Como todos los meses la psicoterapeúta Laura Gutman publica un artículo en su boletín que supone una profunda reflexión sobre el papel de las mujeres. Este mes habló sobre la función de las abuelas, "las mujeres sabias·.
Con la ilusión y la ambivalencia de devenir abuelas, las mujeres maduras nos disponemos a afrontar esta nueva etapa, procurando ofrecer a nuestros nietos lo que quizás no pudimos ofrecer a nuestros hijos: tiempo disponible.
Las abuelas han formado parte de la historia de la Humanidad. En realidad, la menopausia es una adaptación que es el ser humano a sus necesidades. Las mujeres jóvenes, dada la complejidad de la cría del cachorro humano y el tiempo necesario que hay que dedicarle, necesita aprender y ser apoyada por otras mujeres con experiencia y sensibilidad.
Las mujeres humanas comenzaron a dejar de tener hijos a cierta edad pero a sobrevivir a este cese de la actividad reproductiva, algo inhabitual en otros primates, convirténdose en las mujeres sabias que ayudaban y enseñaban a las madres recientes.
Sin embargo, la "abuelidad" tiene un objetivo mucho más pleno y necesario, que es la función de transmitir los secretos de la maternidad a las mujeres más jóvenes, ofreciendo nuestro conocimiento acerca del mundo interior, ya que ahora no necesitamos alimentar al niño, sino que superamos ese rol nutriendo espiritualmente a la comunidad de mujeres que devienen madres.
Las madres jóvenes seguimos necesitanto a las abuelas, no solo para que nos ciuden los niños para ir a trabajar, sino para crecer a su lado, recibiendo el amor y la comprensión que ellas quizá no recibieron. Ser madres nos prepara también para el día en que seremos abuelas. Si lo pensamos, veremos que nuestros errores algún día servirán para que cuidemos mejor de nuestras hijas cuando sean ellas las madres recientes, formando parte de una cadena de amor entre mujeres que nos enlaza con las primeras abuelas de la historia.
Sitio oficial | Laura Gutman