11 hábitos de autocuidado diario para padres ocupados

11 hábitos de autocuidado diario para padres ocupados
Sin comentarios

Es muy importante que todas las personas practiquemos el autocuidado, pero muy especialmente los padres y madres con hijos menores. Y es que las exigencias de la crianza pueden llegar a ser tan agotadoras, que dedicarse un tiempo cada día se vuelve imprescindible para nuestro bienestar emocional, físico y mental.

Pero el autocuidado no solo es un hábito saludable para la propia persona, sino también para quienes la rodean. Porque cuando papá y mamá se sienten bien, la crianza de los hijos se vuelve más consciente, amorosa y positiva, repercutiendo en las conexiones familiares y el comportamiento de los niños.

Sin embargo, dedicar un tiempo diario al autocuidado y la desconexión puede resultar muy complicado para los padres y madres, debido a las constantes responsabilidades y demandas. Por eso, hoy queremos proponerte 11 hábitos de autocuidado muy sencillos y fáciles de incorporar a la rutina diaria de los padres más ocupados.

Meditación y respiración profunda

Dedica unos minutos por la mañana antes de que todos se despierten o por la noche antes de acostarte para practicar la meditación y respiraciones profundas. Puedes ayudarte de audios guiados que encontrarás en Internet que te facilitarán este ejercicio.

La respiración consciente, profunda y conectada ayuda a reducir el estrés y a comenzar o terminar el día de manera más tranquila.

Disfruta de un desayuno relajado

Los padres no siempre damos la debida importancia a nuestro desayuno, sobre todo cuando tenemos que ocuparnos de despertar a los hijos y prepararlos para ir al cole. El tiempo apremia, y en demasiadas ocasiones nos vamos a la oficina sin desayunar o nos conformamos con tomar un café de forma apresurada.

Pero disfrutar de un desayuno relajado es uno de los hábitos de autocuidado más fáciles de incorporar a nuestra rutina diaria, y además es especialmente beneficioso. Adelanta el despertador 15 minutos para desayunar sin prisas, con la casa en silencio y disfrutando de un rato de soledad antes de comenzar tu jornada.

Aprovecha el trayecto de ida y vuelta a tu trabajo

Tanto si vas a tu oficina o puesto de trabajo en tu coche particular, como si lo haces a pie o en transporte público, aprovecha el trayecto para conectar contigo mismo y practicar el autocuidado de alguna forma que te agrade.

Por ejemplo: puedes preparar una playlist de música relajante o con canciones que te encantan y te levantan siempre el ánimo, o también puedes escuchar algún podcast o audiolibro. Otra buena idea es planificar tu jornada (puedes hacerlo mentalmente, si vas conduciendo) y visualizar cómo quieres que sea tu día. Enfócate en tus objetivos y proyecta siempre en positivo.

Practica ejercicio físico

Practicar ejercicio físico diario es fundamental para mantener el cuerpo y la mente sanos, pero a veces a los padres nos cuesta encontrar tiempo. La buena noticia es que no necesitas dedicar varias horas al día a hacer deporte, y con sencillos ejercicios incorporados a tu rutina diaria enseguida notarás grandes cambios.

Por ejemplo: si es posible, ve andando o en bicicleta a tu trabajo o al colegio de tus hijos, en lugar de hacerlo en coche. También puedes buscar algún momento a lo largo del día para ir un ratito al gimnasio o a la piscina (la hora del almuerzo suele ser muy socorrida), o practicar tablas de ejercicio en casa que te permitan entrenar tu agilidad y fuerza.

Pasa tiempo al aire libre

Pasar tiempo en la naturaleza tiene grandes beneficios para la salud física, pero también para el bienestar emocional. Por eso, intenta buscar momentos a lo largo del día para desconectar al aire libre, respirando aire puro y aprovechando la energía de los rayos del sol.

Por ejemplo: si comes en tu lugar de trabajo, hazlo al aire libre siempre que puedas o al menos de forma regular. También puedes aprovechar la sobremesa, antes de volver a tu rutina, para descansar unos minutos en un banco de un parque o disfrutar de un ratito de lectura. Y si en casa tienes terraza o jardín, realiza al aire libre tus actividades cotidianas siempre que sea posible.

Lectura diaria

hábitos de autocuidado

La lectura no solo es un hábito que nos ayuda a cultivar la mente, sino que practicada con regularidad también incita a la relajación, la desconexión y a disfrutar del momento.

En este post os recomendábamos las últimas novedades editoriales para engancharte a la lectura y pasar un rato entretenido.

Practica la creatividad

hábitos de autocuidado

¿Sabías que la creatividad tiene beneficios para tu cerebro, tu autoestima y tu bienestar emocional? Practicar cada día alguna actividad creativa es una excelente forma de salir de la rutina, mejorar tu calidad de vida y desconectar.

Por ejemplo: encuentra momentos durante el día para explorar tus pasatiempos creativos, como por ejemplo pintar, escribir, tocar algún instrumento, hacer decoraciones DIY...

Fomenta tus relaciones sociales

hábitos de autocuidado

Hemos hablado en alguna ocasión sobre la importancia que tiene para los padres y madres encontrar tiempo para salir con amigos y cultivar esa otra parcela de nuestra vida.

Pero además de las cenas con amigos y otros planes de ocio, día a día debemos fomentar nuestras relaciones sociales. Hacerlo nos ayudará a sobrellevar la carga de la crianza, desconectar y pasar un rato muy entretenido.

Por ejemplo: Practica ejercicio físico en compañía de algún amigo; queda con otras madres o padres para llevar a los niños al colegio o para que jueguen después del parque; tómate un café con tus compañeros de trabajo; dedica un rato para ponerte al día con amigos o familiares a través de mensajes de texto o llamadas...

Mucho más que una ducha

Lo hemos dicho alguna vez y lo remarcamos: ducharse a solas cada día no es el tiempo de conexión y autocuidado que los padres necesitamos, sino un hábito básico de higiene. Ahora bien, sí podemos convertir ese momento en un ratito de autocuidado que nos llene y nos relaje.

Por ejemplo: Dúchate con calma, disfrutando del momento y visualizando cómo las preocupaciones y el estrés del día se van por el desagüe. A muchas personas les relaja también encender velas o escuchar música tranquila.

Después de la ducha aprovecha para practicar una rutina diaria de cuidado de tu piel, cabello y/o uñas. También puedes masajearte las piernas y los pies. Tómate tiempo y hazlo de forma consciente, conectando con tu cuerpo y escuchando sus necesidades. Finalmente, puedes terminar tu "momento ducha" practicando varias respiraciones profundas.

Desconexión digital

hábitos de autocuidado

Para conectar con nosotros mismos es fundamental desconectar de la tecnología y olvidar durante un rato los whatsApps, las noticias en tiempo real o las últimas tendencias en redes sociales. Establecer una hora fija al día para desconectar de tus dispositivos electrónicos, te permitirá pasar tiempo de calidad con tu familia o dedicarlo a ti mismo.

Practica la gratitud

Como último consejo para incorporar a la rutina diaria de autocuidado os recomendamos practicar la gratitud. Este hábito -que también debemos  inculcar a nuestros hijos desde pequeños-  aporta una gran sensación de bienestar, favorece la autoestima, mejora el estado de ánimo y nos permite conectar profundamente con nuestro yo interior.

Por ejemplo: una buena forma de practicar la gratitud es dedicándonos un rato al final del día para reflexionar sobre aquello que nos ha pasado a lo largo de la jornada que nos hace sentirnos agradecidos.

Temas
Comentarios cerrados
Inicio