi para que le hablara y la besara mientras me suturaban. Lamentablemente, los 2 ginecólogos que practicaron la cesárea fueron incapaces de siquiera decirme buenas tardes señora soy el médico que la voy a intervenir, voy a ser la primera persona que vea y coja a su hija, que pena, por ellos claro!!

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    • Avatar de andrea.moreira.r Respondiendo a andrea.moreira.r

      Querida Andrea: me pasó casi como a ti. El jefe de ginecología me hizo la cesárea programada e incluso media hora antes me preguntó si había "valorado otras posibilidades" (hacerme una maniobra de versión externa, venía de nalgas). Me había pasado semanas valorando con mi ginecóloga y al final optamos por la cesárea. Tuve la suerte de que la anestesista era una amiga de mi madre, y estuvo todo el tiempo acariciándome y hablándome y diciéndome cosas bonitas; y cuál fue mi dolor cuando después de enseñarme aquella bolita preciosa que era mi hija se la llevaron. Menos mal que mi hermana trabaja en la Unidad Neonatal de ese hospital y, después de hacerle los protocolos, me la llevó tres minutos a Reanimación, pero como decía alguna más, mi gran dolor es que haya tenido que ser mi madre la que me contara de las lágrimas de mi marido al ver a nuestra hija. Aparte de que tardé tres semanas en que la nena se cogiera al pecho.

      Durante algunos meses me sentía menos madre por haberla tenido por cesárea, pero luego me di cuenta de que era una tontería sentirme así; así que poco a poco se me fue pasando. Una gran amiga mía tiene endometriosis y estoy segura de que daría media vida por tener un solo hijo y por cesárea. Saludos.

    • interesante

      Me ha emocionado mucho el artículo porque justamente ayer escribí un post en mi blog sobre este tema. Yo también tuve una cesárea y juro que no la critico porque considero que los médicos no hacen una cirujía mayor si no hay motivos para ello. Al menos en mi caso estaba claro que necesitaba la cesárea para traer a mi hijo al mundo. Pero el proceso es muy deshumanizado, muy artificial y mecánico. A veces me da la sensación de que las mujeres que traemos al mundo a los hijos mediante cesárea se nos trata como a madres de "segunda categoría". Al menos en determinados hospitales el trato es nefasto y el protocolo prima sobre los derechos y los sentimientos de la mujer.

      Con vuestro permiso os dejo el post de mi blog por si os apetece leer una experiencia real.http://sermadreunaaventura.com/2011/10/01/el-dolor-que-me-produce-recordar-como-llegaste-al-mundo/

      Un saludo

    • interesante

      Gracias, reconforta mucho saber que ese dolor sea reconocido, por lo menos en algunos momentos. No poder parir para muchas mujeres es un proceso de duelo, un duelo que puede durar muchos meses, años o incluso toda una vida. Es un duelo que afecta la autoestima, además. Hay un libro muy bonito con textos que llegan directamente al corazón, se llama "Cesárea, más allá de la herida". Sus imágenes chocan y son preciosas a la vez.

    • Me ha emocionado mucho el artículo porque creo que me siento "un poco" identificada. La verdad es que el trato en el hospital de la seguridad social fue un 10, nos trataron muy bien y siempre nos explicaban qué me hacían y el porqué. Después de 20 horas de parto y tras varias pruebas a mí y a mi hijo, me dijeron que me tenían que hacer una cesárea. Yo me puse a llorar, me sentí impotente, como si todo el esfuerzo y el dolor no hubiese servido para nada, como si no fuese capaz de ser madre antes de ver la cara de mi hijo por no poderlo traer al mundo por mi misma. El ginecólogo, dejó que mi marido me cogiese la mano y me acariciase el pelo, mientras él, me cogió la otra mano y con todo el cariño del mundo me dijo que no me practicarían la cesárea en caso de no necesitarlo, pero que hacía muchas horas que había roto aguas y aunque le pinchaban al niño en la cabeza (hasta en 4 ocasiones) para ver si tenía oxigeno, no podían dejar que el parto natural continuase porque la posición de mi hijo no era la idónea y la prueba era que llevaba 20 horas empujando y que no salía. Me habían explicado durante esas 20 horas que cuando yo empujaba el niño bajaba pero que al descansar, se volvía a subir. En 10 minutos estaba en la sala de operaciones y ya había venido mi hijo al mundo y antes de que yo lo pudiese ver, el ginecólogo me contó que era un niño muy grande y rubito. Me dejó darle un beso antes de que se lo llevaran con mi marido. A mí me bajaron a la sala de reanimación, volví a llorar al pensar en lo que había vivido y que no podía estar con mi hijo, lo que más quería en el mundo y eso que sólo lo había visto 2 segundos. Es duro volver a recordarlo, duele mucho en el corazón y en el alma, pero mi hijo es un niño muy sano y tengo que dar gracias por todo.

