El síndrome de muerte súbita del lactante se define como la muerte repentina e inesperada de un niño menor de un año de edad. La autopsia no revela una causa explicable de la muerte. Se trata de una muerte muy temida por los padres, ya que no presenta síntomas, avisos ni tiene una explicación clara.
Pero aunque la causa de la muerte súbita del lactante se desconoce, en la actualidad, muchos médicos e investigadores creen que existen muchos factores implicados, que pasamos a comentar.
Por ejemplo, la capacidad poco desarrollada del bebé para despertar, así como la incapacidad del cuerpo del pequeño para detectar acumulación de dióxido de carbono en la sangre. El SMSL podría originarse como un fallo en el microdespertar ante un episodio de apnea prolongada, bradicardia o hipotensión, arritmias o situaciones externas que pueden llevar a la asfixia, es decir, que no hay respuesta a un estímulo de amenaza a la vida durante el sueño.
Esto sucede sobre todo entre los dos y cuatro meses, cuando el riesgo de muerte súbita del lactante es más elevado. El SMSL es infrecuente durante el primer mes de vida, después de los cuatro meses disminuye y a partir de los 12 meses se considera que el riesgo prácticamente ha desaparecido (luego, se habla de "muerte súbita del niño").
También se sabe que este síndrome sucede más a los niños que a las niñas y se producen más casos en invierno. No obstante, no existe "aviso" de ningún tipo: en la muerte súbita del lactante el bebé se duerme normalmente y la muerte se presenta durante el sueño.
Antes de pasar a los factores implicados, dejamos la definición de "muerte súbita del lactante" que encontramos en un estudio de 2004 publicado en 'Pediatrics' sobre este concepto, definido por vez primera en 1969:
Muerte súbita de un niño de menos de un año de edad, que ocurre aparentemente durante el sueño y que permanece sin explicación después de la realización de una minuciosa investigación postmortem, que incluye la práctica de la autopsia, examen del lugar del fallecimiento y revisión de la historia clínica.
Factores relacionados con la muerte súbita
Hay algunos factores que podrían estar implicados en el aumento del riesgo de muerte súbita, aunque se desconoce la importancia de cada uno y se sigue investigando sobre las causas. Estos son algunos de los factores:
Dormir boca abajo. Por eso, desde que se recomienda a los padres que pongan a dormir a sus bebés boca arriba o de lado, los casos de síndrome de muerte súbita del lactante han disminuido en el mundo. Se estima que en los países industrializados, la incidencia del SMSL ha disminuido por debajo de 1/1000 recién nacidos.
Estar en un ambiente con humo de cigarrillo mientras están en el útero o después de nacer. Se estima que el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante en madres fumadoras durante la gestación es tres veces superior al de las no fumadoras. Esto podría explicar la importancia de la presencia de dióxido de carbono en la sangre en relación al problema.
Las superficies blandas de camas, cunas, sofás...
Madres que fuman o consumen sustancias psicoactivas (alcohol, drogas, psicodepresores...) que afectan al sistema nervioso central.
Los mayores factores de riesgo para el SMSL disminuyen los microdespertares (posición prona boca abajo, tabaquismo materno, cabeza cubierta, apneas, hipertermina).
Según la Biblioteca Médica de Estados Unidos, también tendrían relación con la muerte súbita del lactante los siguientes puntos:
- Partos múltiples (ser mellizo, trillizo, etc.).
- Partos prematuros.
- Tener un hermano o hermana que padeció SMSL.
- Nacer de madre adolescente.
- Intervalos de tiempo cortos entre embarazos.
- Cuidado prenatal tardío o ausencia de éste.
- Vivir en condiciones de pobreza.
- Dormir en la misma cama con sus padres (dormir acompañado).
Respecto a este último factor, la relación entre el colecho y la muerte súbita, se trata de un asunto controvertido.
La Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia hizo recientemente un comunicado en el que señalan estudios que han concluído, tras una revisión exhaustiva sobre colecho, lactancia y muerte súbita del lactante, que el colecho es una práctica beneficiosa para la lactancia. Y, en definitiva, que el colecho bien practicado, evitando factores de riesgo, no guardaría relación con la muerte súbita del lactante.
No obstante, las asociaciones y organizaciones pediátricas recomiendan evitar el colecho por relacionarlo con la muerte súbita del lactante y en su lugar practicar la "cohabitación", esto es, dormir en la misma habitación que el bebé, estando este en una cuna o cuna adosada a la cama de los padres.
Las últimas recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría, que podemos leer en un documento de consenso sobre el colecho, la lactancia materna y el síndrome de muerte súbita del lactante, elaborado por el Comité de Lactancia Materna y el Grupo de Trabajo para el Estudio de la Muerte Súbita Infantil, señalan que la forma más segura de dormir para los bebés es en su cuna, boca arriba y cerca de la cama de sus padres.
