Sarah Buller es modelo, vive en Niza y es madre de dos niños. Cuando estaba embarazada de tres meses de su primer hijo comenzó a notar la inflamación en su pierna izquierda, pero pensó que sería de un síntoma normal del embarazo (a muchas mujeres se les hinchan las piernas durante la gestación). Sin embargo, la hinchazón iba a más, así que decidió acudir a un especialista.
Le realizaron estudios, escáneres y pruebas y le dijeron que posiblemente se fuera tras el embarazo, pero desafortunadamente no fue así. A los pocos meses le diagnosticaron un linfedema primario, una extraña condición que no tiene cura y dejó su pierna izquierda al doble de su tamaño normal.
Durante su segundo embarazo la situación empeoró y se sintió sola y deprimida, por lo que decidió contactar con otras mujeres que hayan pasado por lo mismo. Así se enteró de una cirugía que podría ayudar a aliviar sus síntomas, intervención a la que fue sometida hace tres meses.
Sarah ha hecho público su caso porque pretende concienciar sobre esta patología olvidada a través de su cuenta de Instagram (@lymphosaurus_rex ) y su blog donde cuenta con fotos, vídeos y testimonios el día a día de su enfermedad.
¿Qué es un linfedema?
El linfedema es una enfermedad crónica caracterizada por la acumulación de un líquido, llamado linfático, en los tejidos debajo de la piel. Es el resultado de la obstrucción de los vasos o ganglios linfáticos causada por la acumulación de grandes cantidades de fluido linfático en la región afectada. Esto causa inflamación (hinchazón), más comúnmente las extremidades uni o bilateralmente, pero también puede aparecer en otras regiones del cuerpo.
El linfedema puede ser primario, como en este caso, cuya causa se desconoce y suelen ser hereditaria (una de cada 6000 personas nacen con linfedema primario), o secundario, habitualmente tras una cirugía, y muy frecuente en el caso de pacientes con cáncer de mama.
A diferencia del edema, una de las molestias más comunes en el embarazo, en ambos problemas se acumula demasiado líquido en una extremidad, pero solo el linfedema es consecuencia de una obstrucción del drenaje relacionada con un desarrollo anormal de las vías linfáticas antes del nacimiento.
Las mujeres están tres veces más afectadas que los hombres, la pierna izquierda se ve más afectada que la derecha (un 60% versus un 40%), las extremidades superiores están raramente afectadas y tiende a aparecer en la menarquia y embarazo, lo cual sugeriría una causa hormonal.
Las personas afectadas experimentan síntomas como dolor, hinchazón, sensación de tirantez y pesadez posibles infecciones superficiales recurrentes, además de los síntomas psicológicos.
¿Tiene cura el linfedema?
En la actualidad, no tiene cura, pero existen tres procedimientos quirúrgicos que contribuyen a aliviar los síntomas. Sarah se sometió en mayo a un trasplante de ganglios linfáticos, una técnica que consiste en extraer ganglios linfáticos de otra parte del cuerpo y trasladarlos a la zona afectada.
El problema linfático continuará afectando a la persona, pero es posible que los síntomas físicos puedan reducirse e incluso desaparecer hasta conseguir que ambas piernas tengan el mismo tamaño.
Según los datos publicados, los pacientes pueden llegar a mostrar una disminución del perímetro de hasta cuatro centímetros, hasta en un sesenta por ciento de los casos.
Fotos | @lymphosaurus_rex
Vía | Daily Mail
Más información | UCM
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