Lamentablemente la ciencia y la medicina no han avanzado lo suficiente para garantizar que todos los niños nazcan totalmente sanos. Un problema de salud en un recién nacido es siempre una tarea difícil de comunicar por parte del profesional médico y en ella interviene, o debería intervenir, la psicología que aplican los especialistas para dar la noticia a los papás de la forma menos dolorosa posible, aunque todavía se dan casos en los que la comunicación a los recién estrenados padres está carente de sentimientos e incluso los llegan a acusar del problema del pequeño.
Podemos poner un ejemplo, si un bebé presenta Síndrome de Down, una comunicación acusatoria sería, “su bebé tiene Síndrome de Down, ¿no se hizo usted las pruebas pertinentes?”, (en España la responsabilidad sería del especialista, pero puede darse el caso de apoyo entre profesionales). Indudablemente no es bueno hacer sentir a los padres que ellos tienen la culpa, muchas pueden ser las situaciones en la vida que originen una determinada situación y los médicos deben estar allí, no para reprender, sino para facilitar, optimizar y ayudar a mejorar una situación complicada. Cuando un recién nacido presenta cualquier problema, los especialistas deben tener mucho tacto, ya que la alegría del nacimiento puede ofuscarse enormemente convirtiéndose en dolor, preocupación, culpabilidad, incertidumbre... La Organización Mundial de la Salud también tiene cura de este tema y muestra cuál es el procedimiento adecuado para dar la noticia, evitando que desaparezca la felicidad que acaba de entrar en el corazón de los papás.
En un ambiente íntimo, el médico portando en sus brazos al bebé, debe comunicar a sus padres la situación intentando no maximizar las posibles dificultades resultantes de la crianza y el desarrollo del pequeño, no se trata de engañar, sino de enfocarlo desde el punto de vista más optimista. A los especialistas los preparan para dar este tipo de noticias, pero después está en la profesionalidad, en el tacto y en la personalidad del médico lo que propiciará una mejor o peor acogida de la noticia por parte de los padres.
El nacimiento de un bebé representa mucho, especialmente para quienes lo han engendrado. En el caso de que nazca con alguna patología, la ayuda psicológica puede hacer mucho, y el amor lo puede todo.