    • Creo que lo que mencionás en tu nota es algo que puede suceder en una cesárea o en un parto "normal", porque es necesario un equipo médico humano en cualquier parto.

      En el parto (sea por cesárea o no) la mujer está expuesta, tiene miedos, siente dolor. Y necesita respeto, información y contención.

      A mí me hicieron cesárea. Me hubiese gustado un parto normal, sólo que se elevó mi presión (o tensión?), no había dilatado, no tuve contracciones, por lo que el médico me explicó que podía medicarme pero que el embarazo ya estaba muy avanzado y que él me recomendaba una cesárea por el bebé. Y aceptamos, claro. Me trataron muy bien, pude ver a mi bebé apenas nació, la limpiaron, pesaron y demás, al lado mío y la besé antes que se la llevaran a mostrarla a su papá.

      Lo que "duele" en mi caso es que mi marido no pudo presenciar el nacimiento de su hija. No tenerlo a mi lado en ese momento fue muy doloroso para él y para mí.

      Por eso debemos luchar por un parto respetado. Y no nos olvidemos que un parto "no" respetado le duele a la mamá y muchas veces al papá!

      Saludos

    • A mí me hicieron una cesárea hace 15 meses, pero gracias a la comadrona que se llamaba Conchita (aprovecho para darle las gracias de nuevo desde aquí, clínica del Pilar BCN) y su experiencia solamente llegar ya me digo que seria imposible dar a luz pq era muy estrexa de huesos. fue muy doloroso separarme de mi marido, pq la cesaría no estaba dentro de mis planes ya que soy gordita y tengo muchas caderas así que era lo ultimo que me esperaba. En la cesaría todo el equipo en general se porto genial conmigo recuerdo en especial un beso que me dio el cirujano en la frente para felicitarme de lo valiente que era...Limpiaron a mi bebe y me lo colocarnos en el pecho y cuando todo estuvo listo nos sacarnos a los dos del quirófano dónde esperaba toda la familia + mi marido para ver a mi peque. Tube mucha suerte de que no me separaron de él ni un minuto. Aunque hoy ya lo llevo mejor fue un golpe duro.

    • Definitivamente duele! Y mas cuando, por algun motivo que nadie sabe, en vez de ponerte la epidural te ponen anestesia general y no presencias lo poco que quedaba de tu parto... Tengo que decir que tuve dos cesareas, no fueron tan dolorosas como yo pense, pero si me marcaron... Pase momentos de frustracion y angustia, y de a poco los voy superando. Como alguien me dijo una vez. "¿Cual es el mejor momento? El parto o el despues, cuando ya lo tenes en brazos?

    • Efectivamente creo que cuando te haz mentalizado en que tu parto sea natural es muy dificil aceptar de un momento a otro que es imposible que tu bebé pueda nacer de esa manera, en lo personal a Dios gracias tengo la experiencia de ambos, mi primer bebé nacio por parto vaginal y fue una experiencia increible pese a los dolores tan fuertes que senti (me lo provocaron con oxitocina) y realmente aunque sufrí muchisimo al ver la carita de mi bebé el dolor se me olvido, en cambio con el segundo tampoco se me rompio la fuente y no dilate lo suficiente lo que provocó que mi pequeño comenzara a tener sufrimiento fetal, por lo que los médicos decidieron realizarme la cesaréa, la verdad me asuste muchisimo y llore también, ya que la intervención fue de emergencia y aunque por momentos me sentí menos madre por tener a si a mi hijo, gracias al apoyo de mi esposo y a lo médicos comprendí que la cesarea no es mala cuando esta en riesgo la salud o la vida de la madre o el bebé (yo siempre había estado en contra de está) y hoy por hoy despúes de 6 meses agradezco a Dios y al personal del hospital por actuar a tiempo y lograr que mi hijo goze de exelente salud.

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