Por su parte, la Academia Estadounidense de Pediatría también señala los peligros de dormir en la misma cama y recomienda que el bebé esté en la misma habitación, cerca de la madre:
Los bebés que duermen en la misma cama que sus padres corren riesgo de sufrir SMSL, asfixia o estrangulación. Los padres pueden darse vuelta y quedar encima de los bebés mientras duermen, o los bebés pueden enredarse en las sábanas o mantas.
De cualquier modo, recuerda cómo practicar el colecho de manera segura, con los consejos que enumeramos a continuación sobre cómo reducir el riesgo de muerte súbita del lactante, la mayoría de los cuales sirven para el colecho y otras formas de dormir.
Reducir el riesgo de muerte súbita infantil
La Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics) recomienda lo siguiente para reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante:
Poner siempre al bebé a dormir boca arriba (incluso durante las siestas). No acostar a un bebé a dormir boca abajo durante el primer año de vida. Sin embargo, si su bebé ha girado y se ha puesto de lado o boca abajo por sí mismo, puede dejarlo en esa posición si ya puede darse vuelta de boca abajo a boca arriba y viceversa. Si su bebé se duerme en un asiento de seguridad para el auto, un paseador, un columpio, un portabebés o un marsupio debe pasárselo a una superficie firme tan pronto como sea posible.
Poner a los bebés a dormir sobre una superficie firme (como una cuna). Cuna, moisés, cochecitos... deben cumplir con los estándares vigentes de seguridad, no ser productos antiguos retirados del mercado... Y por supuesto no usar cunas rotas, defectuosas o incompletas.
Cubre el colchón firme con una sábana ajustada a la medida. No coloques mantas ni almohadas entre el colchón y la sábana ajustada a la medida. Nunca pongas al bebé a dormir en una silla, un sofá (se considera un lugar peligroso para que duerma un bebé), una cama de agua, un almohadón, ni una manta de piel de carnero.
Mantener fuera de la cuna los objetos blandos, la ropa de cama suelta o cualquier otro objeto que pueda aumentar el riesgo de que el bebé quede atrapado, se asfixie o sufra estrangulación. Las almohadas, las colchas, los edredones, las mantas de piel, los cojines de protección y los juguetes de peluche pueden hacer que su bebé se asfixie. La mayoría de los expertos están de acuerdo en que después de los doce meses de vida, estos objetos implican un riesgo bajo para los bebés sanos, aunque no hay estudios concluyentes al respecto.
Se recomienda poner al bebé a dormir en la misma habitación en que duermen los padres, pero no en la misma cama. Hay que mantener la cuna o el moisés cerca de la cama, de forma que se pueda alcanzar al bebé fácilmente: así de puede observar o amamantar fácilmente a su bebé si lo tiene cerca.
Amamanta al bebé tanto como puedas y durante tanto tiempo como puedas. Los estudios muestran que amamantar a su bebé puede ayudar a reducir el riesgo de SMSL, tal vez porque la lactancia disminuye algunas infecciones de las vías respiratorias altas que pueden influir en la presentación de este síndrome.
Hay que procurar que el bebé no tenga demasiado calor, manteniendo la habitación en la que duerme (dormimos) a una temperatura cómoda. Si preocupa que el bebé esté con frío, podemos usar ropa de cama para bebés diseñada para mantenerlos calientes sin el riesgo de cubrir sus cabezas.
Se le puede ofrecer el chupete a la hora de dormir, lo cual ayuda a reducir el riesgo de SMSL. Hay que esperar a que la lactancia materna esté afianzada para ofrecer un chupete (unas tres-cuatro semanas). A algunos bebés no les gusta usarlo. Si su bebé toma el chupete y se le cae después de que se duerme, no tiene que volver a ponérselo en la boca.
Mantén al bebé alejado de los fumadores y de los lugares en los que la gente fuma. Hay que intentar de fumar y hasta que se pueda, mantener el coche y el hogar libres de humo. Tampoco hay que fumar cerca del bebé, incluso si está al aire libre.
No hay que usar monitores cardiorrespiratorios para el hogar para ayudar a reducir el riesgo de SMSL. Estos pueden ser útiles para los bebés con problemas respiratorios o cardíacos, pero no se ha comprobado que reduzcan este problema.
En general, no hay que usar productos que afirmen reducir el riesgo de SMSL (sujeta bebés, los posicionadores, los colchones especiales y las superficies especiales para dormir...) ya que no se ha demostrado que reduzcan el riesgo. Además, algunos bebés se han asfixiado mientras usaban estos productos.
Esperamos que con este repaso sobre qué es la muerte súbita del lactante y los consejos para reducir el riesgo os sean de utilidad y paséis las noches en familia más tranquilos y seguros.
Más información | AEPED, Comité Muerte súbita AEP
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